Algunas personas piensan que el destino está escrito para ellos, otras creen que cada uno se hace su propio destino, puede que tengan razón ambas opiniones pero yo pienso que mi destino está escrito por Dios desde el primer momento en que él pensó crearme.
El destino no es por casualidad, necesito acciones que me lleven hasta el, creo que Dios hace mi camino, que marca la ruta que debo seguir y ahí está el asunto yo tengo que abrir mi corazón a Dios para poder seguir las marcas.
Seguir las señales de Dios asegura mis pies de no resbalar al andar por las alturas del éxito en todo lo que me proponga.
Dios es el mejor planeador que conozco, sus planes siempre son de bien y no de mal, su sabiduría está todo lo que hace. Mis planes están en las manos de él para que en su voluntad los arregle y así yo obtenga los mejores resultados.
Mi corazón desea muchas cosas a veces veo que mi anhelo se tarda sin embargo confío porque se que en el tiempo de Dios llegará.
La Biblia dice en Proverbios 16:3 Encomienda tus obras al SEÑOR, y tus propósitos se afianzarán.
¡Confío en que mi destino es perfecto rodeado de todo bien!
Victoria