Sin duda una de las cosas mas difíciles para cualquiera y por supuesto para mi personalmente, es controlar nuestras emociones y cuidar el como reaccionamos ante los continuos estímulos del entorno. A veces podemos estar mas sensibles de lo normal e interpretar de manera errónea aquello que experimentamos.
Llega tu mama y de pronto te dice que ordenes tu cuarto y te enojas a la primera, pensando que lo dijo en tono de ataque. O vas manejando y de pronto alguien te toca la corneta mientras estas detenido en la luz roja del semáforo, luego pasa te dice malas palabras y tu luego también lo insultas y pues, allí lo tienes, estrés y amarguras gratuitas por doquier.
Es tremendamente fácil molestarse y mas fácil aun es malinterpretar la información que recibimos de otro, cualquiera que sea el emisor de la información. Los viejos en su sabiduría dicen cosas como :
"Hijo mire, no se dé mala vida y no se tome las cosas a pecho"
En las relaciones de pareja ocurre todo el tiempo:
En los matrimonios, uniones libres o mejor dicho, cuando una pareja vive bajo el mismo techo es un clásico que uno malinterprete al otro y todo termine en mortificación. En mi caso con 10 años de relación pues es algo que me pasa frecuentemente, a veces soy yo el que se toma las cosas a pecho, a veces es ella, pero sin duda que cuando uno de los dos exagera una situación cotidiana, allí se rompe la armonía. Un ejemplo:
Son las 7am tienes que vestir a tu pequeño hijo porque va a la escuela, tu esposa tiene que trabajar y tu también, luego ella te dice "Limpia eso de ahí" de pronto su tono a secas te pareció una grosería y haces uso de la ironía diciendo " ¿Que por favor que? "
El ejemplo anterior es solo una de las tantas molestias domésticas que pueden ocurrir y que pueden evitarse solo por no malinterpretar la información y comunicarse luego en un mejor momento. Quizás después puedan hablar y uno expresar : "Amor sabes, no me gustó que me hablaras así y tal, bla bla..". Pero cuando uno se toma a pecho las cosas, complicas tu día a día con molestias innecesarias. Se los dice un experto en malinterpretación de la información.
En las redes sociales :
¿Les ha pasado que hacen una publicación y alguien malinterpreta lo que hicieron o directamente les hacen un comentario para hacerles pasar un la rato? ¿Cual sería el modo mas adecuado de actuar?. De plano les digo que soy muy pasional, es algo con lo cual lucho día a día porque no considero que para muchas cosas, sea una cualidad positiva ser tan reactivo. Pero, entiendo que la mejor manera de actuar y mas aun por redes sociales, es ignorar los malos comentarios y no dar pie a discusiones que no nos llevarán a ninguna parte. Ya me he enfrascado en #NoiseCash en algunas diatribas sin sentido que, si YO no me hubiera tomado tan personal lo que me dijeron el conflicto simplemente se habría evitado.
Hay una especie de fabula budista, que quiero contar, no recuerdo que sea exactamente así pero ahí va:
El BUDA estaba sentado bajo un árbol y unos hombres de pronto vinieron a insultarlo, el buda estaba allí aguantando los insultos, y los hombres seguían humillándolo e insultándolo, así lo hicieron hasta que se cansaron. Uno de sus discípulos le increpó: "¿Maestro porque te dejaste humillar así? permiteme ir a darles su merecido.
De pronto BUDA le dijo a su discípulo :
Si te regalo un caballo y tu no lo aceptas, ¿de quien sería el regalo?
El discípulo respondió, seguiría siendo suyo maestro.
Así es hijo mío, igual pasa con las ofensas. Para sentirse ofendido y humillado hace falta nuestro permiso. Así que ya sabes, cuando alguien venga a ti con insultos, simplemente no aceptes el regalo de la ira.
Ese relato budista ilustra muy bien el hecho de que si no nos tomamos las cosas de modo personal entonces, estaremos esquivando el conflicto. No se trata creo, de ofrecer así no más la otra mejilla, lo que nos dice el relato es que, para pelear, para discutir, primero se necesita una categorización y una aceptación en nuestra cabeza, una aceptación de que la información que me llegó es ofensiva y debo hacer algo al respecto, eso sería aceptar el regalo de la amargura. Yo lo he aceptado demasiado, quiero aprender a no hacerlo.
CONCLUSIÓN:
Hay un ejercicio psicológico que me gusta mucho, es el de imaginarse que tu jefe te envía un correo insultándote y diciendo que eres un inoperante y un inútil. Si nunca llegas a leer ese correo, ¿existe dicho correo?
Para todo en la vida aplica esto de lo que hablo desde la relación con nuestros hijos, madres, padres, esposas, amigos, jefes, compañeros de trabajo, amigos virtuales, redes sociales etc.. es hora de aprender a no complicarnos la vida, que ya con su complejidad tenemos bastante.
¡Saludos!
Me encantó la manera en que abordas este tema. Tu artículo nos ayuda a reflexionar y más que eso, nos muestra que sí podemos cambiar nuestras actitudes. Como bien dices: " ya con su complejidad tenemos bastante..." para qué agregar más carga sin necesidad...