Salvamento marítimo
Una ballena quedó herida y varada en la playa.
Por la que un ciego paseaba todas las mañanas.
Introdújose el ciego sin saberlo en la herida
al tiempo que la marea subía y cubría de
salitre el cuerpo del animal: la herida se
cerraba con el ciego dentro.
Al caer en la herida de la ballena, el ciego
pensó que había muerto. Esa impresión le
produjo el cambio absoluto y repentino de
todas las texturas y los olores que le rodeaban.
Salvamento marítimo logró arrastrar a la
ballena de nuevo al mar: la ballena con el
ciego dentro.
El ciego muerto para sus adentros respiraba
el aire del que están llenas las ballenas.
Su cabeza asomaba hacia el interior del
organismo: sin embargo, su cuerpo seguía
atrapado en la piel de la ballena.
El ciego estaba momificado dentro de la
cicatriz y continuaba, sin embargo,
escuchando el mar.
Escuchaba el mar convencido de su muerte.