¡Adiós, amigos, adiós!
"Todo esto da asco.
No palabras. Un gesto. No escribiré más"
Cesare Pavese
Cuando se llega a cierto límite, hay que deshacerse de lo que sobra con cierta sangre fría. A veces eso significa todo. A mí me falta espacio, no me queda otra opción. Y, mientras me decido, pienso en lo que no publicaré.
Hay un libro de Enrique Vila-Matas que habla del silencio, del síndrome de Bartleby, que es la enfermedad de los que ya no escriben y, casi por contigüidad, de los que no publican, pues todos los silencios se parecen. Vila-Matas, hablando de los silenciosos, quería saber no por qué se deja de escribir, sino qué razones hay para seguir haciéndolo. Al terminar el libro se quedó sin ninguna respuesta, y no tuvo otra salida que concluir la obra. “Soy como un explorador que avanza hacia el vacío”, dice. Yo tampoco tengo una respuesta. No sé por qué se debe escribir. Y, en todo caso, lo que a mí me interesa es borrar.
He borrado poemas ridículos, disculpas, súplicas egoístas y deshonestas, rabiosas cartas que no tenían otro sentido que mi inmadurez. Lo he hecho por contención. Entre las razones que Vila-Matas encuentra para abandonar la carrera creativa están el escepticismo hacia el arte en el caso de Hofmannsthal, el suicidio que elige Jacques Vaché o la locura de Maupassant. Inventa, además, como Borges, escritores apócrifos con historias fantásticas, de las cuales la que más resuena conmigo es la de un joven que, después de una situación humillante, decide ser un mueble. Es un absurdo que encuentro tristísimo. Pero la realidad tiene razones menos románticas, aunque lo cotidiano también es triste. He dejado de publicar por indiferencia, postergación u holgazanería. Los mismos estímulos han movido mi destino.
La vida tiene esos finales alternativos tácitos, que son como la duda que se tiene cuando se inicia una frase y no se sabe cómo acabará. Si es cierto que algo de mí queda en lo que hago, en lo que borro veo ese final alterno de mi vida. Quizá lo que no publico es lo más noble de mí. Soy mejor donde no soy.