Los complejos industriales militares y los ministerios de defensa están virando su estrategia y capacidades como también así su doctrina después de décadas de tensiones entre oriente y occidente. Los viejos trastos de la guerra fría, potentes y enormes mastodontes, están terminando su vida de servicio y en el horizonte se asoma un nuevo porvenir.
Las limitaciones financieras, el contexto internacional y la fragilidad de las economías apuntan a un nuevo tipo de producción, apuntando a cambiar la doctrina con la que las fuerzas armadas cuentan. Los grandes presupuestos del siglo xx fueron desagotados por lo que todo sus sistemas productivos y las armas que produjeron están siendo reemplazadas -por unas décadas mas también- por sistemas mucho mas económicos y modernos. Tanto así que la vieja doctrina soviética de "mas es mejor", como lo fue con el carro de combate mediano T-34, esta siendo retomada por los sistemas occidentales.
Actualmente, la modularidad de los sistemas toma completa atención de las naciones: se buscan sistemas baratos, fáciles de construir, que logren velocidades relativamente altas, que sean eficientes en combate, y que puedan cargar con variedad de armamento.
Bases como el Stryker o el JLTV (este ultimo con rendimiento en combate menor al esperado y estipulado por su productora) están realizando las modificaciones necesarias para la adaptabilidad de estos sistemas con misiles portátiles de tipo SAM (sourface to air missile) y GTAM (ground to air missile).
Estos sistemas, versátiles en todo sentido, con gran capacidad de despliegue rápido vía aérea y armados hasta los dientes, pueden ser mini fortalezas desplazadas a lo largo y ancho del campo de batalla, por lo que los sistemas orientados a contra medidas deberán ser tan o mas prioritarios que los sistemas modulares. Chaffs, bengalas, detectores lasers, entre muchos otros sistemas de contra medidas que se suman a la defensa tradicional (blindaje y barreras defensivas).
Ahora bien, cuanto mas moderno, mas caro. Todos los sistemas operativos necesarios para manejar una defensa potable en estos sistemas, son altamente costosos (a lo que se le suma el costo del blindado base). En el contexto internacional actual, occidente produce blindados extremadamente costosos para las economías que profesa defender, como ser el caso Latinoamericano, donde las economías regionales a duras penas dan a basto para mantenerse a flote (unas mejores que otras) y no tienen como objetivo principal hacer de sus fuerzas armadas una potencia mundial.
Una única excepción podemos hacer en este apartado con la nación del Brasil, donde hay una magnifica política de Estado que apunta a un re equipamiento de las fuerzas como también así una modernización de sus sistemas impulsados por compañías de renombre internacional como Elbyt Sistems y su subsidiaria brasilera. Otro caso apartado es el de la nación del Perú, una patria movida al equipamiento constante y actualizado por los temores y la bravura de los conflictos posibles con las naciones vecinas del Ecuador y el Chile, con quienes hay una tensión importante a nivel geopolítico.
En este contexto, surgen nuevas oportunidades de compra internacional (que Estados Unidos trata y logra frustrar tras imponer sanciones a los compradores) como lo es el caso de Rusia. Actualmente, el gigante norteamericano castigo a Turquía por la adquisición de sistemas S-400, y planeaba hacer lo mismo con el Perú si este se decidía a adquirir los sistemas Mig-29 o Mig-35. También podemos sumar el caso Chino, donde los embargos y penalizaciones son tan grandes como constantes.
Esto nos lleva a la difícil decisión de que, si las naciones desean re equipar a sus brazos armados para defender su soberanía, los Estados deberán apuntara los complejos industriales militares nacionales para equiparse. La producción nacional puede ser bajo la tutela de las empresas con mayor experiencia, pero los países deben lograr una independencia de casi el 100% para poder sentirse verdaderamente seguros de sus capacidades defensivas y ofensivas. Esto requiere de una inversión y verdaderas políticas de Estado.
Todos remamos para el mismo horizonte, hagámoslo juntos.
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