perros domesticos
Los perros han sido domesticados por los humanos durante miles de años. Se cree que el perro doméstico evolucionó a partir del lobo hace aproximadamente 15.000 años.
Existen más de 300 razas reconocidas de perros. Algunas de las razas más populares son Labrador Retriever, Pastor Alemán, Bulldog, Beagle, Poodle, Golden Retriever, Chihuahua, Boxer, Dálmata, etc.
Los perros tienen un excelente sentido del olfato, con alrededor de 300 millones de receptores olfativos. Pueden detectar sustancias en concentraciones tan bajas como una parte por trillón.
Son animales muy sociales que forman fuertes lazos afectivos con sus dueños y familias. Disfrutan de la compañía y la interacción con los humanos.
Con entrenamiento adecuado, los perros pueden aprender una gran variedad de comandos, trucos y tareas. Se utilizan como perros de servicio, perros policía, perros de rescate, perros guía, etc.
La esperanza de vida promedio para un perro doméstico es de 10-13 años, aunque varía según la raza y el tamaño del perro. Los perros más grandes tienden a tener vidas más cortas.
Algunas necesidades básicas de los perros son ejercicio diario, alimentación balanceada, agua fresca, abrigo, atención veterinaria regular, aseo, entrenamiento y mucho amor.
Historia de un perro enfermo:
Todo comenzó de repente una mañana, cuando Rocky, nuestro enérgico Labrador de 5 años, no se levantó a saludarme como todos los días. Lo encontré acostado en su cama, con la mirada apagada y sin ganas de comer. Sabía que algo andaba mal.
Lo llevé de inmediato a la veterinaria, quien lo pensó preocupada. Nos dijo que Rocky tenía mucha fiebre, vómitos y la pancita inflamada. Parecía ser un cuadro grave de parvovirus, una enfermedad muy infecciosa. Nos tuvimos que hospitalizarlo urgentemente.
Fueron días angustiantes ver a nuestro peludo conectado a sueros, con la vitalidad que lo caracterizó desvanecida por la enfermedad. Pero el tratamiento veterinario fue efectivo. Luego de una semana, finalmente una llamada del veterinario nos informó que Rocky estaba fuera de peligro y podía volver a casa.
Aunque débil y convaleciente, nuestro perro superó la enfermedad gracias a los cuidados recibidos a tiempo. Todavía requería descanso y una dieta especial de recuperación, pero poco a poco Rocky retomó las ganas de jugar y hacer travesuras como antes. Con alivio y alegría, nuestra familia lo recibió esa tarde en casa, celebrando la mejoría de nuestra querida mascota.
Consejos para cuidar la salud:
Alimentación: Dale una dieta balanceada y apropiada para su edad y tamaño. Evita alimentos con mucho relleno y procura ingredientes de calidad.
Ejercicio: Sacalo a pasear y jugar periódicamente para mantenerlo en forma y con un peso saludable. Los perros necesitan ejercitarse tanto física como mentalmente.
Grooming: Cepíllalo con regularidad para remover pelo suelto y distribuir aceites naturales de la piel. Revise que no tenga parásitos. Cortar las uñas si es necesario.
Vacunación: Llévalo al veterinario para mantener al día sus vacunas, incluyendo contra rabia, parvovirus, moquillo y más. Esto previene enfermedades potencialmente mortales.
Desparasitación: Utiliza medicamentos desparasitantes recomendados por el veterinario para prevenir gusanos, pulgas y garrapatas. Esto evita infecciones y enfermedades transmitidas por parásitos.
Esterilización/Castración: Considéralo probablemente ya que prevenga ciertos tipos de cáncer y elimine el estrés asociado con el celo.
Revisiones veterinarias: Llévalo al menos una vez al año para chequeos generales, vacunas y evaluar cualquier problema de salud. Comunícate antes si notas cambios o señales de enfermedad.
Higiene dental: Cepilla sus dientes regulares y provee juguetes y snacks dentales para mantener encías y dientes saludables.
Ambiente seguro: Provee una casa y patio seguros, libres de amenazas y peligros potenciales. Supervisa siempre cuando interactúa con otros perros.
Cuidar la higiene:
Bañarlo periódicamente (cada 2-3 meses aproximadamente) con un champú especial para perros. Revisar que no tenga parásitos en la piel.
Cepillar su pelo con frecuencia para remover pelo muerto y distribuir los aceites naturales de la piel. Esto previene enredos y nudos.
Recortar o limar sus uñas para evitar que se fracturan o rasguñen accidentalmente.
Cepillar sus dientes un par de veces a la semana con un cepillo especial y pasta dental para perros. Esto previene la formación de sarro y enfermedades dentales.
Limpiar sus oídos gentilmente con un paño húmedo para eliminar cerumen y evitar infecciones. Nunca inserte objetos en el canal auditivo.
Limpiar la zona anal después de la defecación para evitar que se ensucie con heces. Pasar una toalla humedecida suavemente.
Proveer siempre agua limpia y fresca para beber. Lavar su plato de comida luego de cada uso.
Mantenga su área de dormir limpia, seca y libre de parásitos. Lavar su cama periódicamente.
Limpiar sus patas cuando regrese de un paseo para remover cualquier suciedad.
No dejes que pase mucho tiempo entre baños. Un perro limpio y aseado se quedo mas comodo y saludable.
Aquí hay algunos consejos para alimentar adecuadamente a un perro:
Elegir un alimento de buena calidad, apropiado para su edad y tamaño. Los alimentos secos o húmedos de marcas reconocidas suelen ser una buena opción.
Respetar las cantidades diarias recomendadas en el empaque de alimento. Sin sobrealimentar.
Dividir la ración en 2 o 3 comidas al día. No dejar la comida disponible todo el tiempo.
Asegurar siempre acceso a agua limpia y fresca. Cambiar el agua diariamente.
No dar sobras de comida de humanos. Algunos alimentos pueden ser perjudiciales.
Adaptar las cantidades si el perro sube o baja de peso. Una dieta balanceada mantendrá un peso saludable.
Elegir alimento específico para cachorros o perros senior, si aplica. Sus necesidades nutricionales son diferentes.
Revisar los ingredientes. Evitar alimentos con mucho relleno de cereales. Priorizar proteína animal.
Introducir cambios de alimento para prevenir el malestar estomacal.
No dar huesos de pollo u otros huesos que se astillen. Pueden causar lesiones internas.
Recompensar con snacks saludables como zanahorias o manzanas. No excederse con los premios.
Algunas de las enfermedades y parásitos más comunes que pueden afectar a los perros son:
Parvovirosis - altamente contagioso, causa vómito, diarrea y deshidratación.
Moquillo - enfermedad viral muy contagiosa que causa secreción ocular y nasal.
Rabia - enfermedad viral transmitida por mordedura que afecta el sistema nervioso.
Ehrlichiosis - enfermedad bacteriana transmitida por garrapatas.
Giardiasis - infección intestinal por parásitos que causa diarrea.
Gusanos intestinales - lombrices que viven en el aparato digestivo.
Pulgas - parásitos externos comunes que pican y muerden la piel.
Garrapatas - parásitos que se adhieren a la piel y pueden transmitir enfermedades.
Ácaros - parásitos microscópicos que causan sarna y pérdida de pelo.
Leptospirosis - enfermedad bacteriana que afecta riñones e hígado.
Brucelosis - enfermedad bacteriana que causa abortos y esterilidad.
Otitis - infección dolorosa de los oídos.
Cataratas - opacidad del cristalino que causa pérdida de visión.
Es importante la desparasitación periódica y vacunación para prevenir estas enfermedades.
Aquí algunas recomendaciones para prevenir enfermedades y parásitos:
Vacunarlos según el calendario indicado por el veterinario. Esto previene enfermedades virales como parvovirus, moquillo y rabia.
Desparasitarlos interna y externamente de forma regular. Usar productos recomendados por el veterinario. Esto elimina gusanos, pulgas, garrapatas, etc.
Esterilizarlos o castrarlos. Reduce el riesgo de algunos tipos de cáncer y otras enfermedades.
Proveer una alimentación de calidad, balanceada y apropiada para su edad. Esto fortalece el sistema inmune.
Permitir ejercicio físico regular. Mantener un peso saludable aumenta sus defensas.
No exponerlos a perros desconocidos o enfermos sin supervisión. Evita contagios.
Mantenga su ambiente limpio, libre de parásitos. Desinfectar su área de dormir.
No automedicarlos. Solo administrar medicamentos recetados por el veterinario.
Acudir a revisiones veterinarias anuales aunque se vean sanos. Permite detección temprana.
Cepillarlos y revisar su piel con frecuencia. Detectar parásitos externos a tiempo.
Mantenga su calendario de vacunas y desparasitaciones al día. La prevención es clave.