La medida allana el camino para que la nación africana busque ayuda internacional y potencialmente normalice las relaciones con Israel, lo que los funcionarios dijeron que podría suceder en días.
WASHINGTON - El Departamento de Estado eliminará a Sudán de una lista de países que patrocinan el terrorismo, allanando el camino para que el frágil gobierno de la nación de África Oriental busque asistencia internacional y, potencialmente, normalice las relaciones con Israel, un objetivo diplomático para el presidente Trump antes de las próximas elecciones. mes.
Trump anunció el lunes la decisión, que había sido discutida formalmente entre Estados Unidos y Sudán desde 2018, luego de varios meses de intensas negociaciones por parte de la Casa Blanca.
Eliminar a Sudán de la lista de terrorismo fue un precursor necesario para que se convierta en el último estado árabe en negociar una distensión oficial con Israel. Dos funcionarios estadounidenses dijeron que Sudán e Israel podrían normalizar las relaciones en días, una vez que se completen los detalles de la eliminación de la lista de terrorismo. La secuencia cuidadosamente coreografiada tenía la intención de suavizar las posibles críticas al acuerdo con Israel dentro de Sudán.
Trump, tratando de recordar a los votantes sus logros en política exterior, ha comparado la diplomacia con los acuerdos de paz que podrían enfriar generaciones de tensiones en Oriente Medio y África del Norte.
"¡Una gran noticia! El nuevo gobierno de Sudán, que está haciendo grandes progresos, acordó pagar $ 335 MILLONES a las víctimas del terrorismo de Estados Unidos y sus familias ”, escribió en Twitter . “Una vez depositado, quitaré a Sudán de la lista de patrocinadores estatales del terrorismo. ¡Por fin, JUSTICIA para el pueblo estadounidense y GRAN paso para Sudán! "
Solo tres países, Irán, Corea del Norte y Siria, permanecen en la lista del Departamento de Estado de patrocinadores estatales del terrorismo .
Como condición para ser eliminado de la lista, Sudán acordó pagar $ 335 millones para compensar a las víctimas de los ataques de Qaeda contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania en 1998 y el destructor de la Armada Cole en 2000. El dinero se mantendrá en una cuenta de depósito en garantía hasta El Congreso acuerda otorgar inmunidad a Sudán para otros ataques terroristas.
Sudán ha estado en la lista desde 1993, cuando las autoridades estadounidenses concluyeron que el líder del país en ese momento, Omar Hassan al-Bashir, brindó refugio y otra ayuda a Hezbollah y grupos militantes palestinos que Estados Unidos considera terroristas. Los tribunales estadounidenses también han concluido que Sudán fue cómplice de los ataques a las embajadas y al Cole.
Pero los funcionarios del frágil gobierno de transición de Sudán han estado divididos sobre si formalizar la diplomacia con Israel, una condición que la administración Trump introdujo a la hora 11 como parte de una campaña preelectoral frenética para persuadir o presionar a las naciones árabes para que abandonen su enemistad histórica con Israel.
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Tan recientemente como la semana pasada, el primer ministro Abdalla Hamdok de Sudán dijo que se oponía a hacerlo . Anteriormente había advertido que la percepción de ser empujado a un acuerdo con Israel en vísperas de las elecciones respaldado por Estados Unidos podría alimentar los disturbios en su país, que está hirviendo por una grave crisis económica en la que la inflación anual se disparó al 212 por ciento el mes pasado, con escasez de alimentos, pan y medicinas.
"Washington ha estado muy concentrado en lo que quiere sacar de esto y no ha sido sensible a los desafíos dentro de Sudán", dijo Cameron Hudson, quien anteriormente trabajó en asuntos de Sudán en el Departamento de Estado y ahora es un académico en el Atlántico. Grupo de expertos del consejo.
Fue en Jartum, la capital de Sudán, después de la guerra árabe-israelí de 1967 que la Liga Árabe anunció su resolución de “ tres no” , que se oponía a la paz, las negociaciones y el reconocimiento de Israel. Esa resolución fue ampliamente reconocida entre los estados árabes hasta que el presidente Anwar el-Sadat de Egipto hizo un viaje histórico a Jerusalén en 1977.
Sin embargo, hasta el mes pasado, Egipto y Jordania eran los únicos dos estados árabes que tenían relaciones diplomáticas formales con Israel. Eso cambió en septiembre, cuando Trump ayudó a cimentar las relaciones normalizadas entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein , aunque los dos países ya tenían algunos vínculos económicos y de seguridad con Israel.
Israel también ha trabajado en silencio para fortalecer las relaciones con Sudán durante el año pasado.
En febrero, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se reunió con el líder de facto de Sudán , el teniente general Abdel Fattah al-Burhan, para mantener conversaciones en Uganda que supuestamente fueron organizadas por los Emiratos Árabes Unidos. Días después, Sudán comenzó a permitir que aviones comerciales israelíes volaran en su espacio aéreo.
El secretario de Estado Mike Pompeo aprovechó el deshielo en agosto. Al viajar a Jartum en el primer vuelo directo oficial desde Tel Aviv, él personalmente abordó con Hamdok tanto una distensión con Israel como la eliminación de la lista de terrorismo , dijo el Departamento de Estado.
Los funcionarios sudaneses describieron el encuentro de manera diferente. Pompeo le dijo a Hamdok que su país tenía que reconocer a Israel de inmediato para que las negociaciones de larga data sobre la eliminación de Sudán de la lista de terrorismo estadounidense tuvieran éxito, dijo un alto funcionario sudanés, que habló bajo condición de anonimato para discutir las conversaciones.
Como incentivo adicional, Pompeo ofreció a los sudaneses $ 80 millones en ayuda humanitaria para ayudar a combatir la pandemia de coronavirus, una oferta que Hamdok rechazó de plano.
Desde entonces, el gobierno sudanés ha estado dividido entre el deseo de salir de la lista de terrorismo lo más rápido posible, con la esperanza de impulsar su tambaleante economía, y el temor de que el reconocimiento de Israel pueda provocar inestabilidad política y colapsar la frágil transición democrática del país.
Para la administración Trump, es parte de una campaña para anotar logros en política exterior en la cúspide de las elecciones presidenciales estadounidenses, e incluyó incentivos financieros para Sudán, que se cree que es el próximo país en reconocer a Israel.
Funcionarios familiarizados con la última oferta a Sudán dijeron que incluiría ayuda humanitaria, 400.000 toneladas métricas de trigo para aliviar la escasez de alimentos del país y la promesa de que una delegación económica estadounidense visitaría para considerar posibles inversiones en agricultura.
La ayuda estadounidense a Sudán fue limitada mientras estuvo en la lista de terrorismo. Esa designación también obstaculizó la capacidad del país para recibir alivio de la deuda y asistencia financiera internacional y, a su vez, retrasó la inversión extranjera.
Estados Unidos ha seguido su propio camino hacia la diplomacia con Sudán durante años. Después de que al-Bashir cortó los lazos con Irán en 2016 , los funcionarios estadounidenses comenzaron a flexibilizar las sanciones contra Sudán para recompensar su cooperación en misiones antiterroristas y poner fin a los ataques militares contra sus ciudadanos.
Las negociaciones para eliminar a Sudán de la lista del Departamento de Estado se habían intensificado en los últimos 18 meses, ya que los funcionarios de la administración Trump y el Congreso vieron una oportunidad para apoyar la democracia después de una generación de opresión, cuando al-Bashir fue derrocado .
"El pueblo de Sudán se levantó valientemente para deponer a un dictador de larga data en 2019, y desde entonces el primer ministro Hamdok y el gobierno de transición han continuado pasos importantes hacia la reforma democrática", dijo el lunes el senador Chris Coons, demócrata de Delaware, en un comunicado. , saludando la decisión de eliminar a Sudán de la lista.
Pero la indemnización a las víctimas ha sido enredada por la política.
Los $ 335 millones no se liberarán de la cuenta de depósito en garantía hasta que los legisladores resuelvan si Sudán debe ser considerado responsable por su papel de albergar a Al Qaeda antes de los ataques del 11 de septiembre de 2001. Los tribunales estadounidenses no han ordenado al país que pague a las víctimas de esos ataques. o sus familias.
También existe una división sobre una distribución desigual de los pagos para las víctimas de los atentados con bombas en la embajada que otorgaría a los ciudadanos estadounidenses mucho más que a los empleados de Kenia y Tanzania, casi todos negros, que eran ciudadanos extranjeros en el momento de los ataques.
Con casi la mitad de sus 45 millones de ciudadanos viviendo en la pobreza , los funcionarios sudaneses han dicho que el país no puede permitirse pagar más de los $ 335 millones que se negociaron con el Departamento de Estado. Incluso esa cantidad no se mantendrá en custodia indefinidamente, lo que dejará a los legisladores apresurados por una resolución antes de que Sudán se vea obligado a reclamarla, lo que un funcionario dijo que podría ocurrir a principios del próximo año.
Riz Khaliq, un ex funcionario del Departamento de Comercio que resultó herido en el ataque a la embajada de Estados Unidos en Nairobi, Kenia, dijo que la disputa del Congreso había reabierto viejas heridas.
"Obviamente es alentador que Sudán finalmente esté aceptando la responsabilidad del apoyo al terrorismo del régimen de al-Bashir y esté tratando de enmendar", dijo Khaliq. “Es como si Sudán reconociera todo lo que hemos sufrido como resultado del bombardeo, pero nuestro propio Congreso no. Es doloroso que nuestro propio Congreso no parezca estar detrás de nosotros y hacer esto ".
Lara Jakes y Eric Schmitt informaron desde Washington y Declan Walsh desde El Cairo.
Traducido por D.M.
