He optado por ser fiel; estoy decidido a vivir de acuerdo con tus ordenanzas. Salmo 119:30.
Mientras lees relájate con esta música!
Roberto, no te acerques al ciruelo que he marcado -le advirtió su hermana-. Papá quiere darle todas las ciruelas de ese árbol a nuestra cuñada.
-Entendido -contestó Roberto.
“¿Qué tendrán de especial las ciruelas de este árbol, que no tengan las demás de toda la huerta? -se preguntaba-, ¿Por qué no le podrán dar ciruelas de cualquier otro árbol?” Mientras más pensaba en el asunto, más se le antojaba probar aquellas ciruelas. Muy pronto su hermana lo encontró al pie del árbol, llenándose la boca de ciruelas.
-¡Roberto! -le dijo firmemente-, ¿Qué estás haciendo?
-Comiendo ciruelas.
-¿No te dije que no comieras de ese árbol? Te advertí que estábamos guardando esas ciruelas para nuestra cuñada.
-Sí, me lo advertiste -admitió Roberto.
-Te has portado mal, al desobedecer. Habrás comido seis ciruelas.
-No -le respondió el jovencito-. No me comí seis ciruelas.
-¡Chiquillo mentiroso! -le gritó su hermana-. Te vi comiendo ciruelas y ahora lo niegas.
-No estoy negando haber comido ciruelas -respondió el niño y le temblaba la barbilla-. Lo que sí niego es haberme comido seis. ¡En realidad fueron veinte!
-Qué niño más extraordinario tengo -dijo el Sr. Boyle cuando escuchó la historia-. Nunca había oído de uno que odiara tanto la mentira.
El hecho es que al pequeño Roberto le disgustaba tanto la falsedad porque realmente creía que Dios estaba presente en él. Sabía que era incorrecto mentir. Se había propuesto siempre decir la verdad.
Roberto Boyle, conocido como “el fundador de la química moderna”, nació en una época de engaño y superstición; pero decidió seguir experimentando hasta descubrir, en forma certera, la verdad. Nunca estuvo de acuerdo en aceptar una mentira solo porque los demás lo creyeran. Cuando murió, sus colegas le rindieron homenaje diciendo: “¡Roberto Boyle podía oler la verdad!”
¿Has escogido el camino de Roberto Boyle, “el camino de la verdad”? ¿Podrán los demás confiar en tu honestidad?
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2020