Aquel día que salve a Nadia Comanecci

El hijo menor del presidente Nicolae Ceausescu se llamaba Nicu y era a la vez ministro de la Juventud Comunista de Rumanía y presidente del club de fútbol Steaua ("Estrella"). A pesar de estar casado con Poliana Cristescu desde 1983, se obsesionó con seducir a Nadia Comaneci, el símbolo más elevado de Rumanía en el mundo. Vivió acosándola y persiguiéndola con la "Securitate", el temible servicio de inteligencia creado en 1948 por el gobierno comunista. 

Nadia debió padecer este agobio en un costoso y total silencio. Y aunque Nicu puso a su disposición una casa de campo de ocho habitaciones, auto con chofer y le regaló costosas joyas, la atleta nunca aceptó tal relación. Siquiera luego del divorcio de Nicu con Poliana producido a finales de 1985.

Era tanta la obsesión que no tuvo otra alternativa que secuestrarla, monto  un plan macabro, casi de película, a modo de simulacro, de manera minuciosa hizo que toda su guardia se disfrace de secuestradores soviéticos. Justo cuando el salía de una entrevista en Pro 2, hoy llamado, Acasă, uno de los más famosos canales de televisión en Buscarest, coincidió en la salida con Nadia que estuvo en el mismo canal en otra entrevista. A la salida, ella fue interceptada por unos enmascarados, el golpe comando fue fugaz,  la tomaron por atrás, empujaron levemente a Nicus, le taparon la boca, la subieron entre 3 personas a un auto negro sin placa, no distinguieron que tipo de auto era, pero dicen que era un Mercedes Benz 68. Todo el mundo quedó perplejo por este episodio,  que incluso un testigo pudo captar algo con cámara, que casualidad que la guardia de Nicu no pudo hacer nada en ese momento.

Todo esto pasó muy rápido y lo cuento tal cual fueron los hechos históricos, que hoy sabemos que nunca pasó y sabrán por qué.

Todo el mundo estaba consternado, no se sabía el paradero, el mundo estaba preocupado, los secuestradores no daban rastro de nada, esperando llamadas en la casa de la familia Comanecci o algún indicio que diera con su estado de salud por lo menos.

Esta historia nos lleva a otro historial pasado, clandestino y fugaz entre Nadia y Helmuth Duckadam (arquero de fútbol muy famoso en ese entonces del equipo de Nicu), dos héroes del deporte rumano, que en semanas anteriores a su secuestro se había hecho público en diferentes revistas locales de farándula entre un probable romance, cosa que muchos no tomaron en cuenta. La "Securitate" que los venía espiando y adujeron que Helmuth era el que la secuestró. Falso por supuesto.

Como principal sospechoso el  arquero fue detenido, la seguridad de Nicu se adelantó, fue castigado brutalmente y sufrió fracturas en 15 huesos de sus manos en el intento de hacerlo declarar. Dónde había escondido a la gimnasta más famosa de todos los tiempos. Helmuth quedo encerrado hasta que termine la investigación, no aparecía ninguna huella.

Como todo fue un montaje de Nicu, la tenía en una de sus casas en las montañas de Cárpatos en la zona de Brasov, el con su riqueza le preparo un lugar muy cómodo, para que no se sintiera como si estuviera secuestrada, tenía todas las comodidades, él llegaba para que sin obligarla Nadia le aceptara para estar una noche con él. Nicu no fue prepotente, simplemente decía que si no accedía no saldría de aquí nunca o quizás pueda salir, pero muerta.

Es aquí donde empezó todo, Nicu cumpliría si la niña  de oro de Montreal no accedía a su demoníaca propuesta, cosa que terminó con un final triste. El 18 de septiembre de 1985, a 30 días exactos de haber sucedido el secuestro, Nadia Comanecci aparece muerta a orillas del Río Dâmbovița, zona norte de Buscarest.

La Misión

De pronto desperté, se me hizo muy difícil abrir los ojos, los sentía pegados, me costaba abrirlos, lo que hice es intentarlo suave y poco a poco. El brillo de la habitación me cegó, mucha luz, todos mis sentidos comenzaron a funcionar más normal, comencé a sentir aroma a hospital, ese olor de medicinas, sueros y plástico, olores a comida delicadas,  empecé a  tener frio, escuchaba muchos pasos y murmullos de gente. 

- ¡Estoy en un hospital!

 De manera desesperada, me levanté, tenía conectado unos cables al cuerpo,  mi respiración se hizo más rápida, estaba muy nervioso, miraba para todos lados, miraba mis manos, mis manos estaban como si hubiese estado metido en la piscina mucho tiempo, arrugadas. Vestía una bata blanca, sin nada más de ropa, ni la ropa interior. Intenté hablar, a lo mucho me salió un pequeño grito.

- Aah!

Se acercó corriendo una enfermera, me puso las manos en los hombros y me acostó, estaba muy asustado, pero me relajé, suave me acostó, me hablaba, pero no entendía lo que me decía. Me seguía hablando y no le entendía, yo  la miraba muy extrañado, preguntándome  qué diablos dice. 

La enfermera se dio cuenta que no la entendía, sentí que algo me salía de la nariz, me pase la mano, era sangre, la enfermera toco algunos botones de una máquina, me dejo una servilleta y se fue corriendo. Yo seguía muy asustado y totalmente perdido.  Me preguntaba qué mismo pasaba. 

Varios minutos después entro la misma enfermera junto con otra persona, supe días después que era el doctor encargado de mi situación, se acercaron el  señor empezó a hablar español, diciéndome que todo está bien, que solo he sufrido varios golpes, que me encontraron dentro de un auto chocado, me comentó que había tenido mucha suerte, podría haber muerto y ningún raspón tenía.

Dijo que espere que más tarde llegaría la policía y que si yo recordaba donde vivía o si tenía el contacto de algún familiar para que vengan por mí.

- Doctor, creo que sufro amnesia, no recuerdo nada de lo que pasó, solo sé que me llamo Ju....

Entró una doctora a los gritos pidiendo ayuda, no me dejo terminar de hablar y la enfermera y el doctor se fueron corriendo a atender otra emergencia. 

No perdí tiempo, me desconecte los aparatos, me acerque a otro paciente en la misma habitación que estaba dormido, y le pedí prestado su ropa, espero me comprenda cuando se despierte y vea que no está su ropa. 

Salí de la habitación, mire a los lados, aun sentía dolores, pero comencé a caminar a paso ligero, sin que se den cuenta, todos los médicos y personal estaban  ocupados con un accidente de muchos heridos.

Yo sabía dónde me encontraba y porque había llegado hasta aquí, hoy no debía perder tiempo, tenía que cumplir mi misión, el detalle en todo esto es que no sabía dónde estaba parado, al salir del hospital, no conocía Bucarest.

Yo salí del Hospial Spitalul clinic Colentina que está ubicado en la calle Soseaua Stefan cel mare, al norte de Budapest, capital de Rumanía, y me tenía que dirigir a la Televisión Nacional de Rumania, que asombrosamente estaba a 38 minutos, pero no sabía por dónde ir, no tenía una ubicación exacta.

- Señor buenas tardes, me puede ayudar a ir a ... 

No me respondía, en ese año, era muy difícil que la gente te de confianza, el país pasaba una situación política social media extraña, de esas situaciones que no sabes cómo explicar. Nadie me entendía,  me encontraba en la calle principal. 

Frente al hospital había un pequeño quiosco, me acerque, el que atendía me miro alegre, como si le iba a comprar, me metí mano a los bolsillo y  sorpresa, la ropa prestada habían unos billetes, con esto era suficiente, le señale un pequeño mapa que vendía, me lo pasó y le di el dinero, con señas le dije que no hablaba, me miro admirado y empezó a reír y a su vez me devolvió cambio el billete que le pagué por el mapa, me senté en la vereda, había mucho movimiento, muchas farmacias, restaurante, muchos edificios de departamentos y una calle muy ancha y larga

-Chevere!

Logré encontrar la ubicación del Canal de televisión, estaba muy cerca, no tenía más tiempo, comencé a caminar más rápido, comencé a correr, la gente me miraba, me empecé a intimidar, quizás corriendo piensen que estoy en algún delito. Baje la velocidad, caminaba, mi respiración se agitaba más y más, me detengo totalmente, frente a mí a una vidriera de artículos electrónicos, era raro ver televisores a color en forma de cajas, pero era lo moderno en esa época en Rumanía, luego me enteré que eran artículos casi imposibles comprar por la situación. En la televisión veía un programa en vivo, una entrevista a Nadia, parecía que ya estaban  terminando el programa, no entendía lo que decían, pero me puse más nervioso, tome un último respiro, y empecé a correr, estaba cerca.

En mi apuro, la verdad que ya me sentía muy cansado, todo fue en ese mismo momento que llegue a ese año y a esa ciudad que, mi cuerpo estaba muy débil después de ese viaje. Creo que si lo hubiese hecho con anticipación, estaba con más fuerzas, pero justo fue la ocasión.  Estaba llegando a canal, en la puerta principal.

Era la calle Inginer Gheorghe Bals, donde estaba en la puerta principal, todo bien tranquilo, muchos árboles alrededor y casas de lujo en todo el barrio, se me hizo raro todo, era un día nublado, descansaba de la velocidad, y justo mi misión estaba por terminar, a continuación voy a explicar cóemo realmente fue.

Me encontraba frente a la puerta  principal de RTV (Televisión Nacional de Rumania), en ese momento ya había terminado la entrevista a Nadia, muy popular en su país, por todo el historial deportivo, en esa época ella estaba siendo acosado por Nicu, que la envió a raptar con sus gente, pero esto nunca ocurrió, realmente que pasó?

Se acercó un auto negro a 5 metros de la salida de los autos de la RTV, vidrios oscuros, no pude distinguir la marca, eran esos autos europeos ochenteros, de frente salía de RTV un auto blanco, en él estaba Nadía, al terminar de salir un señor alto se pone en frente del auto de Nadia, deteniendo el auto, él se acerca y cruzo palabras con Nadia, ese hombre era Nicu. Parecían discutir, al rededor no había nadie, solo los guardias de la puerta de RTV y ese auto sospechoso atrás, nunca me di cuenta de donde apareció Nicu, pero creo que bajó de ese mismo auto. Se Acercan tres caballeros más, estaban con traje elegante, era mi momento. Mientras se acercaban los tres caballeros yo iba detrás, en el camino yo había encontrado un palo (mi única arma). Yo obviamente sabía que real lo que pasaría, pero antes de que se acerquen les grité, ellos miraron para atrás y empecé a repartir golpes y a la vez gritaba:

-Corre Nadia, Corre 

Inmediatamente Nadia aceleró su auto y se marchó muy veloz, Nicu, se quedó ahí, le alcance a ver la cara, enojado por su plan, mientras tanto uno de los tres a los que yo golpeaba me había agarrado los brazos, y los otros dos me comenzaron a golpear por todas partes, gritos mios en idioma ingles 

-Lose your hopes Nicu, I'll always be like an angel saving Nadia 

Yo sabía que él me entendía, mientras gritaba, sentía los golpes de su guardia personal, de un momento a otro y frente a ellos, desaparecí.