A veces pasamos por problemas de diversas índole en nuestras vidas, lo cual aunque sabemos que en muchas ocasiones son inevitables, de igual manera nos afectan de manera negativa, nos quedamos paralizados o nos alteramos desproporcionadamente ante ellos.
Pues bien aunque esto sea algo por lo cual hemos pasado, debemos aprender a mirar más allá de los problemas, hasta encontrar su solución, ya que el enfrascarnos en ellos no resulta saludable ni para la salud psicológica ni tampoco para la física.
Ser parte de la solución comienza por ser más positivos cuando los problemas tocan las puertas de nuestras vidas y confiar en que a pesar de que no veamos una salida, pronto ésta se nos hará evidente.
Hay cosas que funcionan como una venda para nuestros ojos, como bloqueadores para nuestro cerebros, veneno para nuestras almas. Una de ellas son las quejas, gastamos energía en ellas, lo cual no nos lleva para ningún lugar, en vez de quejarnos hay que calmarnos y pensar reposadamente en una respuesta efectiva al problema que podamos estar pasando.
Por ejemplo, si me quedo sin trabajo, en vez de gastar el tiempo en quejarme por las injusticias de la vida (si es que hubo alguna), debería más bien considerar qué otras opciones tengo, verlo más bien como una oportunidad de crecimiento.
En fin, lo que quiero compartir es que no nos desanimemos ante los problemas, no le echemos más leña al fuego con nuestra actitud, es mejor levantar la cabeza y darle la vuelta a la situación por la que hemos pasado y que tenga un final feliz.