Aunque el título puede sugerir una temática de salud mental, no me refiero exactamente a esto, sino al hecho de que guardemos la memoria de los buenos momentos que la vida nos ha permititido experimentar.
A qué momentos me refiero? Pues un logro importante, la superación de una dificultad, el reencuentro con una persona amada, etc. En fin, cualquier momento que nos haya llenado de luz y alegría.
Por qué esto me parece tan importante? Pues porque esos son los buenos recuerdos que inspiran cada paso que damos en nuestro día a día, pero además para mí constituyen una forma de luchar contra las malas experiencias, que tampoco están ausentes.
Lo que quiero decir con esto es que, por ejemplo, cuando estoy pasando por momentos tristes, traigo a mi mente aquellas circunstancias que me han traído alegría; en momentos oscuros, recuerdo esos días llenos de luz, pues, así como estuvieron presentes una vez, seguro volverán.
Y si no llegan? Los sigo esperando, porque así es la vida, a la noche le sucede el día y a la tormenta, la calma. De la misma manera, pienso que aquello que hoy me puede estar incomodando, lo podré solucionar, ya que si une vez lo hice, por qué no lo podré ahora?
Sé que no todos somos iguales y que esto que he planteado a algunos les será más fácil, a otros más difícil, pero más allá de eso, sólo he querido dejar una experiencia de vida, que a mí me ha servido mucho: traer a mi memoria esos momentos de triunfo, de éxito, de logros. Han sido para mí tanto una inspiración como una forma de mantenerme firme en medio de algún problema o contrariedad.