Ayer fui al odontólogo a verme una muela, de la cual no sentía dolor sino una leve molestia, quedé sorprendido que no sólo tenía problemas en esa muela sino también en la de al lado.
Esto me inspiró esta reflexión sobre la importancia de prevenir, no sólo cosas relacionadas con nuestra salud sino cualquier tipo de eventualidad en nuestras vidas. Ciertamente, no siempre se puede, pero podemos hacer lo posible por realizarlo, ya que como se dice por mis tierras: "Hombre prevenido, vale por dos".
Actualmente, estoy en tratamiento para reparar mis dos muelas pero imagínense que le hubiese dado largas al asunto, tal vez su daño hubiese sido más profundo o se hubiese extendido. No sé. Lo que quiero resaltar es que cuando se hacen las cosas a tiempo se pueden evitar consecuencias desagradables.
Esto es mágico, es decir, maravilloso porque puedes ahorrarte no sólo pasar por malas experiencias sino hasta dinero. Por ejemplo, en el caso de un carro, si le vamos haciendo los cuidados de mantenimiento a su debido tiempo, los gastos en general son más flexibles de hacer que si los dejamos acumular.
Cuando se planifica una actividad, por ejemplo, deportiva, también es importante la prevención, pues, si la cancha no es techada, qué podemos hacer si comienza a llover? Por eso, me gusta considerar siempre un plan A, B, C y todos los posibles.
Hay también otro dicho: "Guerra visada no mata soldado, y si lo hace es por descuidado", por eso, es importante además aprender de las experiencias de los demás para tomar las medidas correspondientes. Desde mi caso, por ejemplo, ya saben es importante visitar al odontólogo con frecuencia, 😁.