Estamos viviendo momentos de cambio en nuestra vida debido al encierro por contingencia, la salud emocional se ve reflejada en nuestras actividades diarias y en ocasiones podemos presentar estrés, ansiedad o miedo por la situación actual, lo que puede llegar a provocar trastornos del sueño.
Pero, ¿qué puede ser de ayuda como apoyo para afrontar esta complicada situación? La respuesta, las artes, en este caso la música.
Se han realizado numerosas investigaciones apoyando la música como terapia, y también como apoyo emocional, por ejemplo, cuando estás triste recurres a la música como soporte, tus letras que apoyan lo que sientes en el momento, así como sientes comprensión en sus letras, la música es un mediador entre las emociones que se manifiestan con la música elegida, es decir, existe una conexión entre ambas.
La música ayuda a expresar lo que siente el interior al expresarlo al exterior, pero también se manifiesta cuando se toca un instrumento musical. Se puede manifestar tan simplemente como que una melodía no se toca de la misma manera que cuando uno está feliz como cuando está triste, la melodía adquiere un significado diferente según el estado emocional, una melodía se siente con un cambio contundente como bien que las emociones .
Esto no quiere decir que la música solo ayude cuando hay tristeza, la música es algo tan global ya la vez tan personal que pasa a formar parte del ser humano ya que existe desde los primeros pasos en este mundo.
¿Cómo se puede utilizar este arte para ayudarnos con las emociones?
Si tienes un instrumento musical en casa, puede ser una herramienta que te ayude a controlar las emociones, por supuesto que estás sabiendo cómo usarlo, teniendo en cuenta los conceptos básicos que el instrumento requiere. El instrumento puede tener la mente ocupada con aspectos que van desde el cuidado de una postura correcta sobre y / o con el instrumento, la lectura de la pieza y el ritmo de la misma.
Se puede utilizar como objetivo a seguir con el instrumento (como hacemos en nuestras clases de música) por ejemplo:
Aprende una melodía de memoria.
Mejora la postura con el instrumento.
Mejora la lectura rítmica.
Mejorar la lectura rítmica - melódica.
Aprenda nuevas escalas.
Ponte a prueba con una melodía que hace meses se consideraba difícil.
Y si no tienes un instrumento, ¿qué hacer?
Puedes hacer algo tan básico como crear una lista de reproducción que acompañe a tus quehaceres diarios, como una lista para hacer los deberes, cocinar, ordenar la habitación, hacer ejercicio, etc.
En las diferentes aplicaciones, hay listas de reproducción listas para usar que funcionan para relajarse, activarse o incluso para conciliar el sueño por la noche. Otro ejemplo claro sería utilizar programas que te permitirán experimentar con la creación de tus propias melodías, incluso sin tener nociones básicas de lenguaje musical. Es una buena actividad para divertirse descubriendo todas las opciones que tienen programas. Y por qué no, proponernos aprender el maravilloso mundo del lenguaje musical, desde su escritura, su lectura y navegando por la complejidad que implica aprender un nuevo lenguaje que es el lenguaje universal de la música.
"Gracias. Deja el balcón abierto. Es un deleite para los oídos. Besos". Esta fue la dulce petición que se coló por la rendija de la puerta de la violonchelista gaditana Beatriz González. Era una nota de una vecina que le preguntaba si, mientras ensayaba en casa, podía dejar las ventanas abiertas para deslumbrar toda la calle de Triana, Sevilla, donde reside actualmente.
Y fue entonces cuando Beatriz decidió, junto al guitarrista Ignacio Díaz, realizando un concierto en su balcón que finalizó con una emotiva ovación del barrio. Esta es una de las muchas historias de ventanas y terrazas que afortunadamente abundan desde que la idea se “institucionalizó” en Italia y España.
A pesar de que el sector de la música enfrenta un daño incalculable, famosos artistas, profesionales anónimos o aficionados amenizan nuestras calles vacías y nuestras redes sociales con el poder del pentagrama. Los conciertos en terrazas o salones de casa son sus nuevas plataformas de promoción musical, pero también suponen una fuente de optimismo, solidaridad y arte durante el encierro.
Virales musicales en tiempos del COVID-19
Redes como Youtube e Instagram son actualmente las principales plataformas utilizadas por fans y músicos para difundir sus melodías, ideas y mensajes.
Para algunos fanáticos, el éxito ha sido una sorpresa. Tal es el caso de Horacio Rodríguez y su familia. Este soldador y barbero argentino acumula cerca de 65.000 reproducciones de una canción interpretada por toda su familia desde una humilde casa en Ciudad Oculta.
“Para aquellos héroes que no usan capa, que esconden su identidad con una máscara y una túnica, este mensaje es para ustedes. Me quedaré en casa por ti ”, reza una estrofa de la canción. Ya ha recibido solicitudes de otros países latinoamericanos para usar la canción como himno de lucha.
Otro buen ejemplo del fenómeno musical viral es “Stay Homas”, grupo formado por un joven trío de músicos barceloneses que surgió de una idea espontánea durante el encierro. La terraza, su escenario. Instagram y Youtube, su micrófono. Su tema, el virus de diferentes géneros que van desde el humor al romance o la ironía.
"Gracias por poner una gran sonrisa en mis labios en medio de mi día", dice uno de sus seguidores en su cuenta de YouTube. Sus mezclas de reggae, rumba, copla y bossa nova han enganchado principalmente a los jóvenes, uno de los sectores a los que más hay que llegar para concienciar sobre la crisis.
Otras propuestas musicales interesantes provienen de profesionales como Sheila Blanco, periodista y cantante salmantina que, con su indiscutible dominio de las cuerdas vocales y la imaginación, nos ha acercado a la historia de los grandes compositores de música clásica gracias a YouTube.
Sin embargo, sus aportaciones como artista a los pies del coronavirus son muy diversas: desde múltiples colaboraciones en iniciativas online, como Book Day, hasta un concierto en directo con el músico Federico Lechner para entretener a los trabajadores sanitarios del hospital IFEMA (Madrid) en homenaje a estos profesionales. “Queríamos complacer y entretener a esta gente heroica por un tiempo”, comenta Sheila en sus redes sociales.