Necio

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3 years ago

Hoy me levanté inconforme.

No conforme con el aire contaminado de polvillo de sílice y demás residuos de minería a cielo abierto que se respiran diario en mi pueblo. Que lo respiran los recién nacidos, los jóvenes, los adultos (los que se dicen ser y los que lo son, ya por el tiempo, ya por la vida que los enseñó) y nuestros ancianos, unos ya muertos por causas naturales, otros por causas extrañas.
Me atrevo, neciamente, a diagnosticar tales causas  como resultado y eslabón del desgarro; desgarro de su hogar, de sus aspiraciones, de su salud (que hoy no  vemos como se bombardea, pero que mañana Silicosis y cáncer nos trae).

No conforme con el servicio público domiciliario de agua potable que se predican prestar en mi pueblo, que poco a poco se ha venido convirtiendo en privado, puesto que ahora se comercializa el líquido en carro tanques, que lucran a quienes en su patrimonio los mantienen. Que también, a veces, varias veces, viene sucia, como queriendo avisarnos de la insalubridad que aceptamos consumir, con la que aceptamos hidratarnos, hidratar a los nuestros y a lo nuestro.

No conforme con el servicio público de alumbrado público que se predican prestar en mi pueblo, que desde hace ya dos décadas viene degenerando en oscuridad, en conexiones irregulares para iluminar lugares críticos (léase “Velitas” o lamparas rudimentarias), que mensualmente se factura en recibos de energía eléctrica y que fue captado ilegalmente por una empresa en la que el propio Alcalde de un período dado, no consiguió a mejores socios que a personas presuntamente (digo presuntamente porque aún no les llega condena) involucradas en crímenes de despojo, de testaferrato, de amenazas y desplazamiento forzado a campesinos, no precisamente en mi pueblo, pero lo que es allá, acá se siente.

No conforme con que la gente, de la que no me puedo separar, pues yo también soy gente, omita considerar el año en el que estamos, el calor que está haciendo, la miseria que aumenta, el odio que se teje, la muerte que nos ronda, el fin, que se acerca, si no actuamos.

No conforme con la actitud de:

  • tiro la basura a la calle, porque alguien lo tiene que recoger“;

  • no se debe descubrir lo que ya está hecho“;

  • el indio no es gente“;

  • yo no gusto de negro“;

  • “al enemigo, ni agua”;

  • Barrancas se acabó, ya esto no tiene arreglo, hay que dejar éste pueblo solo y que se acabe

Tales esos, y demás lugares comunes de conformidad, de resignación, de abandono, con los que las personas se aglutinan alrededor del antivalor, en los que vanaglorian lo vil, los que a todos perjudican, menos a unos cuantos, piensan ellos, que aseguran su vivir patio adentro, mientras afuera muere la esperanza, ignorando que el aire todos lo respiramos y que el agua todos la bebemos.

No conforme con que quienes levantan una bandera (que no los representan) y quienes los ven levantarlas (que no se sienten representadas, si no cooptadas) pareciesen ignorar la condición intelectual y moral de quienes levantan, el prontuario, los asuntos pendientes con la Justicia, que no terminan por el vencimiento de términos. Pero que al momento de declarada la elección se olvida en la vox populi su consideración, porque entonces toca alienarse al nuevo poder, que por debajo de la mesa, de la legalidad, circulan, mercan, trocan, matan, roban, ríen, lloran.

Cuando, según me dijo mi madrina, no se hablaba de la gente, sino de las propuestas y proyectos, Barrancas, tierra amable, vivió en progreso. Yo le rescato parte de la veracidad de esa frase, cargada de experiencia. Esa dinámica de escrutinio social, que en su momento se ensayó, no revisada ni ajustada con los años posteriores permitió, en consecuencia, que años más tarde personas que no sabían (porque no se prepararon para ello) ni que debían (porque se impusieron con armas y pecheo) administrar y gobernar, llegaron a hacerlo, y la crisis que hoy tenemos es precisamente resultado del carácter personal de esas personas, que permeando al pueblo, o también, permeados del mismo pueblo, se corrompieron, se untaron, desfalcaron, se fugaron, los agarraron, se mudaron o por allí andan, como si nada.

Como diría un personaje contemporáneo, es una cuestión de Aguante. Pero no un aguante conforme, como la mujer conforme de aquel plácido tiempo, sino un aguante de acción, de respuesta, de posición, de criterio.

Para cerrar, predico un lugar común, algo olvidado, por los medios utilizados para que se olvidara, que considero mejor ubicado y que con mayor tranquilidad nos llevará al final: «Me puede temblar la voz, pero no la moral»

Salud.

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3 years ago

Comments

si, es agradable y sincera

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3 years ago

su comentario es algo que pasa a nuestra pueblos ,que son victimas de tanta mentira de la politcas y leyes que se hacen para que las cumpla solo los mas olvidados.

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3 years ago