En días de adentro. Nadie se pregunta por lo de afuera.
¿A caso de colonias no surgieron las naciones?
A raíz de robles y naranjos, sobre cerros pardos del fuego que aún no se apaga.
Allí yace.
¿Qué yace?
Lo que el noticiero no osa usar para amenazarte, porque sabe que de inmediato pierde lo que más ingreso le hace.
Mientras suenan voces de gente que ya no está, pregunto si en cielo tienen frecuencia de recepción, no tanto ya de trasmisión.
Del verbo al sustantivo se trepan las materias. Usamos agua para el higiene, sabiendo que es lo que hace crecer la hierba. ¿No se aterra? Vea como se desentierra.
El depósito suponemos gratuito, solo a quién entre líneas suele observar, presupone un gasto, que con las Pensiones van a saldar.
Después de todo, ¿a quiénes ataca más? No se nota, pues, el objetivo peculiar.
Y así, mientras la tecla se unde, el disparo por allá vuelve a sonar.
– ¿A quién mataron? – Pregunta Lucas.
– Quien sabe, mano. – Pedro le vuelve a contestar.
– Menos mal que estamos adentro. – Acota Lucas.
– Sí, adentro estamos seguros. – Acierta Pedro a rematar.
de colonias surgieron pueblos ,de pueblos ciudades ,estados paises . pero siempre permanecerá en algún rinconcito de nuestro cerebro un poquito de costumbres de nuestros ancestros coloniales