Las fronteras y los dioses

En una tierra distante un niño muy curioso le pregunta a su padre:

-Papa, papa dime ¿Por qué si todos somos personas y muchos de nosotros nos parecemos porque existen las fronteras? ¿Hemos hecho algo malo para estar separados de otros o ellos nos hicieron algo malo?

El padre con una sonrisa en su rostro dijo:

-Nadie ha hecho nada malo, tenemos fronteras porque las personas piensan y actúan distintos por eso existen esas separaciones.

El hijo con cara de confusión dijo:

-Papa ¿entonces cuando fue que se crearon las separaciones?

El padre entonces se levantó de su asiento y busco un pequeño libro y abriéndolo dijo:

-Bueno para explicar eso es mejor hacerlo con un cuento.

-Hace mucho tiempo, en una época tan lejana que ya nadie recuerda existían dos ciudades una al este y otra al oeste cada una alejada de la otra, pero lo suficientemente cerca como para comerciar entre ellas.

-Ambas ciudades eran tan distintas que incluso sus dioses. Estos eran Eastal el Dios del este y Westeal el Dios del oeste.

-Eastal el Dios del este le enseño a su pueblo a trabajar arduamente que su recompensa y riqueza sería igual a su esfuerzo y trabajo.

En cambio

-Westeal el Dios del oeste le enseño a su pueblo que trabajaran de forma igual y que el trabajo de todos juntos crearía una ciudad sin pobreza y todos serian ricos por igual.

La ciudad del este y del oeste vivían en armonía hasta que luego de un tiempo, se creó un conflicto entre las ciudades por las enseñanzas tan distintas de sus Dioses.

Al enterarse de esto ambos Dioses comenzaron a discutir diciendo primero el Dios del oeste:

-Easteal tus enseñanzas están mal, solo hacen que aquellos que son pobres sean más pobre y aquellos ricos sean más ricos.

Respondiendo el Dios del este:

-Westeal tus enseñanzas son las erróneas tú haces que aquellos que trabajan más reciban lo mismo que aquellos que apenas trabajan eso es injusto.

Entonces Westeal replico:

-Injusto dices, pero yo enseño para que aquel que no puede esforzarse más que otros puedan vivir bien, en cambio tú, enseñas que, si alguien no puede trabajar deber resignarse a la pobreza, a mí me parece que tú eres el injusto

Entonces Easteal respondió:

-Dices eso, pero tú enseñas que, incluso aquel que no quiere trabajar tendrá lo mismo que aquel que trabaja diariamente con todas sus fuerzas, yo enseño que todos deben tener lo que se merecen, incluso aquel que ha nacido siendo pobre puede ser rico si se esfuerza

Entonces su discusión se prolongó por días y luego por semanas cuando ambos dioses y sus pueblos se cansaron de discutir decidieron que crearían un muro que separaría ambas ciudades

Y así ambas ciudades se separaron y aquellos que querían ser recompensados por sus esfuerzos vivieron en el este y aquellos que querían ser tratados como iguales decidieron vivir al oeste.

Luego pasaron los siglos y esas pequeñas ciudades crecieron más y más, y se dividieron continuamente creando muros entre ellas y ese mismo siclo se repetía una y otra vez hasta nuestros días. Fin