Es sorprendente cómo, en los tiempos actuales, aparecen más y más niños deprimidos en las sociedades del mundo, algunos hasta tal punto que piensan en la muerte como alternativa.
Aquellos niños que viven sometidos a tensión constante, están solos la mayor parte del tiempo, que hayan experimentado pérdidas que les causen dolor o tienen desórdenes de atención, aprendizaje o conducta, corren riesgos de sufrir depresión en algún momento de su infancia.
Hoy en día, con este ritmo vertiginoso con el que millones de familias viven su cotidianidad y que deriva en niños solos e ignorados, la depresión infantil se ha hecho tan común como el pan en la mesa de todos los días.
Por eso hay que reconocer los síntomas de la depresión infantil, de forma que si se presenta en los pequeños de la casa, sepan que es necesario buscar ayuda profesional antes de que el caso se agrave y traiga consecuencias fatales:
Tristeza persistente.
Llanto frecuente.
Ausencia de ilusiones.
Pérdida de interés en sus juegos favoritos.
Incapacidad para disfrutar actividades nuevas y divertidas.
Falta de energía.
Aburrimiento constante.
Falta de comunicación.
Aislamiento repentino.
Sentimiento de culpabilidad constante.
Reacciona violentamente ante el rechazo y el fracaso.
Es hostil y no se relaciona con sus contemporáneos.
No quiere ir al colegio, por ende sus notas son deficientes.
Se queja de dolores en el cuerpo.
Falta de concentración.
No come ni duerme bien.
Dice que quiere irse de casa.
Habla de la muerte constantemente.
La depresión en un niño es tan seria como en un adulto. Son muchos los factores que pueden desencadenar éste estado en un infante, y es imperativo estar alerta ante un cambio repentino de comportamiento que pueda delatar su aparición.
Con respecto a éste tema no tengo experiencia personal pero si días atrás una compañera me contó que tiene como segundo trabajo ser niñera de unos niños de 6 y 8 años de edad, la madre de ambos es una mujer políticamente activa y casi nunca tiene tiempo para atenderlos, así que los deja en casa de mi compañera a las 6am y los busca a las 8-9pm. Ella relata que los niños son muy inquietos, sus actividades escolares están muy retrasadas porque ellos tienen déficit de atención y les cuesta hacerlas por si mismos, tienen un lenguaje soez como si fueran adultos, en fin ella manifiesta que cada vez que la mamá los deja en su casa siente que después no los quiere ir a buscar y le da mucha pena por los niños.
Ella los ha tratado de ayudar, encaminarlos para que ellos puedan disfrutar un poco de lo que les queda de niñez pero no es nada fácil cuando se nota a leguas que la familia no aporta nada de manera sentimental en ellos. En éste caso se evidencia indicios de depresión infantil y ya queda de parte de la madre de los niños actuar en éste momento antes de que sea demasiado tarde.
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P.D.: La imagen principal fue tomada de la página web lavozdelsandinismo.com
