La Usabilidad Nacional e Internacional del Petro

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2 years ago

El Petro surgió como un mecanismo innovador para establecer una reingeniería financiera en los procesos comerciales que burlara el sistema hegemónico imperial, articulado desde 1944 para someter al mundo a la dictadura del dólar norteamericano. Esta idea combina el desarrollo de la tecnología Blockchain en las Criptomonedas con la propuesta del Comandante Chávez de implementar una moneda OPEP llamada el Petro. El punto de inflexión entre estas dos propuestas es el año 2009, cuando se lanza la primera criptomoneda del mundo el Bitcoin y es el mismo año que se habla por primera vez del Petro.

 

El Petro (PTR), hoy es una realidad; existen las wallet (billeteras digitales) o Petro app, la plataforma Blockchain, el ente regulador (SUNACRIP) y los mercados primarios como Patria y el Banco de Venezuela, así como el segundario (las diferentes exchanges autorizadas). Lamentablemente, no se ha logrado consolidar un ecosistema sustentable que le otorgue a nuestro PTR la transabilidad que todos queremos, en especial la de carácter internacional, que tanta falta le hace al país para las importaciones de alimentos, medicinas y productos esenciales que con el bloqueo criminal no pueden ser adquiridos con normalidad. Todo esto al tiempo que las sanciones alcanzaron a nuestro criptoactivo y el gobierno revolucionario, en aras de proteger esta poderosa arma, ha decidido actuar con la mayor cautela para dar el próximo paso en este sentido.

 

Es por eso, que tácitamente no se menciona directamente el Petro en la Ley Constitucional Antibloqueo; solo en el artículo 29 se menciona al final, entre los modos de proteger las transacciones financieras el uso de criptoactivos. El propósito de esta propuesta no es presentar proyectos de leyes como tal, sino presentar un mecanismo articulado que genere la usabilidad nacional e internacional del petro a través de la consolidación de un ecosistema protegido y seguro que garantice su sustentabilidad. De este mecanismo la Asamblea Nacional patriótica que sesionará a partir del 2021, deberá crear una serie de Leyes y acuerdos internacionales que otorgue el accionar jurídico necesario a la presente propuesta. Es así como se presentan tres pasos para lograr la mencionada transabilidad de nuestro criptoactivo.

 

Primer  Paso: Generar la Usabilidad Interna del Petro.

El artículo 318 de la Constitución Nacional establece que la unidad monetaria nacional es el Bolívar, pero también hace mención al caso que se intuya una moneda común en el marco de la integración latinoamericana y Caribeña, afirmando que esta podrá adoptarse. Nuestro Bolívar es y seguirá siendo nuestra moneda nacional y el Petro será el apalancamiento para fortalecer el valor de este signo monetario, que tiene, nada más y nada menos que el apellido del libertador de América. Lo primero que hay que lograr es generar una usabilidad interna que estimule su capitalización, es decir, la compra masiva en cualquiera de los dos mercados; el primario a través de la plataforma patria o del banco de Venezuela y el secundario mediante las exchenges autorizadas. 

 

Pero ¿cómo se logra esto? Para comenzar debemos olvidarnos de los sueldos y salarios en Petro a primeras de cambio; el órgano emisor que es el Estado no puede gastar sus 100 millones de monedas encriptados para pagar una nómina; lejos de eso, se debe estimular que los bolívares se usen para adquirir PTR ¿Para qué?  Para pagar los impuestos, los servicios del estado, las bolsas o caja CLAP, las viviendas que se deben cancelar en la Gran Misión Vivienda, la gasolina, los productos de mi casa bien equipada, las computadoras VIT y otros que propondré más adelante, que se deberán pagar en PTR, algunos casos exclusivamente y otros con llamativos descuentos. Igual para visitar o vivir en algunas de las Zonas Exclusivas Petro a las cuales les haré mención en breve.

 

Para esto debe surgir una Ley Orgánica que autorice el pago de estos servicios y productos en nuestro criptoactivo. Hagamos un ejercicio mental; un ciudadano común debe pagar impuestos o comprar gasolina, sí lo hace en PTR tendrá una descuento por aplicar esta forma de pago, si necesita hacer un registro en el SAREM o sacar un pasaporte, tendrá que hacerlo exclusivamente en PTR, cuando vaya a cancelar el recibo de la luz, agua, CANTV o recarga Movilnet, tendrá la opción de hacerlo a través de la plataforma patria o banco de Venezuela con PTR. Para los beneficiarios de la Gran Misión Vivienda, estos pagos mensuales deberán hacerse en PTR (a cómodas cuotas), pero los que deseen obtener una vivienda a través de esta Misión, tendrán como requisito indispensable poseer una wallet Petro con un monto determinado.

 

Digamos que un docente desee una computadora VIT o un obrero uno de los productos de Mi Casa Bien Equipada, su pago deberá hacerse en PTR. Pero avancemos un poco más en el ejercicio mental y visualicemos un sistema de líneas de transporte terrestre nacional de la Gran Misión Transporte y se pueda recargar una tarjeta a través de Internet usando el Petro. Pero qué tal si se le ofrece este servicio a todo el transporte público, respaldando el intercambio a través de una proveeduría de repuestos que acepte Petros, es decir que venda repuestos, cauchos y aceite en PTR y además ofrezca una pasarela de pago en bolívares. Esto solo para hablar de las Personas Naturales, emprendedores y empresas del estado.

 

Ahora, las empresas privadas, comercios, fincas, hatos, agroindustrias, entre otros; si contaran con instituciones del estado como Agro Sur, para insumos agrícolas, pecuarios y pesqueros o una mega distribuidora de alimentos agroindustriales con sedes en las 24 entidades federales que reciba PTR en forma de pago. A parte que podrán pagar sus impuestos, servicios, combustible, entre otros, en Petro a un precio estable de 60 $ por PTR en su conversión en bolívares (esto mientras se consolide el ecosistema), podrían acceder a materia prima o renovación de inventario usando nuestro criptoactivo.

 

A todo esto, añádanle algo llamado las Zonas Exclusivas Petro, ya anunciadas por el presidente Nicolás Maduro. Estas son extensiones territoriales delimitadas, cuidadosamente seleccionada por su potencialidad turística y comercial, donde se consolide una transabilidad al 100% de los bienes y servicios en PTR ¿Cómo se logra esto? Identificando cada uno de los comercios, empresas de servicios, industrias, entre otros, dentro de la zona y garantizándole una pasarela de pago segura (recuerde que cada petro será comprado y de allí el respaldo). Además la garantía de operadoras de servicios internet confiable y los dispositivos para el pago rápido y fácil. Quiere decir que cualquiera que se encuentre en una zona exclusiva Petro como residente o visitante, podrá transar en este criptoactivo sin ningún problema.  

 

En este mismo orden, en una audaz jugada maestra y con las variables a nuestro favor; el gobierno revolucionario bien podría impulsar empresas del Estado, mixtas, comunales, entre otras (en el marco del proyecto socialista bolivariano), de diferentes índoles (pequeñas, medianas y grandes) y rubros (textil, calzado, productos de limpieza, aseo personal, alimentos); que trancen con Petros en un ecosistema de intercambio efectivo por la altísima capitalización de nuestra criptomoneda. 

 

¿Qué sucedería en este caso? Sencillamente tendríamos una capitalización de compras de Petros en bolívares, respaldando cada mene de PTR, en su valor monetario fiat para su conversión nuevamente de modo que se pueda usar para cancelar nómina de empleados públicos y todo lo que se necesite. Solamente con la compra de gasolina, la adquisición de viviendas, electrodomésticos y productos tecnológicos, agrícolas, cancelación de internet y telefonía; se garantizaría una demanda importante, sin mencionar los alimentos CLAP, los impuestos, los servicios y tramites del estado, las Zonas Exclusivas entre otros. Pero, para eso se requiere una base jurídica donde se incluya una Ley Especial de las Zonas Exclusivas Petros.

 

Recordemos que el país se encuentra en una situación de asedio y bloqueo que impide inversiones importantes en cuanto importaciones para hacer que empresas como agro sur, la propuesta distribuidora de alimentos o el suministro de gasolina, preste un excelente servicio a las empresas públicas, privadas, comunales o personas naturales para que compren en petro. Allí está el reto del estado; en consolidar las alianzas necesarias que permita como lo ha hecho hasta ahora, traer la gasolina, los repuestos e insumos para las refinerías, los productos agrícolas y pecuarios y los alimentos; en un acto de brillante valentía; que ahora lo harán para impulsar la usabilidad interna del Petro. De estas alianzas hablaré más adelante.  

 

Por otra parte, al vislumbrarse una demanda importante de PTR, se podría deducir que se devaluaría rápidamente el valor del bolívar frente a nuestra criptomoneda; para ello el petro debe ser una estabilcoin, es decir mantener el valor del PTR en bolívares tanto como se pueda; esto se ayuda con el mecanismo de usabilidad internacional que explicaré a continuación. Además, tanto el Petro como el Bolívar tienen el mismo ente emisor, por lo tanto será posible mantener la estabilidad del cambio, que a primera de cambios será difícil por la devaluación continúa del bolívar frente al dólar; pero con una eminente capitalización del petro y reducción de la demanda de dólares podría controlarse tal devaluación.

 

Segundo Paso: Lograr la Usabilidad Internacional.

Este paso presenta el mayor de los retos para el Estado venezolano, pero también representa un esfuerzo diplomático que bien vale la pena afrontar. En la actualidad los Estados Unidos posee una lista de países sancionados y bloqueados unilateralmente que haciende a unas 20 naciones, este podría ser el punto de partida para iniciar una serie alianzas y progresivos acuerdos internacionales que permita la complementariedad entre estos países donde se encuentra la República Bolivariana de Venezuela.  Además existen comunidades como Petrocaribe y el ALBA donde Venezuela posee una importante influencia.  

 

Se plantea la posibilidad de crear un sistema comercial alternativo que se coordine con los otros (también alternativos) ya existentes, al mismo tiempo que se busque la integración con grupos como a Organización de Cooperación de Shanghái, los BRICS y otras parecidas o que se puedan crear en el marco de esta coyuntura. 

 

En este orden de ideas entra la usabilidad internacional del Petro. En primer lugar se debe establecer acuerdos diplomáticos y comerciales con estos países, tales como Rusia, China, Irán, Turquía, Corea del Norte, Bielorrusia, Nicaragua, Bolivia, Cuba, entre muchos otros. El acuerdo comercial consiste en presentar los commodities del petro en estos países y ofrecerlos a valor de PTR, además de presentar las plataformas tipo exchanges para su adquisición. Estas plataformas pueden ser de dos tipos, una en el mercado primario conformado por Patria Exchange (propuesta por el presidente Maduro) donde el país aliado pueda adquirir la criptomoneda con sus monedas nacionales y un mercado secundario conformada por exchenges privadas que se quieran sumar a estos intercambios.

 

Coloquemos este ejemplo, Rusia tiene interés en comprar oro, cortan, hierro o aluminio venezolano, China Petróleo, Turquía productos agrícolas, Irán desea usar a nuestro país como destino turístico; el acuerdo incluye la transacción con Petros. Para ello el país interesado en las exportaciones venezolanas debe adquirir sus PTR en cualquiera de los dos mercados con sus monedas soberanas y Venezuela podrá comprar en esos países (aliados) los productos que necesite con las monedas nacionales obtenidas a través de la venta de PTR, es así como en estas transacciones no se usa el dólar o el euro necesariamente, todo esto bajo la rigurosidad sumariar que plantea la Ley Antibloqueo. Recuerde que la Blockchain es transparente pero resguarda la identidad de los usuarios.

 

Para que esto sea posible hace falta adecuar una serie de aspectos elementales, como por ejemplo: la firma de acuerdos internacionales entre estados soberanos sometidos a las medidas coercitivas unilaterales y otros interesados; el perfeccionamiento de la plataforma patria para convertirla en  una confiable Exchange; la articulación, en el marco de los acuerdos, entre los estados nacionales y sus empresas para las transacciones; la apertura de cuentas internacionales en los bancos de los países aliados en sus monedas soberanas; además de la coordinación naviera para el transporte de las importaciones y exportaciones de forma segura.

 

Para que esto sea posible, además del esfuerzo diplomático de primer nivel, es necesario la promulgación de leyes por la nueva Asamblea Nacional para darle rango legal a estas operaciones en el marco del artículo 29 de la Ley Antibloqueo, además de los acuerdos y tratados internacionales. Entonces, leyes orgánicas como la de transacciones internacionales por canales alternativos y la celebración de acuerdos internacionales le darán paso a la tercera fase de usabilidad y transabilidad del Petro, como lo es la creación de lo que he llamado la mega plataforma transestatal Orinoquia Chelyad Yùnshū que explicaré en el próximo aparte.

 

Tercer Paso: la Creación de Orinoquia Chelyad Yùnshū.

Orinoquia Chelyad Yùnshū o simplemente Orinoquia, es una propuesta para una gigantesca plataforma tecnológica y operativa creada por el estado Venezolano y los Estados Soberanos aliados como Rusia, China, Irán, entre otros; muy parecido a lo que es hoy Amazon. Esto significa que Orinoquia es, más que una transnacional, una Transestatal. Entre las capacidades de esta mega plataforma se encuentra:

 

·         La compra y venta vía web de bienes y servicios con Petros convertibles a la moneda local de cada país aliado.

·         La administración, promoción y expansión de redes sociales rusas, chinas, venezolanas y de otros países aliados en los idiomas que sean necesario como alternativa a las redes sociales ya conocidas.

·         La creación de nuevas redes y plataformas especializadas en el intercambio de saberes del campo educativo, cultural, de la medicina, ciencia, tecnología, entre otros; a través de aulas virtuales. Es decir, superuniversidades digitales dedicada a la formación en todos los niveles con títulos certificados y reconocidos por los países aliados, cuya moneda de intercambio sea el petro y otras criptos.

·         La producción y distribución de películas, series y miniseries, que puedan ser adquiridas fácil y legalmente a través de Petros y otras monedas.

·         El diseño, promoción y distribución de programas, juegos, plataformas que puedan ser adquiridas a través de PTR y otras criptos.

·         La administración páginas de inversión, faucet, Casinos digitales, páginas de trabajo por internet y otras parecidas donde se pueda invertir y ganar en PTR, monedas locales de los países aliados y otras criptos.

·         El enlace con páginas web de empresas, instituciones de los estados aliados, ONG, entre otros.

·         Creación y administración de nuevos buscadores, correos y similares.

·         Creación de páginas para la construcción del conocimiento y la información (algo parecido a Wikipedia) y otras para la publicación de libros digitales (editorial digital).  

·         Compras y ventas corporativas entre empresas, instituciones y países aliados a través de Petros y monedas convertibles a Petros.

·         Conexión y articulación con Patria Exchange (una posible Exchange del estado venezolano) y todas las exchanges que trancen con PTR y las monedas locales de los países aliados.

·         Articulación con las navieras mercantes y las líneas áreas que se encuentran dentro de los acuerdos entre los países aliados.

·         Entre otras.

 

La única condición para registrase en Orinoquia Chelyad Yùnshū será poseer una cuenta verificable en PTR, además de los demás requisitos de confirmación de identidad requeridos. Como es posible visualizar esta mega plataforma se concibe como un internet dentro del internet y su consolidación implica un gigantesco esfuerzo tecnológico además de la multimillonaria inversión económica que solo es posible con una alianza internacional, donde es imprescindible la experiencia en este campo de Rusia y China.

 

Imaginemos que ya consolidada la plataforma un usuario (persona natural) residenciado en Terán ingrese a Orinoquia porque está en un curso de español en una de las universidades de esta red; antes adquiere la última versión de un juego chino del cual es fanático y compra una película de sello nicaragüense; al estar en sus clases, durante el receso, se pasea por los productos que ofrece la plataforma y le llama la atención una marca de café venezolano que le recomendaron y decide comprar un kilo. Hace el pago correspondiente en PTR, que fueron adquiridos con su moneda local y el sistema registra su compra con el tiempo en el cual llegará el producto a su país, además en que sucursal de Orinoquia podrá retirar el café o en qué tiempo llegará el pedido a su residencia, si así lo desea.

 

En otro caso; la República Popular China, desea saldar el pago de 1 millón de barriles de crudo enviado por Venezuela, cuya solicitud se realizó a través de Orinoquia, ellos hacen el pago de 16000 PTR, de sus cuentas en Petros que fueron adquiridas con miles de millones de Yuanes. El monto en PTR ingresa a las cuentas de Venezuela que necesita comprar insulina a la India y a través de Orinoquia el ministerio del poder popular para el comercio exterior busca la farmacéutica registrada que vende el producto. Esta tiene el precio del producto en rupias y su equivalente en PTR. El gobierno cancela el monto en PTR a la plataforma Orinoquia y esta con sus cuentas bancarias de la India cancela el producto en su moneda local.

 

En este segundo caso se puede observar que Orinoquia posee cuentas en las monedas locales de los países y cancela en ellas, aun cuando el pago en la plataforma se hace en PTR. Los Petros ingresados a Orinoquia Chelyad Yùnshū son llevados a las exchanges donde son ofertados a los demandantes (países aliados, traden, entre otros) los compran con sus monedas locales para comprar petróleo, oro, cortan, productos agrícolas de Venezuela, a través de la plataforma Orinoquia.

 

Un tercer ejemplo lo podemos ubicar aquí en Venezuela. Un zuliano usuario de Orinoquia puede hacer sus compras en PTR a cualquiera de las empresas nacionales e internacionales registradas. En primera instancia desea compara un teléfono celular en 1,2 PTR de una tienda ubicada en la isla de Margarita, hace la compra y recibe la confirmación de su pago. Este lo recibirá en tres días a la oficina más cercana a su residencia. Luego revisa el precio de las laptops y decide adquirir un equipo de una tienda China, hace el pago y el sistema le indica que en cuatro meses podrá tener su equipo. 

 

La Plataforma Orinoquia Chelyad Yùnshū, como se observa en esta explicación, posee un sinfín de aplicaciones descargas, compras, ventas, publicación, intercambio cultural, social, económico y financiero. De una forma aporta al nuevo mundo alternativo que busca emanciparse de la hegemonía imperante. Su consolidación ofrece al estado venezolano una salida al sistema comercial convencional donde nos encontramos seriamente asediado. Es necesario que la nueva Asamblea Nacional acoja esta propuesta y dé forma jurídica a la plataforma Orinoquia Chelyad Yùnshū, está más que una ley orgánica debe consolidarse con acuerdos internacionales entre los países aliados.

 

Estos tres pasos mencionados, para impulsar la usabilidad del petro tanto nacional como internacionalmente requiere de un acto de fe y valentía revolucionaria, ya que se estaría apostando a nuestra criptomoneda y esperar una fuerte disminución en el ingreso de dólares a las arcas del Estado. Ingresos en dólares que ya disminuyen drásticamente y se hace difícil de transarlo en el mercado mundial. Sin embargo la cautela debe ser determinante en este proceso. Para justificar y sustentar lo antes dicho, lo expreso en los próximos apartes:

 

Venezuela, país rico pero sin dinero.

Las medidas coercitivas unilaterales de los Estados Unidos a Venezuela, no solo ha cuartado las transacciones internacionales del país; sino que al apropiarse de los recursos soberanos ha dilapidado las reservas internacionales, inclusive la posibilidad de fortalecer el circulante nacional. Esto significa que el país no cuenta con liquidez para hacer sus compras y saldar sus compromisos.

 

En este sentido, si no se puede pagar con dinero fiat, hay que recurrir a los recursos naturales. En el caso de Venezuela, se estima una riqueza de unos 72 billones de dólares, es decir, 72 con doce ceros. Claro, más del 99% se encuentra en el subsuelo. Sin embargo se pudiera exportar 3 millones de barriles de petróleo diario (superando una serie de obstáculos), además puede exportar unas 14 millones de toneladas de hierro y unas 1200 toneladas de coltán al año; tiene unas reservas de 10 mil toneladas de aluminio se encuentran en sus almacenes y unas 300 toneladas de oro en las arcas del Banco Central de Venezuela. Además de productos agrícolas, pecuarios y pesqueros con calidad de exportación, entre muchos otros.

 

Usar productos de exportación para comprar bienes y servicios en otros países no es nada nuevo, se ha hecho en muchas oportunidades por muchos países, a través de acuerdos. En este caso se plante usar el petro como un intermediario del intercambio. Es decir, el país demandante de recursos venezolanos puede comprar los criptoactivos y estos (de concordancia al acuerdo internacional) servirán para comprar productos en esos países cuando se requiera, pagando con PTR o con sus monedas soberanas al intercambiarse los PTR. Por lo tanto cada país aliado (que se encuentre igualmente sancionado o no), tendrá cuentas en sus bancos del estado venezolano, las cuales fueron adquiridas con las ventas de PTR para la compra de productos Venezolanos.

 

Cabe destacar que se presenta otro reto, mantener el equilibrio en la balanza comercial entre las reservas en monedas locales de los países aliados y la demanda de los productos. Es por eso que las alianzas deben ser fortalecidas no solo con el intercambio entre Venezuela y el país aliado, sino entre todos los países de la comunidad Orinoquia. Esto significa que se puede hacer comercio con cualquier país involucrado en el sistema, usando la mencionada plataforma. Aquí vuelve a relucir las riquezas Venezolanas que son la garantía del respaldo de la participación de nuestro país en este novedoso proceso.

 

Leyes para impulsar la usabilidad del Petro.

La Nueva Asamblea Nacional, podrá determinar la nueva batería jurídica que respaldará el uso nacional e internacional del petro con Leyes Orgánicas, Especiales y acuerdos internacionales como la Uso del Petro dentro de Venezuela, Zonas Exclusivas Petro, Sistema comercial internacional del Petro, Creación de la transestatal Orinoquia Chelyad Yùnshū, entre muchas otras.

 

No se trata de generar un cambio brusco en nuestras relaciones comerciales (ya agonizantes), sino en tener una ruta de escape a las medidas coercitivas unilaterales de los Estados Unidos a través del Petro; es por lo tanto que se debe generar un cambio de estructura cauteloso pero firme. El estado debe comenzar a tener fe en su creación, empezar a aceptar el PTR en los programas subsidiados ¿Qué podría perder si ya son subsidiados? Es por eso que un gancho iniciar para generar compras de Petros es la adquisición de  la bolsa y caja CLAP, cancelación o adquisición de Viviendas de la conocida Misión socialista, la compra de gasolina. Al ver una capitalización de la demanda del criptoactivo ir paulatinamente incluyendo y creando nuevos escenarios para usabilidad.

 

El sistema comercial ya debe ir sustituyendo los puntos de ventas convencionales por soluciones alternativas como los lectores biométricos, tarjetas prepagadas, tarjetas recalgables, pago de servicio por internet, pagos con mensajería de texto, donde el PTR sea la forma de pago. Para esto se requiere una Ley. La plataforma Orinoquia requiere de un enorme apoyo técnico y financiero de países aliados como Rusia y China, pero ya existen experiencias dentro de Venezuela como mercado libre y más recientemente Petro Shop, este puede ser un inicio. Por otra parte las zonas exclusivas Petro no tienen que comenzar como extensos espacios geográficos; pueden ser pequeñas jurisdicciones controlables que se extiendan conforme tenga éxito el proyecto.

 

En cuento la usabilidad internacional debe aplicarse con la misma rigurosidad y cautela ofrecer nuestros productos de exportación a estos países, total o parcialmente en PTR, para que esos gobiernos sirvan de enlace para adquirir productos a sus empresas para adquirir sus productos. Creo se puede avanzar en este sentido a paso firme pero seguro, con la velocidad que permita la coyuntura pero con la valentía necesaria para tal fin.

 

En Todo esto ¿Dónde queda el Bolívar?

Como pueden observar, nuestro signo monetario, ya devaluado y golpeado con una violencia sin precedente, se presenta como un valor para la adquisición del petro (dentro de Venezuela) y su circulación se ve disminuida al existir otras Forma de acceder a bienes y servicios, siempre haciendo el cambio bolívar – petro. Esto no busca eliminar progresivamente el uso del bolívar si no proteger la moneda (billetes físicos) para su progresivo fortalecimiento. Recordemos que cada bolívar se cambia en PTR, es un bolívar que le quitas al dólar, al disminuir a demanda de dólares se estabiliza el cambio (al menos en la teoría).

 

Esto no significa que al cambiar mis bolívares por PTR para comprar gasolina o pagar los alimentos del CLAP, voy a fortalecer el signo monetario nacional directamente en una honda deflacionaria; pero mientras más bienes y servicios se adquieran con PTR menos uso directo le doy al bolívar y protejo el circulante. La pregunta sería ¿Cuándo fortalezco el bolívar?

 

La transabilidad internacional el PTR en comunidades como la Organización de Cooperación de Shanghái, Petrocaribe, el Alba, los BRICS, entre otros o un eminente grupo de países bloqueados por los Estados Unidos; le abre las puerta a una reevaluación  del bolívar, al tiempo que se podría asignar un valor fijo de intercambio y un progresivo fortalecimiento.

 

Esto en aras, de ya no una reconversión monetaria, sino una transformación en el valor de cambio nacional. Yo he pensado en dos alternativas: una, el Bolívar Oro, con un valor fijo de 0,33 gramos de oro por unidad monetaria, lo que daría lugar a una emisión de 900 millones, aumentable conforme aumente las reservas auríferas de Venezuela en el Banco Central. La Otra alternativa es el Bolívar Petro, una representación fiat del Petro, donde se establezca un valor fijo de 100 Bolívares Petro (fiat) por un Petro  (encriptado).

 

Sin embargo, aunque el horizonte es este. Lo primero que hay que hacer es ir consolidando las alianzas y lograr algún tipo de demanda internacional a corto plazo para así comenzar a afianzar el uso de nuestra criptodivisa. El trabajo es arduo, pero los primeros pasos positivos traerán beneficios inmediatos que serán incrementados en la medida que se consoliden más alianzas.

 

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