Ciudadanía bajo el enfoque de la Pedagogía Crítica.
En una oportunidad, un individuo, fue capturado infraganti por un oficial de policía, cometiendo un delito. El agente en garantía de los derechos civiles del infractor, se refiere a este como ciudadano, dándole un trato digno y aplica el procedimiento para la aprensión. La ciudadanía, constituye una categoría aplicable a los miembros de la sociedad, es decir a las personas que pertenecen a un espacio urbano, civilizado e institucionalizado. La Constitución de Venezuela (a partir del artículo 41), establece que la ciudadanía corresponde a todas las personas nacidas en el país o naturalizadas (nacionalizadas); esto le confiere ser sujetos de derecho, así lo establece el artículo 39 de la mencionada carta magna.
Sin embargo, si se revisa la aplicación del término ciudadanía en la historia, es común estudiar la sociedad de la antigua Grecia. Esta Civilización, ya es considerada la cuna de la democracia, es decir, el poder ejercido directamente por el pueblo o mejor dicho por los ciudadanos. En este sentido ¿Quiénes son los ciudadanos? Estos eran, los habitantes libres de sexo masculino, nacidos en la polis (ciudad – Estado), lo cual deja fuera a los esclavos, extranjeros y hasta las mujeres. Es así como se observa, a primeras de cambio; una concepción burguesa de la ciudadanía desde sus inicios.
Por otra parte, no solo es una concepción burguesa, también es hegemónica y reproductora de un sistema opresor (en muchos casos). En la Venezuela colonial solo algunos centros poblados lograban la categoría de ciudad y en la republicana del siglo XIX, se consideran ciudadanos a los venezolanos, libres y con propiedades. Aún en estos días, con todos los avances y luchas por lograr la igualdad; sí los habitantes de las ciudades son ciudadanos ¿cómo se le diría a los habitantes de las zonas rurales, campos, caseríos y aldeas indígenas? El mismo presidente Chávez, en algunos de sus discursos habló de considerar ciudad a todos los centros poblados y en el léxico de gobierno revolucionario se asoma la construcción de las ciudades comunales, como máxima expresión organizativa de las comunas.
La propuesta educativa que realiza el Ministerio del Poder para la Educación, a través del Programa Nacional de Formación de la Micro – Misión Simón Rodríguez, propone el área de Memoria, Territorio y Ciudadanía, como alternativa pedagógica de las Ciencias Sociales tradicionales, que se presentan parceladas y atomizadas en disciplinas, estudiando la realidad, sin hacer esfuerzo por transformarla. Es así, como la Historiografía distante, memorística, positivista, se transforma en la memoria, que parte del mismo estudiante de forma retrospectiva a diferentes contextos; la geografía, de observación, de medición, de representación se sustituye por el territorio, transdiciplinario, vinculado con las raíces y la soberanía.
Por otra parte, ante la Formación cívica y ciudadana, normada, hegemónica y conservadora, se propone una concepción prácticamente idéntica: “Ciudadanía”. En este particular, se pretende proponer una categoría alejada de la sociedad sumisa, la democracia representativa y el gobierno de una clase oligarca por encima de las grandes mayorías. De este modo se presenta como propuesta contra – hegemónica, un elemento que rompa con el enfoque kelsiano del imperio de la ley sobre la sociedad representado en el siguiente esquema (Fig. 1):
El esquema Fig. 1, sintetiza lo que es la pirámide de Kelsen y establece un poder político que configura la carta magna, este a la vez, institucionaliza un estado que posee mecanismos para que la ciudadanía conforme el nuevo poder político legislativo que redactan las leyes y el ejecutivo que promulga decretos. La ciudadanía queda en la parte más baja de la estructura jurídica creando acuerdos. Ante esto se presenta la propuesta venezolana; establecida en la constitución nacional en el artículo 347. Donde el poder constituyente, no está en manos de una burguesía, sino de la sociedad. Es así como se vislumbra la Fig. 2:
En este orden de ideas, se observan dos poderes, tributario uno del otro: el poder constituido (el estado) y el poder constituyente (el pueblo venezolano). En tal sentido y en virtud, de la cultura de empoderamiento de la sociedad para renovar y transformar el estado, se plantea la categoría de “Participación”, en el marco del Programa Nacional de Formación de la Micro - Misión Simón Rodríguez, quedando el área de Formación como Memoria, Territorio y Participación; con el contenido epistemológico, axiológico y ontológico del término. Es así como se niega la ciudadanía pasiva, sumisa y reproductora de un sistema y se coloca como alternativa la participación, como el más genuino ejemplo de la cultura revolucionaria venezolana.