Educación en Narnia.

En verdad sé que nuestros hermanos docentes poseen un llamado vocacional excepcional y un alto nivel de compromiso ético, bueno, muchos de ellos; pero aun así no entiendo la realidad que plantean dentro de esos grupos de guasáp y telegram, pareciera que cuando entras y lees en un grupo de esos, estuvieras en una realidad paralela, bizarra y distinta en la que nuestros hermanos docentes viven el sueño de los Pevensie en Narnia o Alicia en el país de las maravillas.

No sé si es que realmente creen hacer algo bueno al seguir la corriente a los directivos pichones de mostro;  o si es que están convencidos de estar haciendo una labor admirable dándole continuidad a algo que es insostenible y contario a lo planteado por la verdadera Revolución; o si es que tienen tanto y tanto miedo de perder su cargo después de haber luchado igual para conseguirlo; o no se si es acaso que no están conscientes de su potencial generador de cambios y reacciones sociales lo cual los hace responsables directos de la prolongación de la situación actual; o no se si es que en realidad son unos grandes hipócritas o consumados actores que dan rienda suelta a sus capacidades histriónicas dentro de cada uno de esos mundos paralelos que son esos grupos de guasáp: ESTOY DESCONCERTADO, de lo que si estoy seguro es que al igual que los Pevensie y Alicia, deben volver a la realidad en algún momento.

Así que cual saga holliwoodense para niños, para otros que no lo son tanto, y también para los que se esconden tras una actitud infantil, cobarde e inmadura de no mirar de frente a lo que te asusta, me comprometo a realizar un complemento de esta nota dedicada a la realidad alternativa que viven muchos de nuestros hermanos colegas docentes en Venezuela, desde la óptica de la saga de Narnia y las aventuras de los Pevensie. Imagínense solo el primer capitulo, EL ROPERO.