Quiero comenzar el texto de hoy con una pequeña reflexión que hice en una red social personal:
Oye, ve a pasear al perro. Mientras tanto, déjame contarte el texto.
Llegó un hombre que se parece más a un armario duplex: alto, fuerte y con su perro en brazos. Todos los veterinarios se detuvieron a verlo. Ahora está sentado aquí, a unos 2 metros de mí, y llora como un niño.
No hay sexo, raza, credo o color. Todos somos iguales y estamos hechos del mismo material. Todos sufrimos la pérdida y no hay forma de medir ese dolor.
El dolor del adiós, solo sabe quien da.
Esto sucedió mientras esperaba atención en una clínica veterinaria.
Pensaba en todo lo que vivía este hombre con su compañero. ¿Experimentó viajes? ¿Excursiones? Conversaciones? Besabafos? ¿Estás bromeando? ¿Tendrá fotos de momentos especiales con este perro? ¡Ciertamente si!
Un animal no entra y sale de nuestra vida en vano. Al contrario, siempre nos dejan una enseñanza.
Tenía un gato negro muy enfermo. Tenía un reloj biológico increíble y siempre conocía su horario de medicación. Se acercó a nosotros, se envolvió alrededor de nuestra pierna y ya sabíamos que era hora de darnos la medicación. Tenía varios problemas de salud de los que nos estábamos ocupando a medida que aparecían. La vida nunca fue fácil para él, pero siempre fue un gatito muy cariñoso y cariñoso. Devaldinho, nuestro gatito, nunca será olvidado.
Charlene, llegaste a casa a la hora del almuerzo. Quedó embarazada y tuvo hambre y la adoptamos. ¡Charlene fue la mejor madre felina que he visto en mi vida! Ella tuvo a sus cachorros de manera segura y, cuando fue autorizado por el veterinario, fue llevada a castrar. Decidimos dejarla con un amigo durante una semana (trabajábamos afuera y no teníamos forma de broncearnos durante el día). Cuando regresó, no se olvidó de sus cachorros y comenzó a producir leche nuevamente, pero eso es hablar para otro día ...
Estos fueron solo algunos casos en los que podemos ver fuerza, determinación, coraje, voluntad de vivir y esperanza. Confieso que por mucho menos, renuncié a algunas cosas.
En mi opinión, un animal nos hace más sensibles a los sentimientos de los demás. No somos únicos en este planeta, pero somos los seres más grandes. Es nuestra responsabilidad cuidar y cuidar su bienestar. O mejor dicho, más que responsabilidad, es nuestra obligación, ya hemos logrado albergar aproximadamente 6.500 animales. ¡Esto es muy bueno, nos hace muy felices! Pero cuando vemos que tenemos más de 8 mil esperando un hogar, nos damos cuenta de que apenas estamos comenzando un largo camino.
También soy voluntario en una feria de adopción que se realiza en Niterói / RJ y me parece muy divertido lo que la gente pregunta cuando llega: “¿Tienes perro? ¿Pero el perro ladra mucho? ¿Ese gato maúlla por la noche? pero sigo pensando que si tuviera un perro de pura raza, ¿preguntarían si ladra mucho? Si el gato fuera una raza, ¿preguntarían si es de noche? Ah, pero yo me respondo: ¡no preguntarían!
Chicos, asumamos la responsabilidad de nosotros mismos. Abra su corazón para la adopción, independientemente de la raza o el color del animal. Puedes adoptar en nuestra web, sacar un animal de la calle, buscar una ONG, refugio, con un protector independiente, en fin, hay tantas formas de hacer el bien. Estas mascotas sufren tanto de hambre, frío, violencia gratuita, indiferencia ... ¡Merecen ser felices incluso sin pedigrí!
No lo olvides: no hay animal callejero, hay animales que han sido abandonados.
Haz todo lo posible por tu mascota: amar, mimar, jugar y cuidar porque no son eternos y cuando se van, se hacen parte de nosotros con ellos.
¡Hasta la próxima!