El poder es la capacidad de actuar.
Cuando entregas tu poder, lo que haces es quitarte el punto de referencia y ponerlo ahí, para aquello a lo que le das tu poder. Ahora bien, esto es importante porque, para ser poderoso, necesita tener la capacidad de tomar decisiones que provengan de su voluntad (no de otra persona) y activar esas opciones, si lo desea, que es el poder. Entonces, una pregunta pertinente ahora, que es un adulto, es: "¿Tiene la capacidad de tomar decisiones que provienen de su voluntad y activar esas opciones si lo desea?"
Si no es así, ¿quién tiene tu poder? ¿Es tu jefe? ¿O es su pareja, su amante o su cónyuge? ¿Tiene el miedo su poder? ¿O ha cedido su poder a costumbres sociales, o instituciones como el gobierno, una religión o una filosofía? ¿Son los médicos o los abogados su poder? ¿O son líderes espirituales como rabinos, sacerdotes, ministros o gurús? ¿Lo entregas a las personas controladoras y dominantes? ¿Ha entregado su poder para reconfortar alimentos, alcohol, drogas u otras formas de escape? ¿Lo diste para cuidar de todos los demás? ¿O dejas que las personas que no están contentas drenan y chupan tu energía? ¿Le diste tu poder al dinero, al tiempo oa la escasez y falta de ellos?
El problema surge del hecho de que, cuando somos niños, a menudo se nos dan definiciones de poder muy distorsionadas y distorsionadas. Se nos ha dicho que no puede tener su punto de referencia como USTED, porque es egoísta. Eso es egoísmo. Esto es malo. Necesitas cuidar, amar y servir a los demás. No pienses en ti mismo, o no agradarás a nadie. Nos dijeron cosas como, "Ah, esa persona es poderosa", pero cuando miramos a esa persona, lo que vimos fue una persona dominante, controladora y vacía. Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que, para ser poderosos, teníamos que ser resilientes, fuertes y tener poder sobre las personas; no queríamos ser uno de esos ', así que rehuimos el poder.
Para que llegue a su poder, debe recuperar su poder de estas definiciones distorsionadas y deformadas. Solo tenías el poder de entregárselo a otros y debes quitárselo a todas las autoridades a las que se lo entregaste.
Prueba esta técnica para recuperar tu poder:
En su mente, vea a la persona o cosa a la que le está dando su energía. Si es una cosa, personifícala.
Imagínese el poder como una bola de luz y extiéndase mentalmente, agarre su poder y tráigalo de vuelta a usted.
Mientras tanto, respire y diga: “El Poder que te di, vuelve a mí. Regresa a mí. "Repite esto tres veces.
Ahora, siente que eres muy grande, de unos 5-6 metros, y mírate mirando a esta persona (o cosa). Te hiciste más grande porque recuperaste tu poder. Note que esta persona (o cosa) no es tan sólida, tan vibrante porque toda la intensidad de su poder era su energía.
En tu mente, agradece a la persona (o cosa) por mostrar dónde diste tu poder y por la oportunidad de recuperarlo.
Así que perdona (a la persona o cosa)
Finalmente, perdónate por haberle dado tu poder a la persona (o cosa).
Nunca eres impotente porque tienes una elección en cada momento. Incluso tenías el poder de tomar la decisión de ser impotente. ¿Por qué no tomar una decisión ahora y ser poderoso? ¿Por qué no utilizar su poder para traerle su punto de referencia y hacer uso de sus fortalezas, sus habilidades, sus dones y sus talentos? Si tiene su poder, encontrará que puede cambiar cualquier cosa.
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