Nuestra amiga Keilla Colombo nos escribió para contar su historia. Ella es una presunta guardiana, pero un día un perro se cruzó en su camino ... ¿Qué pasó? ¿Gatos y perros viviendo juntos? ¿Funciona? ¡Sigue leyendo para conocer todos los detalles!
“Nunca me gustó un perro, mi“ negocio ”es un gato. Siempre lo tuve, rescaté y doné. Había tenido experiencias con perros pero nada extraordinario, jejeje. Hasta que mi suerte cambió ...
Un lunes por la mañana llevé a mi bebé a la guardería, en bicicleta, con mi hijo atado al cabestrillo (esta tela que sujeta al bebé al cuerpo de la madre). En mi camino de regreso por una calle muy transitada, vi algo en la pista desde la distancia: los autos tocando la bocina y desviándose. Era un perro Paré la bici y lo llamé a la acera, vino meneando el rabo y al mismo tiempo con la cabeza gacha. Lo acaricié, amenacé con irme y él vino detrás de mí. La única solución era atarlo al cabestrillo del bebé para poder pedalear y llegar a casa.
Estaba muerta de miedo, ¿cómo podía atarme un perro sin saber si podía atacarme? Mi instinto habló más fuerte. Llegué a casa con él: se llevaba bien con los gatos, se duchaba, buscaba alimento. Tomé fotos y las publiqué en Facebook con la esperanza de que hubiera perdido su hogar. Aún sabiendo que en el punto donde lo encontré, el abandono es común y estaba muy delgado, lleno de garrapatas y suciedad.
Está bien, el perro puede quedarse
La primera noche le dije que se quedaría en el área de lavandería / criadero, ya que nunca apoyé la idea de un perro dentro de la casa. Estaba bien, pero lloró ... Como hacía mucho frío, lo dejé entrar con la condición de que no se subiera al sofá. Imagina que necesitaría un sofá con olor a perro, ¡impensable!
La otra noche ya estaba en el sofá todo holgado. Está bien, adelante, tolero el sofá ... Pero en mi cama, ni siquiera creo ... ¡nananinanão! En la tercera noche, ¿dónde estaba? ¡Tumbado en mi almohada hasta roncar! jajaja
El amor llegó cuando el prejuicio desapareció. No vino ningún dueño y lo llamé Cookie. Era un perro encantador, dócil con mis hijos y gatos, compañero y bien educado, pasó a formar parte de mi familia.
Cookie necesaria para ser donada
Hasta que un mes después, un amigo se en contacto con el deseo de adoptarlo. Como me encontré en una situación financiera y personal difícil, acepté donarlo, ya que sería tratado tan bien como en mi casa. Después de que lo entregué, lloré varias noches, extrañándote en mi cama, extrañándote tu olor, el hedor de tus patas, tu forma de estar cerca de mí ...
Le di refugio temporal a otros perros durante un año y siempre recibí fotos de Biscoito, que pasó a llamarse Spock.
Un día, la dueña se puso en contacto pidiéndome que le diera el hotel a él ya los gatos en su casa, durante 15 días, mientras viajaba.
¡Conté los días hasta que llegó! Y cuando lo abracé, fue como si nunca hubiera salido de mi casa. No devolvérselo, pensé para mí que se podía quedar, no lo sé. ..Una historia de amor que ha renacido ...
El regreso de la galleta
Luego, mi amiga vino a recogerlo y me dijo que la iban a operar y me preguntó si podía cuidarlo por un más. También porque pesa 12 kilos, salta y tiene mucha energía. Acepté siempre y cuando él se quedara conmigo para siempre, jajaja. Y así volvió a formar parte de nuestra loca familia: marido, 2 hijos humanos, 12 hijos felinos y el perro….
Siempre digo que mi amor no son los perros sino Spock / Biscuit. ¡Nuestra conexión es hermosa, amor puro! Es mi tercer hijo, vive en la casa, duerme en la cama conmigo, en mi almohada, juega con mis hijos, respeta a mi marido, se ha apoderado del sofá… Solo felicidad ♡
Si hubiera pedido un perro como lo soñé, ¡no sería tan perfecto! "
¡Dime que a ti también te encantó la historia, esta historia de amor! ¡Haz como Keilla y escribe tu historia para nosotros! mi
Era lunes, la noche estaba fría (8 °). Llego a casa a las 9 pm todos los días y esto no fue diferente. Allí estaba en la puerta de mi vecino, un cachorro de aproximadamente 2 meses. Ella lloró, gimió y tembló mucho. Mi vecino no puede caminar ni cuidar de un cachorro. Conclusión: La llevé a casa y cuando ella y mi hija se vieron fue amor a primera vista. Le expliqué que era solo hasta el día siguiente y que la llevaríamos a la mascota cerca de casa para que la donara. Hoy, 5 meses después, ella todavía está con mi hija que fue ascendida y comenzó a viajar por trabajo, se quedó fuera de casa y necesita donar Katrina. Tiene el corazón roto y llora cada vez que mira al cachorro, pero es la única solución, ya que no hay nadie que se haga cargo y el bicho está sufriendo de largos días de soledad. Katrina recibió este nombre por su temperamento. Es hiperactivo, salta, corre, juega. Es de tamaño mediano, completamente blanco con la mitad de una cara negra y la otra mitad blanca. Es linda. Esta vacunado.