desigualdad durante la pandemia de COVID-19? ¿Peor o es lo mismo?
El problema de la desigualdad es un problema El cliché "los ricos se hacen más ricos, los pobres se vuelven más pobres" parece haberse convertido en una realidad repetida cuando se habla del tema de las disparidades socioeconómicas en la población de Indonesia. Si bien el problema de la desigualdad social aún persiste, la pandemia de COVID-19 está empeorando la situación.
El problema de la desigualdad se presenta en varios aspectos: entre individuos; intergénero; interurbano-urbano; entre regiones; y entre grupos sociales. Mientras tanto, la lucha contra la desigualdad llevará mucho tiempo para que se vean sus efectos. El problema de reducir la desigualdad requiere no solo una solución técnica sino también una base ideológica.
¿Medir la brecha?
En octubre de 2020, el tema de la desigualdad se planteó nuevamente en el informe de Oxfam, "Combatir la desigualdad en los tiempos del COVID-19". Esta organización no gubernamental internacional encontró que la nueva pandemia de coronavirus tuvo un gran impacto en los países que no estaban preparados para manejar una pandemia.
Se considera que solo uno de cada seis países ha asignado suficiente presupuesto para la salud. Entonces, solo un tercio de la fuerza laboral mundial tiene una protección social adecuada, y hay uno de cada tres trabajadores en más de 100 países que no tiene protección ocupacional, como prestaciones por enfermedad. Como resultado, muchas personas se ven afectadas económicamente y la desigualdad económica ha aumentado.
En ese informe, Oxfam llevó a cabo la formulación del índice CRI (El compromiso para reducir la desigualdad). Hay tres pilares en los que se basa el índice: Servicios Públicos, Impuestos y Empleados. Además, este índice luego evalúa una serie de indicadores, a saber, la política gubernamental, la implementación de la política y el impacto de la política en los sectores que caen en los tres pilares (servicio público, progreso fiscal y derechos y salarios de los trabajadores).
Los países con el índice promedio más alto fueron Noruega, Dinamarca y Alemania. El país ocupa la primera, segunda y tercera posición respectivamente. Noruega encabeza la lista en términos de cumplimiento de los derechos de los trabajadores (1er lugar), especialmente desde que recortó los impuestos sobre la renta y corporativos en 2000. Mientras tanto, Dinamarca advirtió a las corporaciones que no recibirán rescates ni asistencia pospandémica. , si no paga impuestos.
Alemania ocupa un lugar destacado en el aspecto del servicio público (puesto 5). Una de las agendas políticas en Alemania es imponer mayores impuestos sobre la propiedad a los ricos para financiar la deuda pública que aumentó después de la crisis financiera de 2008.
Aunque todavía es una observación preliminar, las altas clasificaciones de Dinamarca y Noruega pueden estar correlacionadas con el impacto de la pandemia de coronavirus en estos dos países. Dinamarca 'solo' registró alrededor de 32,4 mil casos de COVID-19 el 12 de octubre de 2020. El país tampoco ha registrado ningún caso nuevo hasta el día de hoy. Es importante señalar que la proporción de la prueba danesa por 1 millón de habitantes también es muy grande, 751 491 con una población de 5,7 millones.
Mientras tanto, Noruega solo registró 15,5 mil casos al 12 de octubre. La tasa de prueba del país también es grande, 209.840 por 1 millón de habitantes. En una nota adicional, la población total de Noruega es de alrededor de 5,4 millones. Sin embargo, teniendo en cuenta que la población de los dos países no es tan grande, no es de extrañar que tengan una respuesta rápida y bien dirigida para hacer frente a una pandemia.
Además, algunos de los países con el rango extendido incluyen Sudán del Sur (en el puesto 158) y Nigeria (en el puesto 157). Sin embargo, el peor impacto parece ser para India, a pesar de que el país tiene una calificación de índice promedio no tan mala de 129.
Cuando se detalla, la India tiene el cuarto presupuesto de salud más bajo en comparación con todos los países del mundo. La mayoría de los trabajadores de la India ganan menos de la mitad del salario mínimo; El 71 por ciento de los trabajadores no tiene un contrato de trabajo escrito y el 54 por ciento no recibe un salario a pesar de que se les pide que se retiren (licencia remunerada). Hasta ahora, el manejo de COVID-19 en India también ha sido muy malo con un gran número de muertes y millones de personas cayendo en la pobreza.
Mientras tanto, en la ASEAN, los esfuerzos de Indonesia para luchar contra la desigualdad en 2020 ocupan el cuarto lugar con un ranking mundial de 93. Tailandia ocupa el primer lugar (68 a nivel mundial), Vietnam ocupa el segundo lugar (77 a nivel mundial) y Malasia es tercero (78 a nivel mundial). Si se detalla, Indonesia ha clasificado 111 indicadores de servicio público, 34 en impuestos y 111 en derechos de los trabajadores.
La clasificación de Indonesia en 2020 ha disminuido ligeramente en comparación con 2018 cuando Indonesia ocupaba el puesto 90. Esto se debe a su buen desempeño en impuestos (puesto 23). En 2020, la clasificación de Indonesia en la progresión fiscal descenderá al puesto 34. Esto se debe a que el gobierno ha acelerado la realización de la reducción del impuesto sobre la renta de las sociedades (PPh).
En abril de 2020, el ministro de Finanzas Sri Mulyani dijo que la reducción del impuesto sobre la renta de las empresas del 25 al 22 por ciento ahora podría sentirse inmediatamente en el mundo empresarial, en lugar de esperar a que se ratifique la Ley Ómnibus y solo a partir de 2021. El Por otro lado, Sri Mulyani también aceleró la relajación fiscal en un 3 por ciento adicional para las corporaciones que cotizan en la bolsa de valores o cotizan en bolsa. Según Oxfam, esto ha aumentado la brecha en la desigualdad.
Mientras tanto, Vietnam, que se encuentra en la cima del ranking CRI en la ASEAN, de hecho ha aumentado su presupuesto de salud pública. La recaudación de impuestos del país también es fuerte, especialmente en comparación con los países de la ASEAN. El país tiene un desempeño mediocre en los derechos de los trabajadores, pero si Vietnam implementa inmediatamente la regla de que los trabajadores pueden formar sindicatos, su puntaje en este sector puede aumentar en el futuro.
Vietnam tiene un manejo relativamente bueno de COVID-19 en comparación con otros países de la ASEAN. El país tiene solo 1,110 casos al 12 de octubre de 2020, con 50 casos activos y 35 personas murieron. Luego, este país también realizó una prueba bastante grande, que es de 12.7 mil pruebas por 1 millón de habitantes (la población de Vietnam es de 97.583.242 personas).
Además de realizar pruebas agresivas, el país también está realizando activamente el rastreo de contactos. En Vietnam, el rastreo se lleva a cabo para aquellos que han tenido contacto durante 30 minutos o más con un paciente positivo con COVID-19.
Es esta gravedad la que hace que Vietnam solo registre 1.097 casos después de siete meses de la pandemia de COVID-19 y, por supuesto, les permite centrarse en otras cosas, a saber, la recuperación económica.
En comparación con otros países de la ASEAN, la economía de Vietnam creció más alto en el primer trimestre de 2020, es decir, un 3,82% interanual (interanual). Este país también experimentó una caída muy fuerte en el segundo trimestre de 2020, es decir, 0.36% (interanual) en el contexto de una pandemia. Luego, en el tercer trimestre de 2020, el crecimiento económico de Vietnam volvió a subir hasta alcanzar el 2,62% (interanual).
Mientras tanto, la economía de Indonesia creció un 2,97 por ciento (interanual) en el primer trimestre de este año. En el segundo trimestre, el crecimiento económico de Indonesia fue de menos 5,32 por ciento (interanual).
Esta nota negativa es peor que la predicción del Ministerio de Finanzas de menos 5,1 por ciento.
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