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Bueno, tiempos modernos son los que corren. En este momento podemos hacer una curiosa estadística: Hay más teléfonos inteligentes en la India, que inodoros. Literalmente.
En 10 años esto ha aumentado tanto que existen alrededor de 545 millones de Smartphones en el país asiático, y solo 366 millones de inodoros (no lo digo yo, lo dice la ONU). Esto debido a las facilidades y las nuevas tecnologías, pero eso puede darnos una perspectiva extraña de lo que acá voy a escribir.
Como dato curioso adicional (y todo antes de comenzar con el post en cuestión), es bien sabido que en la India, Apple no es bien recibido por los hindúes, por el contrario, los altos costos de los dispositivos de la manzana mordida hacen que los habitantes de la India prefieran opciones más accesibles que les ofrezcan características similares. Apple es sinónimo de estatus en muchas partes del mundo, y el sólo hecho de tener ese logo en tu dispositivo, genera cierto poder y estilo.
En fin, siguiendo a lo que vamos. ¿Quién diría hace 30 años que toda esta revolución tecnológica sería tan dañina? Sí, dañina. El uso excesivo de teléfonos celulares y su gran alza año tras año ha hecho que muchísima gente (especialmente jóvenes) sientan adicción por el uso de los dispositivos.
La nomofobia (non-mobile-phone-phobia)
En pocas palabras: adicción. Tal cual como cualquier sustancia psicotrópica la adicción a los teléfonos móviles puede ocasionar problemas serios, ya que se crea una dependencia al móvil tan grande, que fácilmente puede generar: estrés, problemas alimenticios, ansiedad, mayor distracción, y muchas cosas más. Hay quienes disminuyen sus horas de descanso y su rendimiento académico, todo gracias al uso desmedido de una pequeña pantalla que cabe en la palma de tu mano.
Con tantas apps que inundan nuestros dispositivos, fácilmente podemos perdernos horas y horas mirando el móvil sin darnos cuenta de lo que sucede alrededor, puede ocurrir la tercera guerra mundial allá afuera, pero un TikTok de un gato nos mantendría distraídos sin problemas.
Que la gran mayoría de usuarios adictos a los smartphones sean jóvenes, tiene su razón de ser. Entran muchos factores a considerar, pero en esta sociedad la mejor forma de resaltar es a través de las redes sociales, de otra forma, no existes. La aceptación social radica en el estatus que tienes dentro de una app, y de cuantos “likes” puedas generar en ella, es la moneda de cambio que la atención juvenil necesita. Aunque no siempre sean jóvenes, porque existen adictos de todas las edades por supuesto.
La realidad de estos individuos se convierte en la ofrecida virtualmente, y poco a poco, se alejan más de la vida real.
Gente cool, con contenido cool.
Los eventos sociales ya no son lo que eran
“Los mantenemos al tanto de nuestra felicidad, sin disfrutar nada delo que mostramos” básicamente se puede definir así los eventos sociales a los cuales la gente que padece nomofobia asiste. Todo hay que grabarlo, postearlo y hacerlo trending a través de un #hashtag, todo eso menos disfrutarlo; tétrico, pero cierto.
Una cena familiar o con amigos, una fiesta, un concierto, un evento deportivo. Nada es disfrutable si no se publica en las redes para un adicto al Smartphone. Ni pensar en el ritual previo a tomarse una foto para que salga “perfecta” porque dentro del mundo virtual es eso, “una vida perfecta” lo que suceda fuera, ya no es relevante.
Cuando no hay acceso a internet
Esto se puede definir como un momento trágico para alguien que no se despegue del móvil. El no poder conectarse a la red, la mala cobertura, el no tener el móvil cerca, cualquier cosa que los “desconecte” por un rato, los hace sentir muy mal. Hay quienes pueden padecer de ataque de pánico al no contar con su teléfono celular, o un ataque de ira, sufrir ansiedad, son casos extremos pero reales. Lamentablemente son cada vez más los casos que se observan.
Esa vida que se vive dentro de una red social es la que los llena, la que los hace sentirse parte del mundo, aunque eso implique alejarse cada vez más y más de la realidad. Lo peor del caso es que es tan imperceptible, que no darse cuenta a tiempo puede significar una tragedia.
La labor de los padres es esencial
No todo es culpa de los chicos, obviamente. Los padres de la nueva era ve los smartphones y sus apps una vía de escape de la responsabilidad de ser padres porque de esa forma “se mantienen distraídos”, ignorando el hecho de que fomentan una conducta negativa en el futuro. Aunque existan apps que limiten el uso del móvil por medio del control parental, puedo tener la certeza de que pocos son los que la usan.
Acá les dejo un link que podría serles de utilidad: Apps para limitar el uso del móvil.
Por otro lado, el hecho de que un niño, e incluso un joven, tenga un perfil en redes sociales, es un problema por donde se le vea. Dejando a un lado la adicción que puede tener, no podemos ignorar el hecho que le abren las puertas a un mundo que puede ser perturbador, si ingresan a donde no deben, ¡he ahí lo fundamental de la labor de ser padres!
Si no existen límites en el hogar, difícilmente (o imposible) los haya fuera. Lo que hoy puede ser una herramienta que mantenga distraídos a los niños, en un futuro va a ser la ventana perfecta a disociarse del mundo real. Queda para la reflexión
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Me parece extraordinario el artículo, la Nomofobia creo yo que es una verdadera pandemia a nivel internacional, por supuesto los casos extremos son menos frecuentes, pero existe una enorme cantidad de individuos que presentan algún grado intermedio de esta ansiedad por mantenerse constantemente utilizando un teléfono inteligente, es algo a lo que la sociedad en general debe prestar mayor atención y plantear el debate de forma pública para que se tomen medidas al respecto, si el grueso de la población tomara conciencia sobre ello, se pudieran generar medidas que impidan que las empresas de redes sociales, utilicen determinados mecanismo dirigidos a convertir a sus usuarios en adictos y hacer que dentro de los algoritmos de estas redes, se impongan métodos para detectar la adicción y contrarrestarla, ese tipo de cosas tienen muchas más probabilidades de ocurrir en un modelo de Web 3.0 signado por el uso de la tecnología Blockchain como el que menciono en mi más reciente artículo sobre la inminente evolución de la web hacia un paradigma diferentes, donde la descentralización de los datos de cada usuario y su protección criptográfica sean la norma y no la excepción como lo es ahora mismo. Saludos, excelente post.