Los fake news conviven con las noticias reales.
Aunque el dicho de que "La realidad supera la ficción" está más que comprobado, porque de hecho lo es (ya saben, cualquier evento de ficción viene porque alguien se inspiró en la realidad, y así ha sido desde los tiempos más antiguos), en plena revolución tecnológica, y con una inmensa cantidad de información que nos inundan nuestros pensamientos, la verdad es que cada vez se nos hace más esquivo saber que es cierto o no, pero sobre todo, que nos impacta más, y de que hablaremos durante más tiempo.
De hecho, ya @Loucy lo había comprobado hace unos días en el canal de noise.cash, donde por mero experimento nos presentó dos noticias que resultaron ser falsas, pero que con un toque de originalidad, cuestionamos la veracidad o falsedad de ambas noticias, al punto de que elegimos dos bandos: el bando de la noticia 1 y el bando de la noticia 2, aunque claro, ambas eran falsas (Bien jugado Lou, bien jugado), pero sencillamente os inclinamos hacia una u otra por plena convicción.
Pero bien, eso era un experimento, pero y ¿qué tal con aquellas que si se hacen con la intención de alertar o engañar a la población? He ahí.
Fake news y su poderoso anzuelo
Pues bien, con la llegada de las redes sociales, esto no hizo sino venir en aumento y cada día hay que agarrar con pinzas lo que se cree, y más si proviene de internet. Y es que vamos, todo se hace tan creíble a veces que uno no cuestiona su veracidad, y es por ello que es tan importante saber como navegar en estos mares de (des)información.
Muchas Fake News tienen como punta de lanza respaldarse por una situación verídica, y transformarlo de manera tal que por lo general genere polémica, alerta y malestar entre la población, por ello, cada que existe una noticia real, vienen consigo una ola de fake news tremendos.
De la realidad a la mentira
Pongamos tres ejemplos grandes que hemos vivido en los últimos años: El incendio del Amazonas, la pandemia, y como no, el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia. Fueron eventos grandes que marcaron un antes y un después en el panorama mundial, y que sí, por si solos sostenían los titulares de los portales de noticias por un buen tiempo pero no, traían consigo una buena mano de Fake News que alarmaron más a la población e incluso, esos mismos Fake News, terminaron teniendo en muchas ocasiones, mas foco de atención que las noticias reales.
En cuanto al incendio del Amazonas (que sin duda fue terrible), es cierto que fue una locura, pero más locura y preocupación causó que se viralizaran fotos que no correspondían, y que se hicieron pasar por ciertas.
O que tal lo que inundó los móviles de mensajes de difusión referentes al Covid, donde afirmaban que X doctor de X país ya había dado la cura del virus con remedios naturales, o que descubrieron que todo era falso, o que ya habían levantado el distanciamiento, o que el virus ocasionaba otra sintomatología no comprobada, y un sin fin de bulos que a día de hoy, siguen acechando a nuestras neuronas.
Y claro, el reciente conflicto entre Rusia y Ucrania, ha traído decenas de fotos mal interpretadas, que dependiendo de quien las maneje, benefician a un bando o a otro.
Mentiras más inocentes, aunque no del todo
Más abajo aún, aquellas cadenas de Whatsapp que siguen llegando dando datos para nada reales, que son bien repartidos por el mundo por un sector de la población susceptible a eso, y que en su mayoría, (pero no todos) son adultos mayores que se asombran al ver que "la NASA ha advertido que apaguen sus celulares, o "si te llega un correo con el siguiente mensaje: Presidente X, hablando, no lo abran porque es un virus peligroso que se roba tu información", y pues nada, todo es falso, y que si nos vamos un poco hacia atrás, era lo mismo que hacían años anteriores pero a través de los correos electrónicos.
Transformando una verdad en un vil bulo
Finalmente, las noticias que son reales, pero que se malinterpretan hasta tal punto que se convierten en Fake News, gracias al amarillismo rimbombante que existe, que es muy real y que le da un puñetazo al periodismo serio, porque sencillamente vende más. Pero de eso prometo que hablaré en una próxima entrega, y si no lo hago, pues me disculpan.
Un ejemplo claro de lo que les hablo, es una polémica reciente, recién salida del horno, y que corresponde a Chile, donde hace poco se presentó un proyecto de ley que, omite la palabra "mujer" por la de persona menstruante", y si que ha generado un revuelo impresionante, y las redes sociales no se han tardado en responder. El problema aquí es, que todo se interpretó de manera errónea, queramos o no.
Si bien no fue viralizado de manera incorrecta por portales de noticias conocidos, perfiles en redes sociales con un gran número de seguidores, si que lo hicieron, y a estas alturas del internet, hay que ser responsables de lo que se dice para no generar confusión, y eso, eso no se practica mucho que digamos en las tres redes sociales más grandes: Twitter, Facebook e Instagram.
Ahora bien, cuando mencioné que los medios serios no difundieron la noticia de manera incorrecta, es cierto, pero lamentablemente, otros, abusaron del amarillismo, y de ahí fue que se hizo eco en las redes sociales, que como siempre, evitaron leer las letras pequeñas del asunto, pero bien, deconstruyamos un poco.
"Persona menstruante": polémica en Chile por proyecto de ley que no dice "mujer" es el encabezado que elpais.com.uy de Uruguay coloca, y que en efecto es totalmente correcto. De ahí la polémica pues tiene su razón de ser y su descontento. Luego vemos como el portal 24-horas.mx reta a la inteligencia humana utilizando este encabezado: Chile aprueba cambiar la palabra “mujer” a “persona menstruante”
¿Cúal es el problema aquí? Pues como se manejan los títulos y la mala información. En esencia porque, amabas noticias poseen el mismo contenido, excepto por el principio y el final, donde de manera irresponsable el portal "24 horas" (y muchos otros portales) aseguran que Chile (el país entero, el senado entero, la cámara de diputados y todos los legisladores, o al menos su mayoría), aprueban, y léase bien, aprueban, cambiar el uso de la palabra "mujer" por "persona menstruante", cuando lo real es que se aprobó un proyecto de ley, insisto leamos bien, un proyecto de ley que y cito: busca "facilitar el derecho al acceso a productos de gestión menstrual sometidos a un control de calidad".
De hecho, vamos, es una buena noticia para las MUJERES, porque es un proceso natural y biológico que viven, solo ellas. Pero la pelotudez más grande acá es que en ese proyecto de ley, no se menciona la palabra mujer, y ahí es donde está el detalle, porque quieren incluir en su agenda progre cosas que ni de cerca tienen sentido, pero los responsables no son toda la cámara de diputados, ni todo el país, sino quienes presentaron dicho proyecto (que en esencia es bueno) omitiendo el detalle importante, que va dirigido para MUJERES.
No, Chile no aprobó cambiar la palabra "mujer"
El problema es que en redes, se dejaron llevar por titulares absurdos y crearon eco de algo muy tonto, encasillando a todo el país, de haber aprobado algo tan descabellado. Se aprobó un proyecto de ley, que omitía la palabra mujer, pero no un proyecto que "cambiaba" la palabra totalmente.
¿Resultado? Una ola de memes y criticas a Chile, incluso ataques a quienes votaron por el recién electo presidente (el cual pues, no le tengo fe, pero tampoco lo podemos condenar por todo). He ahí el poder de un Fake News, que nace de la ignorancia de quienes lo proliferan. Tengo conocidos en Chile, y muchos creen que es algo totalmente fuera de lugar, y que casi nadie en su mayoría aprueba, no el proyecto de ley, pero si la forma en que se presenta.
Entonces, viéndolo así, difundir que en efecto, todo el país, cambió la manera de decir una palabra, es sin duda, una bofetada al sentido común.
La información es poder amigos míos, pero la desinformación también lo es, pero de forma destructiva.
Foto de portada por Stanley Ng en Pexels
Antes se decía que "El conocimiento no ocupaba lugar" pero hoy día con tanto caudal de información falsa tanto en libros, como en redes sociales y programas de tv me hace dudar de ese dicho. Al final del dia la información percibida puede transformarse en conocimiento, lo peor de todo es que nuestro cerebro no está preparado para tanto estimulo informativo.