La luz al final del túnel
¿Qué se sabe de qué existe después de la muerte? Realmente se hace popular en creer que aquella luz que te lleva a otro plano es inminente, y real. Sin trabas, es lo que te espera. ¿Pero y si no? ¿Y si fuera otra cosa? ¿Cómo lo sabemos?
Vamos más allá, dicen que es una luz, ¿Pero qué hay luego? Hay opiniones divididas. Si eres bueno vas al paraíso, si eres malo vas a un lugar un poco más caluroso,pero de cualquier modo tienes que pasar por el túnel que te lleva a tu próximo destino.
Se insiste que es probable que veas a tus seres queridos nuevamente, aquellos a los que les tocó partir antes, pero, ¿cómo los podemos ver? ¿Cómo la ultima vez que los vimos? ¿En una versión de ellos mismos más plena? Me pone a pensar sinceramente.
¿y qué tal cómo nos observan a nosotros? ¿Cómo nos vieron cuando se fueron, o cómo somos cuando partimos? ¿Se puede cambiar esa percepción? Son más preguntas que respuestas, y lo más irónico es que cuando llegue a conocer la respuesta (tengo fe que será en muchos pero muchos años) no es que venga desde el otro plano a explicarles a detalle, y si lo hago, no me tomarían muy en serio.
Incluso más, a ver, ¿Y si no hay nada? ¿De qué valdría prepararse para una etapa inexistente, dejando de disfrutar la que tenemos aquí? Sería un desperdicio, sobre todo porque para que estemos acá ahora mismo, tuvimos que haber triunfado en una estadística un poco odiosa, algo así como 1 entre 105.000.000.000, o en un contexto un poco más sencillo: Haberse ganado la lotería, pero contando con el hecho de que todo el planeta jugó, multiplicado por 15.
¿Y si la luz al final del túnel ya está aquí? Es decir, estamos vivos, no en las mejores condiciones quizá, tal vez no como esperamos, pero creer que estaremos plenamente contentos y felices más allá de la muerte, suena arriesgado, sobre todo porque no existe un testimonio que así lo afirme.
Nos queda entonces, modificar un poco lo que mencionó Gandhi acerca de la paz y el camino y decir que No hay camino para la felicidad, la felicidad es el camino. Y para variar, como si se tratase de una buena comida, la aderezamos con aquella frase de Antonio Machado que plasmó exquisitamente en un poema, y que luego Joan Manuel Serrat lo inmortalizara en una canción "Caminante no hay camino, se hace camino al andar, Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar".
Da para pensar, más que todo porque no hay respuesta, y si la hubiera, ¿Qué cambiaría en nosotros desde aquí? ¿Se perdería la esencia de este plano por esperar con ansias el otro? ¿O se disfrutaría por dos? Quizá suene a reflexión vacía, o tal vez sirva incluso para clarificar mis propios pensamientos.
De cualquier manera, si lo vez de una forma u otra, aquí nada se detiene, y todo va hacia adelante, no es que podamos poner una pausa, porque aunque sea forzada, igual se sigue andando.
Bueno son dudas, pero dudas plasmadas en algún lugar del ciberespacio, pero que ya venían alojadas en mi mente, y esta vez quería compartirlas como no, en el espacio que me relaja, el espacio de escribir.
Y no, no me siento triste, pero si curioso, y a veces tanta curiosidad te quita un poco de brillo, porque la sed de querer hacer y saber algo, te deja nublado el pensamiento, pero aqui seguiremos, cuestionando todo, y a la vez nada; incluso citando frases de un videojuego que realmente disfruté que decía: "Nada es verdad, todo está permitido".
Y si, crean todo, y nada, hay un sin fin de posibilidades adyacentes y subyacentes.
Foto de portada por Denis Vorobiev en Pexels
Pienso que cada uno de nosotros tiene sus propias creencias por lo que le ha tocado vivir. Yo no creo en religiones ni dioses, aunque si creo que existe algo más allá, dónde nos reuniremos del algún modo con los seres que amamos.
Hay cosas que he visto que superan la muerte, cuando hay un sentimiento como el amor. Me refiero a Amor real, no a lo que conoce la mayoría por amor en la actualidad.