Hoy todos quieren influir, pero ninguno lo hace
Esta es una realidad interesante que he podido constatar en mi ya modesta pasantía en espacios que me han servido de "descargue" y brote de creatividad, aunque siendo honestos, ahora mismo, posteo a diario en el único lugar donde se muestra un interés mutuo en el contenido ajeno. A todos los que lo hacen muchas gracias, de corazón.
Sin embargo, no es de estos espacios de los que hablaré precisamente, y quizá entre tanto, tocaré temas de muchos niveles, pero que en esencia, tratan de lo mismo: Querer resaltar. Gracias a la tecnología, esto es ya una realidad.
A ver, ¿Qué ahora todos escriben?
Cuando estaba muy chico, recuerdo que leía mucho, enciclopedias, libros de historia, curiosidades, y todo un sin fin de información general que me entretenía, pero que de una u otra forma, me servía para nutrir mi mente, y eso era una ganancia extraordinaria.
De tanto leer, me surgió un deseo que ahora puedo decir que lo he cumplido a un 10%: Poder escribir y que lean lo que escribo. Simple, un sueño de toda la vida era, poder escribir un libro.
Conforme fueron pasando los años, me fui dando cuenta que quizá era un poco más complejo de lo que pensaba, y que a su vez, era algo que requería seriedad y compromiso; o eso creía yo.
En aquel momento, era pensar directamente en mostrar un proyecto en una editorial, y que esa editorial, le gustara tu propuesta, para luego pasar a distribuirlo. Todo un viaje, que estaba dispuesto a tomar.
Con la llegada de la tecnología y sitios dedicados a esto, me di cuenta que podía hacer eso de manera un poco más independiente, gracias a internet, pero que requería de una inversión propia, en fin, eso llevaría tiempo.
Ahora bien, teniendo todo eso en cuenta, para mi fue una gran sorpresa, y ciertamente desilusión, saber que muchos "best-sellers" que comenzaban a llenar las librerías y espacios virtuales, correspondían a personas que, por otros medios, se hicieron conocidas, y que ahora incursionaban en el mundo de la escritura, y por eso es que lograron grandes ventas.
De pronto una ola de "influencers" y creadores de contenido digital, se convirtieron en autores de sus propias historias, y que a una sólida base de fans, lograron venderlas, pero que al final del día, no daban ese valor literario, con el que siempre soñé que se trataban los libros.
Los anaqueles de librerías, y las tiendas virtuales, se llenaron de ideas vacías y sin sentidos, pero que eran exactamente lo que la sociedad pedía, y eso es lo que vende.
Ser influencer es más fácil que tener un diploma
¿Qué implica ser influencer en la actualidad? Hacerse viral por hacer cosas que alguien detrás de una pantalla no se atreve, no importa lo tonto, peligroso, o cuestionable que sea. Recuerdo bien ver un vídeo que me respondió a esta disyuntiva de manera magistral, y que de manera irónica, me los respondió con una pregunta: ¿Influencers de qué, en qué influencian?
La definición de influenciar va más allá de esas acciones de personas que con acceso a internet, a lo mucho entretienen a los que lo ven, pero que no dejan un valor agregado a la sociedad que se pueda aprovechar.
Eso ha traído como consecuencia que todos quieran hacer lo mismo, y que olviden las cosas importantes, porque resulta que una persona que abrió una cuenta en una red social de vídeos cortos, se hizo famosa por hacer una tontería, y ahora está monetizando su contenido.
En pocas palabras, esos golpes de suerte, han hecho dos cosas interesantes: Que la gente vea qué fácil es hacerse viral, y lo peligroso que es para nuestro intelecto colectivo saber, que con cualquier banalidad, te puedes hacer realmente famoso.
¿A dónde vamos?
No lo sé, pero pareciera que nos adentramos en una era de ignorancia, en la que un renacimiento intelectual, sea justo y necesario.
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