De la tecnología móvil y otras cosas
Si, que puedo decir, estamos en un momento interesante en la historia de la humanidad, y por muchas cosas en concreto. Mucho avance y vanguardia, al punto que es probable que ni siquiera estemos preparados para evoluciones tan abruptas.
Pues bien, la tecnología es un aspecto súper importante para nuestra vida cotidiana por cosas más que obvias, ya que cumple su rol de manera muy correcta, y es la de sin duda, hacer la vida del ser humano mucho más fácil y llevadera. Ahora, esa facilidad tiene un precio, y no es un secreto a voces o algo por el estilo, es una verdad que tiene matices, porque si bien la cosa se hace más fácil, ser esclavos de esas facilidades no siempre es positivo.
Una de las cosas que más me fascina de la tecnología es la accesibilidad que tiene conforme pasan los años, haciendo que más personas puedan usarla, sin que sea algo tan exclusivo, y que esté al alcance de más usuarios.
La era móvil
Me viene a la mente algo muy entrañable para mí, y es el hecho de haber vivido en mi niñez y adolescencia, digamos que la segunda o tercera era de los teléfonos móviles (sinceramente no tengo plena certeza de que generación pueda ser), y me sorprende ahora lo mucho que hemos evolucionado, en lo que ha sido, muy poco tiempo.
Para cuando tenía unos 9 años, hubo un teléfono móvil que revolucionó el mercado por su diseño, estilo, y colores, que daban un estatus de exclusividad tan grande, que te ponía en lo más alto del “trending” de la época. Unos dos años antes de que Steve Jobs rompiera los esquemas con su IPhone 1, y su novedosa pantalla táctil por supuesto.
Si, antes de todo eso, del desuso de las pantallas, y los deslizamientos, los móviles tenían teclas y una pantalla notoriamente más chica que las de ahora, sin contar con sus especificaciones tan limitadas., pero que eran lo más vanguardista que existía.
Más allá de los exitosos modelos que empresas como Nokia o LG podían o incluso una desaparecida Sony Ericsson (fue un crossover épico y sin precedentes), palidecían ante la magnificencia de un modelo en particular, ofrecido por una empresa que si les digo es estadounidense, no me lo creerían por su nombre. Para mí fue una sorpresa hace años cuando lo supe, y quizá (o no) lo sea para ustedes, pero ya sin más rodeos, hablo de: Motorola.
Con un nombre al más puro estilo oriental, Motorola dio un golpe en la mesa sensacional cuando lanzó el Motorola Razr V3, un equipo muy delgado comparado con los de la época, y por supuesto con su archi famoso estilo “almeja” era sin duda algo de locos, sobre todo por la sensación que producía colgar una llamada con la epicidad de cerrar el móvil.
Si van a Wikipedia, dice que aquel monstruo tecnológico tenía una súper memoria interna de 13 megabytes, expandibles a un gigante gigabyte (si, era suficiente para almacenar infinita información), y ni hablar de su poderosísima cámara de… 1,23 megapíxeles.
Lo que le volaría la cabeza a cualquier chico nacido después de 2005 es que su precio de lanzamiento, rondaba los 500 dólares, (Si, con todas las súper especificaciones antes mencionadas}, sin contar de lo costoso que era su versión en colaboración con Dolce y Gabanna, que llegó a ser de miles de dólares, y con una limitación en sus modelos. Eso sí era exclusividad.
Pero bien, ¿por qué contarles esto? Porque las cosas han seguido su rumbo, y hoy en día, por unos 500 dólares, puedes conseguir un equipo móvil con especificaciones que al compararlas con lo que fue el Motorola Razr, y los modelos de aquellos tiempos, sería sencillamente absurdo.
Al alcance de todos
Con semejante comparativa, ahora mismo, no imaginamos que un teléfono móvil no pueda tener todo lo que el modelo más básico pueda ofrecer, pero eso se lo agradecemos a la curva que tiene la tecnología conforme a su precio de producción, haciendo productos más novedosos a mejores precios.
Pensar que, ver redes sociales, grabar videos, hacer videollamadas, editar fotografías, jugar videojuegos en alta resolución, y una serie de cosas “normales” que podemos hacer con nuestros Smartphones, hace 15 años, era impensable.
Todo bonito, sinceramente, y aunque muchas personas con huesos un poco más amarillos les molesten ciertos aspectos de la tecnología ya que nos vuelven a personas de generaciones más nuevas, un poco más dependientes, la verdad es que es parte del proceso evolutivo de la tecnología para nuestro uso personal, y eso, es inevitable.
Ya lo dejaremos para una segunda parte, pero ya me animo desde ya, a refutar un poco a la generación X hacia atrás respecto a que ellos saben hacer más cosas que nosotros, porque todo antes era más complejo. Y sí que lo era, y gracias a la tecnología, ya no tanto.
Foto de portada por Tyler Lastovich en Pexels.
Mi familia era súper pobre así que ni idea de celulares, hasta que un día se compraron uno y éramos tan felices porque tenía luces de colores en su cárcasa integrada, era maravilloso XD.