Me parece que es verano con tanta lluvia en mis ojos. Aún caen gotas por tu causa.
¿Cómo has dejado de ser fuerza para este río de sueños? ya no eres corriente en él sino una hoja que flota hasta su desembocadura.
Hace poco te llamaba y corrías a buscarme; ni racionalizabas que estuviese en el tejado de tu Padre. Solo te adherías a mi pecho. Y entiendo que la totalidad de estas palabras estén en mi pensamiento; pero todas ellas las experimento en carne propia. Dime algo: ¿Yo era un conjunto de ideas en tu mente o una dicción al viento? Me parece que soy neblina en tu pupila.
¿Cómo has olvidado mi nombre? ¿No te di un coctel de colores para que recordases? pero tu querías beber otra cosa. ¿Y para qué beber tanto de esa copa si solo te denigra? Responde:¿Siempre querrás de aquél que se allegue a ti, la prisión de fuerza bruta que construyó tu Padre?
Ahora ya no quieres verme. En mi propio tejado te observé correr a los brazos de otro.
Estando en otoño percibí el invierno; aquel cuyo frío constituye un peligro para el caleidoscopio. No quiero ver recuerdos tuyos en sus espejos, ni los hilos de tu cabeza en alguno de los tres. Ya no tengo una perspectiva alucinante por tu color, solo tristeza en su tonalidad más vibrante.
Esta es la dirección con punto de no retorno. Por tanto, alusivo a esto; marzo se volvió un preludio donde pude ver, a través de sus espejos, un prisma triangular otra vez.
Tu estación ha caducado. Déjame sentir la primavera.
Consciente de ello, no abras más tu boca porque tus frases no evocan, sino ese trastorno que nace durante el secuestro.
Ha pasado este invierno y el caleidoscopio me muestra otra visión.
Viene Una que tengo por mar de amor fluyendo hasta mi cause, desembocando sus nutrientes en mi lecho profundo. Tiende a favorecer mis aguas con su fuerza imponente; y como si fuese el estruendo en una tormenta, cambia todo pronóstico. Ella convierte esta marea viva en total serenidad.
Este misticismo es mío y no te pertenece. Tu engañaste mis ojos con un prisma translúcido; por esta razón insisto: lejos de mi te quiero.Y lejos de ella.
Ruega a tu captor que te alimente con sus bajos instintos, y termina de borrar los símbolos de nuestro viaje. Todo lo que fuiste quedó en esa travesía: un encuentro que me mostró el masoquismo.
No confundas mis palabras con odio, es la dignidad hecha manifiesto.
No hay escudo para ti en esta historia, tus actos mostraron falta de dominio propio. Envuelve a alguien más con tus tretas inmorales; si encuentras quien las quiera, y déjame vivir.
Tu que caminaste sobre mis aguas cual si fueras la mismísima Diosa Afrodita. En Esta nueva era ya no tienes derecho.
Esta, cuyo nombre es Esperanza, tiene influenciados mis sentidos; sí, con su premisa de amor respetuoso en cada beso. Y aunque no se derrama sobre mi con tu color indecente, se funde conmigo en un lienzo de ternura que disfruto.
Déjame encontrar paz en esta esfera; ceñido a Esta mujer que recuerda mi nombre con dulzura.
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