El día que conocí a TERU – The day i met TERU

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2 years ago

Ayer, 11-11 fue un día de celebración especial para los fans del visual kei en Venezuela.  Fue el 10° Aniversario de la visita de Versailles a nuestro país.

 Versailles ha sido la primera y única banda de visual kei que ha estado en nuestro país.  ¡Y la experiencia fue insuperable!

 Ya conté un poquito sobre cómo fue para mí el día que me enteré que vendrían y la adquisición del boleto en este post de Noise https://noise.cash/post/gw2k4nqbkgq6n  .

 

COMO CONOCÍ A VERSAILLES:

Al principio, yo no tenía mucha idea sobre el J-Rock.  Lo máximo que había escuchado eran los cortes de algunas canciones en los opening o ending de los anime.

Un día, una amiga sabiendo que me encantaba mucho la cultura japonesa, me compartió una lista de canciones para que viera si me gustaban.  Dentro de esas canciones, había una llamada “Sympathia”.  Desde que la escuché, me atrapó por completo.  La mezcla de rock y música sinfónica era exquisita.  Los músicos y el vocalista encajaban perfectamente, eran una mezcla poderosa.

 

Así que empecé a investigar.  Al principio, me causó mucho impacto la imagen: los vestuarios tan llamativos, el maquillaje, los peinados tan cuidadosos y hasta los movimientos en escena.  Definitivamente era algo que nunca había visto y me encantó.  Mientras más los escuchaba, más me fascinaba su estilo.  Luego vi un video de un live donde Teru, el segundo guitarrista, tocaba un solo en la canción “Zombie” y me fascinó.   Seguí investigando sobre la banda y sobre Teru.  Luego supe que Teru, no sólo era un gran guitarrista, sino diseñador e ilustrador.  Me interesó mucho esa faceta de él, ya que yo también soy ilustradora.  Quedé sorprendida al saber que el diseño de los covers de los discos, DVDs y merchandising los hacia él.  ¡Si antes lo admiraba como guitarrista, ahora también como ilustrador!

Deseaba poder ir a un concierto y decirle lo tanto que lo admiraba y que su arte me inspiraba.  Su trabajo y su dedicación eran mi inspiración en los momentos en los que yo quería tirar la toalla.  Pero dadas las condiciones en el momento, veía como un imposible que pudiese verlo.  Viajar a Japón era casi imposible para mí y no veía otra forma que pudiera darse la oportunidad.  Esto era a mediados del 2010.

Pasaba el tiempo y aún tenía ese sueño de conocerlo.  Veía las presentaciones de Versailles y sus interpretaciones y me imaginaba allí entre la audiencia disfrutándolo también. Deseaba tanto decirle a la persona que me inspiraba lo mucho que hacía desde la distancia.  Sin embargo, parecía ser un sueño imposible hasta que…

 

EL DIA QUE SE ANUNCIÓ LA VISITA DE VERSAILLES

 

Cuando vi que se estaban haciendo los arreglos y posteriormente quedó confirmado que Versailles visitaría Venezuela, quedé congelada.  Lo que parecía imposible, ya no lo sería tanto.  Así que estuve atenta a cuando abrieran la venta de boletos.  ¡Los que adquirieran entradas VIP tendrían la oportunidad de intercambiar con ellos y recibir autógrafos directamente de ellos!  ¡Era mi oportunidad de ver a Teru en persona!  Así que me mantuve alerta a cuando anunciaran que iniciarían las ventas.

Un día de agosto, estando en la oficina, me llegó la notificación del Tweet de la empresa que se encargaría del espectáculo, anunciando que ya estaba la venta de boletos abierta y los pasos para adquirirlos.

Inmediatamente volé literalmente a mi correo personal para enviar uno y pedir la reservación del mío.  Sabía que eran limitados y que todos querrían tener la oportunidad de conocerlos personalmente.  Los minutos se me hacían eternos esperando la respuesta hasta que finalmente me confirmaron que el boleto estaba reservado y los pasos para el pago.  ¡¡¡Ya casi!!  Realicé el pago y luego debí esperar a que lo hicieran llegar por mensajería hasta la oficina al día siguiente.

 

Cuando tuve el boleto en mis manos, lo primero que hice fue mostrárselo a un compañero de trabajo con el que compartía mucho y sabía de mi afición por Versailles.  Le dije: “Mira!  ¡Voy a ver a Teru!”  Estaba más feliz que nunca antes en mi vida.  Al llegar a casa, guardé el boleto como un tesoro, ya que el concierto sería en noviembre.  El 11-11-11.

 

Mi boleto. No podía con tanta emoción al tenerlo en mis manos

Fue tanta la motivación, que hice mi primer retrato digital, lo mejor que pude, para regalárselo a Teru y una ilustración para todos los demás miembros de la banda.

 

Ilustraciones para Teru y el fanbook que se entregaría a la banda

Los meses parecían eternos.  Versailles estuvo haciendo una gira enorme por Europa y luego por varios países de Latinoamérica.  Realmente son unos trabajadores incansables, lo cual es una de las cosas que más admiro en ellos:  su enorme dedicación y su forma de ser con sus fans.  La espera fue acortándose día a día, hasta que el día anterior al concierto, casi no podía con la emoción.  Como el concierto sería un viernes, pedí el día libre a cambio de un día de mis vacaciones.  Así no tendría que preocuparme de nada.  Mi día sería completamente para disfrutar mi sueño hecho realidad.  Y así…

 

LLEGÓ EL DÍA EN QUE CONOCÍ A TERU

Apenas pude dormir esa noche.  A las 6 de la mañana, vi un Tweet donde ya habían confirmado que Versailles estaba en Venezuela desde la medianoche.  ¡Apenas podía creerlo!  A las 7 ya estaba lista y me encontré con una muchacha que venía de otro estado al concierto y nos conocimos en el grupo de fans en Facebook.  Como se quedó alojada relativamente cerca de donde vivía, nos pusimos de acuerdo para encontrarnos e ir juntas ya que no conocía la ciudad.  Desayunamos juntas y nos fuimos en Metro hasta el Centro Comercial City Market, donde en el área superior, anteriormente conocida como el Cecim, se daría el concierto.

 

Fuimos a comprar máscaras y rosas para el concierto y entramos al centro comercial, pensando que estaríamos temprano para agarrar buen lugar en la parte delantera.  ¡Para nuestra sorpresa, ya habían alrededor de 80 personas esperando delante de nosotras!

 

Pasamos el día sentados en fila divirtiéndonos, conociendo más fans, hablando de los integrantes de la banda.  Al mediodía, parecía que el centro comercial se vendría abajo cuando llegaron los miembros de Versailles ocultos por parabanes al local y el fandom se dio cuenta.  También, fue super emocionante cuando alrededor de las 4 de la tarde, escuchamos a Yuki, el baterista y a Kamijo, el vocalista, haciendo las pruebas de sonido.  Nos abrazábamos emocionados diciéndonos:  “Los escuchaste?  ¿Los escuchaste???  ¡Es verdad!  ¡Están aquí!” jajajaja!  ¡Era super emocionante!

 

Cerca de las 6 de la tarde nos hicieron pasar en orden al local.  ¡Y a las 7 en punto empezó el concierto!  Una de las cosas que admiro, es la puntualidad y el orden en la cultura japonesa, y eso se ve reflejado hasta en un concierto. 

 

Cuando iniciaron el concierto, se veían un poco serios.  Me imagino que estaban evaluando a la audiencia, ya que era la primera vez que venían a Venezuela mientras que a otros países de Latinoamérica sí los habían visitado.  Esa seriedad se fue disipando lentamente mientras avanzaban los minutos y todos tenían unas sonrisas espectaculares.

Fue un concierto insuperable.  Puedo decir que ha sido la mejor experiencia de mi vida.  No habría palabras para describir la energía tan maravillosa que hubo en ese momento entre la audiencia y la banda.  ¡Hay muchísimas anécdotas que podría contar, pero ya sería un post demasiado extenso!

A las 9:00 terminó el concierto.  El público con entradas generales se retiró, mientras que el VIP debería esperar un momento mientras los miembros de la banda se refrescaban, cambiaban de vestuario y preparaban para la sesión de autógrafos.

Yo compré un set de fotos para que ellos me los autografiaran.  Estaba tan nerviosa.  Mi sueño imposible estaba a punto de hacerse realidad.  Repasaba en mi cabeza cada palabra que le diría a Teru.  Había practicado mi discurso en japonés.  Había pedido ayuda a mis amigos japoneses para corregir las frases, que quedaran bien, que no le fuese a decir algo extraño o que mi pronunciación fuera imposible de entender.  ¡Un amigo me dijo que hasta pronunciaba como una auténtica japonesa, lo cual fue un enorme honor para mí!  Jajajaja!

 

Una a una fueron pasando las personas hasta que me tocaba.  Iba en la fila pidiendo que Teru no fuera el primero porque no sabía qué reacción tendría.  Desde donde estaba, no alcanzaba a ver en qué orden estaban.  Cuando la persona que estaba frente a la mesa recibiendo su autógrafo se retiró y la persona sentada levantó la cabeza para mirarme, apenas podía creerlo:  era Teru!

¿Saben que dicen que, en ciertos momentos impactantes, todo se vuelve como en cámara lenta?  ¡Es verdad!  El ruido alrededor desapareció, yo no sabía ya donde estaba, sólo veía a la persona que estaba al frente mirándome y una parte de mi cerebro decía  “¡Es mentira! ¡No puede ser!” mientras que la otra decía “Es él!!!!  ¡Al fin se hizo realidad!!

 

No sé de dónde saqué fuerzas para avanzar hasta la mesa, ni cómo hice para darle el sobre con las ilustraciones. Todo lo que quería decirle se me olvidó.  ¡Es más!  Hasta se me olvidó el español! Jajajaja!  No sé si él se dio cuenta de lo impactada que estaba, pero fue muy amable.  Como no lograba encontrar su foto en el set de fotografías, él me ayudó a buscarla, y luego muy amablemente me estrechó la mano.  ¡Mi sueño imposible se hizo realidad!

Otra de las cosas que también admiro en los miembros de Versailles es su amabilidad y humildad para con su público.  No puedo imaginarme lo agotado que debían estar despúes de varios días tocando en varios países y viajando de un lado a otro, terminar de tocar casi dos horas y luego firmar 100 autógrafos.  Siempre nos atendieron a todos con muchísima amabilidad, con la mejor sonrisa y con una vibra maravillosa que te hacía sentir en total confianza.

Cuando llegué a mi casa, aún no podía creer todo lo que había vivido.  Me senté en la cama y empecé a rebobinar los recuerdos y cuando vi el set de fotos autografíadas fue que pude realmente reaccionar.  Había conocido finalmente a la persona que más admiraba.  Y fue cuando me puse a llorar de la emoción.

Duré dos semanas afónica (¡es que grité como nunca antes en mi vida en el concierto jajajaja!) y también duré con la adrenalina y la motivación en alto durante muuuucho tiempo.

Este es el scan de las fotos autografiadas.  Son uno de mis más grandes tesoros.  Cuando siento que no voy a lograr algo, las miro y recuerdo que siempre hay una forma de que las cosas se den.

 

Autógrafos de Teru, Masashi, Yuki, Hizaki y Kamijo

Las lecciones que aprendí de esta experiencia: 

  • Los sueños, por más imposibles que nos parezcan pueden hacerse realidad si de veras lo deseas.  El Universo o la vida se alineará de alguna forma para que ocurra.

  • No hacen falta palabras para comunicarse efectivamente.  Una mirada dice mucho más que mil palabras, no importa el idioma tú entenderás el mensaje y te darás a entender.

  • No importa la fama que alcances.  Mantén tu humildad para con tu audiencia.  Ellos te ayudaron a llegar a donde estás.

Esa vez no pude decirle cuánto lo admiro, pero ya luego, sí pude decírselo en un mensaje que me respondió.  Pero ya eso, será historia para otro post.

Y antes de terminar, les dejo el video que hicimos para celebrar el 10° Aniversario de la visita de Versailles, donde podrán tener una mejor idea de la experiencia que vivimos ese día.

 

 

 

 

 

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