Comenzará una gran Crisis en Rusia y un adiós a la Crisis en Venezuela?
Recientemente las constantes reuniones entre el Presidente venezolano Nicolás Maduro el gobierno de los Estados Unidos dejan mucho de que hablar, pues esto sugiere una gran estocada a la economía Rusa, después de dichas reuniones dejamos en entredicho que pasará de ahora en adelante con Rusia, un país polarizado por su compromiso nuclear, armamentista y tecnológico; y que hoy en día está desgastando hasta su último cartucho en una guerra con poco apoyo en contra del país Ucraniano, pero nos preguntamos hasta donde podrá aguantar Rusia llevando a cuestas amenazas de la OTAN y del gobierno de los estados unidos; y, sumado a ésta problema ahora está la estocada que le dio Maduro, presidente Venezolano.
La prédica del gobierno de los Estados Unidos a través del Departamento de Estado y del embajador para Venezuela James Story desde abril de 2020 hasta febrero pasado siempre fue que el levantamiento de sanciones contra Venezuela y la administración de Maduro era posible solo como resultado de avances concretos en la redemocratización del país.
En otras palabras, que las sanciones podían ser flexibilizadas o eliminadas siempre que Venezuela avanzara hacia la reinstitucionalización, la independencia de la justicia y la recuperación tangible de condiciones electorales.
La reunión fue un golpe al hígado del gobierno encargado no solo porque rompe con la estrategia que venía aplicando la Casa Blanca desde 2019 de no dialogar directamente con Maduro, sino hacerlo a través de la oposición democrática, sino porque además, nadie en el gobierno encargado fue informado con antelación de dicha reunión.
Un día Nicolás Maduro asegura su apoyo irrestricto a Vladímir Putin en Ucrania. Al otro, modera su respaldo y llama al diálogo entre los dos países en conflicto, justo después de recibir en Miraflores a la delegación estadounidense de más alto nivel que visita Venezuela desde 1999. Cuatro días después, su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, se hace fotos con el canciller ruso, “el amigo Serguei Lavrov” en Turquía, en un encuentro en el que, aseguraron, hablaron sobre sus relaciones bilaterales. Así comienza Venezuela un juego a dos bandas en el terreno internacional.
El vuelco que ha dado la geopolítica mundial en el último mes sin duda abre una ventana de oportunidad a Maduro. El chavismo surfea la ola de la crisis por la invasión rusa a Ucrania para intentar mejorar su posición, después de años arrinconado por las sanciones económicas de Washington y los señalamientos de violaciones a los derechos humanos por las que le espera una investigación en la Corte Penal Internacional.
La reunión del 5 y 6 de marzo entre representantes de la Administración de Joe Bien y Nicolás Maduro sorprendió a todos. Ambas partes han reconocido que discutieron asuntos de “seguridad energética”. Tras el encuentro, el chavismo ha enviado alguna señal sobre peticiones que insistentemente ha hecho Estados Unidos. Anunció que retomará las negociaciones en México, de las que se levantó después de la extradición del empresario Álex Saab, acusado de lavado de dinero y señalado como testaferro de altos cargos del Gobierno, un tema que no ha vuelto a ser mencionado, especialmente desde que se supo que el colombiano estaba colaborando con la DEA desde 2018. También liberó a dos estadounidenses detenidos arbitrariamente, en respuesta a una negociación que llevaba meses empujando el enviado especial para rehenes Roger Carsten.
Pero un objetivo ulterior de este acercamiento tiene que ver directamente con el contexto energético, en el que Rusia, uno de los principales productores de petróleo del mundo, ha sido vetado por Estados Unidos y Reino Unido. La nación norteamericana era el mejor cliente —comprador seguro y buen pagador— que tenía Venezuela en la venta de petróleo hasta que en 2019 se impuso el embargo.
“La soluciones que ofrecía Rusia con la comercialización del crudo, alguna que otra inversión y el lavado de activos ya no están en la mesa”, señala el internacionalista Andrei Serbin, especializado en temas de defensa. “Pero Venezuela pasó de ser el socio más aislado de Rusia al menos aislado en este momento”, agrega el analista, para quien el renovado vínculo con Estados Unidos no significa un deslinde total de los rusos, sino una instrumentalización de la relación.
La politica es una bestia de 1000 cabezas, pero no pienso que el acercamiento de USA a Venezuela sea also que alavar porque al final US siempre termina solo pensando en sus intereses y al final venezuela se quedara alta y seca. Cuando la guerra termine entonces Venezuela volvera a ser enemiga number one, a menos que el regimen este dispuesto a elecciones abiertas que creo Maduro no aceptara de ninguna manera.