huerta parte 1

Comenzamos por el suelo

Cuando comenzamos una huerta, cometemos, generalmente un error enorme: nos olvidamos de la tierra. Pensamos en conseguir semillas, pensamos en el riego y pensamos en el sol pero no pensamos en que toda planta necesita un suelo vivo. Un suelo vivo, repleto de micro y macro biología es condición indispensable para que tus plantas crezcan fuertes y te den cosechas abundantes.

¿Cómo se hace?

La respuesta a esta (ya casi todas las preguntas que hacemos en huerta agroecológica) es materia orgánica . Inmediatamente después de tomar la decisión de establecer tu huerta, tienes que comenzar a nutrir tu suelo con materia orgánica. Puedes mezclar compost o humus en la tierra, puedes añadir ramitas delgadas secas, carbón vegetal triturado, puedes incorporar la materia orgánica mediante muchos sistemas. Lo importante es que tu tierra favorece la creación de ecosistemas, la instalación de la vida en ella.

¿Cómo lo hago yo?

Muy sencillo, yo trato siempre de imitar a la naturaleza porque ella lleva millones de años demostrando que su forma es la más exitosa!

Cuando comienzo a utilizar una nueva superficie de cultivo o cuando cambia la temporada y la tierra queda desnuda, superpongo capas de compost, algo de carbón y restos de podas secos sobre la superficie de la tierra de cultivo. Si te fijas en los bosques, o en cualquier espacio natural donde no intervenga la mano del hombre, así es como la naturaleza actúa, creando suelo hacia arriba, sin mover la tierra. Toda materia vegetal que cae al suelo se descompone y crea suelo nuevo.

Finalmente

Una vez enmendada la superficie de cultivo, un buen riego hace que todo comience a funcionar. Para proteger esta enmienda y seguir proveyendo de nutrientes, humedad y protección a mi suelo, agrego una capa de "acolchado", es decir, una capa de al menos 3 cm de restos vegetales secos. Este tiene múltiples funciones, no solo las que se mencionan antes, por ejemplo protege a la tierra de la erosión provocada por el agua de lluvia o de riego.

Hay mucho más para decir sobre el cuidado del suelo en la huerta pero por hoy me alcanza con saber que te conté esta primera parte para que después no digas que no te avisé.