Microrrelato: Guerra, viaje y amor.
Hace algún tiempo tomé un turno extra como enfermera para hacerle compañía a una anciana que estuvo mucho tiempo postrada en el hospital, siempre sola. A menudo pasaba tiempo con ella. Su cabello era blanco como la nieve, sus ojos eran de color azul claro y su piel tenia pliegues llenos de historias. Cuando me senté a su lado, me dijo con voz apagada:
-Fue un amor bonito, de esos que te dejan buenos recuerdos. Éramos jóvenes, un poco tercos, pero con un profundo amor el uno por el otro. Mi viaje era necesario, se acercaba la segunda guerra, él me alcanzaría días después. La despedida fue esperanzadora, el frío en mi vientre evidenciaba los nervios de tanta incertidumbre. Teníamos un lema, era un poco cursi, pero era significativo para nosotros. Siempre, al despedirnos, decíamos: "por mil años más" y alzábamos una copa imaginaria en simulación de un brindis.
- ¿Qué pasó? - pregunté intrigada.
- Murió 5 días después mientras huía a nuestro reencuentro. Fue atrapado en una ola de protestas y un cañón cayó sobre ellos. ¡Oh, niña, muchas personas inocentes sufren por las ambiciones de los demás! - Ella respondió.
La vi cerrar sus ojos lentamente mientras sostenía una pequeña copa en ambas manos, las últimas palabras que sus labios susurraron fueron... "Por mil años más".