Reflexiones

Cuando las cosas van bien, es fácil seguir el camino con gozo, y sentir amor por los demás. Es fácil amar a aquellas personas que son amables, cariñosas, desinteresadas… pero, ¡qué difícil puede llegar a ser amar a personas más complicadas!

Seguramente si has tenido alguna vez un vecino complicado, un compañero de trabajo envidioso o te has cruzado con una persona que te ha querido hacer daño de alguna manera, podrás entender lo difícil que es amar a ciertas personas. 

Jesús, cuando hablaba con sus discípulos acerca de los días venideros, les dijo que, “por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12). 

Sí, es verdad, en ocasiones da la sensación de que la maldad se multiplica por todos lados, y eso nos puede llevar a ser críticos, a vivir con miedo, y a aislarnos en nuestra propia burbuja para no tener ninguna interacción con “esa gente”. 

Esa es una reacción humanamente comprensible, pero que nos lleva a perder nuestro propósito, y que, a la vez, nos hace perder el control. Nos convertimos en víctimas, cuando en realidad somos llamados a ser agentes de cambio, gente que extiende el Reino de Dios allí donde va. 

Si la maldad se multiplica a tu alrededor, ¡la única solución para experimentar la victoria y la libertad de Dios en tu vida es multiplicar tu amor por todas las personas! 

Jesús dice: “Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen, bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian…” (Lucas 6:27–28). 

Piénsalo: cuando empiezas a amar a esas personas, estás saliendo de la “realidad” de miedo y dolor que las tinieblas quieren crear en tu vida, y estás permaneciendo firme en la victoria de Dios. Ya no serás movido por miedo, queja o inseguridad, sino por el contrario, por el amor y la fe. Y eso, sin duda alguna, te hará vivir situaciones gloriosas, y experimentar milagros de Dios.ultiplica tu amor por todas las personas! No solo te sentirás mejor, sino que experimentarás más la libertad y la victoria de Dios en tu vida, ¡y los demás serán también bendecidos por ello! ;) 

Invierte ahora mismo unos minutos para orar por cada persona problemática que haya en tu vida, para que el Señor toque sus vidas, y pídele que multiplique Su amor y Su libertad en tu vida para así poder amarles de una manera especial. ¡Creo que Dios va a hacer cosas preciosas en sus vidas a través de ti! 

Nunca lo olvides:

¡Eres un Milagro!