Jonás 2
Hoy este escrito me hizo pensar en lo frágiles que somos cuando nos encontramos en una situación peligrosa; cómo recordamos a Dios y comenzamos a clamar por ayuda. Jonás fue un profeta a quien Dios le dio una orden específica: vaya a Nínive y advierta a esa gran nación que en 40 días será destruida; No quiso ir y se embarcó en otra dirección, debido a su desobediencia Dios trajo una gran tormenta y el barco al que se dirigía se estaba hundiendo, para resumir, Jonás viendo lo que había hecho, pidió ser arrojado al mar y allí. Dios ordenó que fuera tragado por un pez grande y permaneció tres días dentro del pez, en ese momento de angustia es que hace esta oración: donde comienza a describir la situación por la que atravesaba y ya pensando que estaba iba a morir, sin embargo Dios escuchó su oración e hizo que el pez lo vomitara en tierra.
- No podemos escondernos de la presencia de Dios, así que no olvidemos esto.
-Dios escucha nuestras oraciones ya su debido tiempo nos responde.
-Dios no rechaza el corazón triste y humillado, al contrario, te ayuda.
- No debemos desobedecer lo que Dios nos manda hacer.
- Podemos evitar algunas aflicciones si nos mantenemos firmes y obedientes a Dios.
No sé si les ha pasado que cuando vamos a la playa y hay muchas olas a veces, sentimos que las olas te dominan y te cuesta salir de ellas y es una sensación en por lo cual hay que luchar para salir de esa situación, como lo sentí Jonás, y muchas veces, las circunstancias de la vida nos pusieron en situaciones similares a esta. En estos casos, sigamos el ejemplo de Jonás: recemos a Dios con todo nuestro corazón, clamemos con sinceridad, reconozcamos nuestras faltas, te aseguro que Dios te responderá y te ayudará. Espero haber agregado contenido valioso a tu vida, recordemos que la palabra de Dios está viva, es efectiva y cumple el propósito para el cual es enviada. Bendiciones para todos.
Tema inspirado en la Biblia
Imágenes cortesía de pixabay.com
Buen día feliz inicio de semana reflexionando sobre lo que escribes te doy razón en muchos aspectos pues en momentos de tribulación es donde somos más frágiles y podemos caer en el desespero necesitamos el autocontrol la calma y aferrarnos a algo superior una creencia divina y poderosa en este caso la oración que se que hasta el más ateo y no creyente lo busca cuando el avión se está cayendo. Yo en mi caso y desde más joven me aferro y apego mucho al salmo 91 y 23 que es muy poderoso y no falla lo puedo certificar