El grado de desarrollo de la flexibilidad es uno de los factores más importantes que determinan el nivel del deportista en distintas modalidades. Un mal desarrollo de ésta cualidad disminuye el resultado del entrenamiento para desarrollar otras capacidades.
La flexibilidad comprende propiedades morfo-funcionales del aparato locomotor que determinan la amplitud de los distintos movimientos del deportista. El término flexibilidad es más adecuado para valorar la movilidad de las articulaciones de todo el cuerpo o bien definirla como el grado de elasticidad o de poder de elongación que tiene un músculo ante un estiramiento. Cuando se habla de una articulación en concreto, es preferible hablar de movilidad.
El grado de desarrollo de la flexibilidad es uno de los factores más importantes que determinan el nivel del deportista en distintas modalidades. La carencia de flexibilidad puede complicar la asimilación de hábitos motores, algunos de ellos (componentes de la técnica eficaz de ejecución de los ejercicios de competición), no pueden ser asimilados en modo alguno. Una movilidad articular insuficiente limita el nivel de los índices de fuerza, velocidad y coordinación; provoca una disminución de la economía y suele ser causa de lesiones musculares y ligamentosas.
Un mal nivel de desarrollo de ésta cualidad disminuye el resultado del entrenamiento para desarrollar otras capacidades.
Cada modalidad deportiva plantea exigencias específicas de flexibilidad, ello se debe ante todo a la estructura biomecánica de los ejercicios de la competición.
Es indispensable desarrollar la flexibilidad de forma completa en el proceso de preparación física general y de aumentar la movilidad en las articulaciones más importantes para cada disciplina deportiva en el proceso de preparación física especial.
Si bien es común mencionar que una adecuada flexibilidad es un factor importante para prevenir lesiones, sin embargo cabe señalar que una excesiva flexibilidad puede presentar consecuencias negativas, como por ejemplo la desestabilización de las articulaciones y el aumento del riesgo de lesiones.
Los deportistas, con ligamentos excesivamente elongados o laxos, deben aumentar las resistencias de los mismos con un adecuado entrenamiento de la fuerza. En cambio un deportista con poca flexibilidad debe entrenarla para lograr una adecuada ejecución del movimiento deportivo y disminuir el riesgo de cierto tipo de lesión.
El nivel de flexibilidad está limitado, ante todo, por la tensión de los músculos antagonistas, por ello, la flexibilidad depende de la capacidad de combinar la tensión de los músculos que efectúan el movimiento con la relajación de los músculos elongados (Matvieiev, 1977). La flexibilidad activa depende también del nivel de desarrollo de la fuerza y de la perfección de la coordinación.
Es importante señalar que no es recomendable realizar una sesión específica de flexibilidad antes de un trabajo de otra capacidad condicional, ya sea fuerza, velocidad o resistencia.
Objetivos de la flexibilidad
- Control postural: equilibrio entre agonista y antagonista.
- Alasticidad muscular-articular.
- Preparación para el trabajo muscular.
- Recuperación-regeneración.
- Prevensión de lesiones.
Factores que limitan la flexibilidad:
- Temperatura (tejido frío, mayor rigidez).
- Grado de sedentarismo.
- Adiposidad.
- Edad (fases sensibles).
- Sexo (sexo femenino, hormona relaxina).
Principios del calentamiento
Antes de comenzar cualquier actividad, es indispensable una buena entrada en calor. Esto por dos razones fundamentales: primero, porque el calentamiento hace que sea más improbable sufrir lesiones deportivas en ciertas circunstancias, y en segundo lugar, el cuerpo trabaja con mayor efectividad cuando está "caliente", con lo que mejora el rendimiento deportivo. Un buen calentamiento tendrá efectos fisiológicos, mecánicos y psicológicos.