Mis experiencias sobrenaturales son muchas, tantas que solo recuerdo las mas recientes. En momentos de reflexión y meditación, recuerdos de mi niñez vienen a mi mente y me doy cuenta que lo sobrenatural y lo paranormal han estado presentes en mi vida todo el tiempo, solo que comencé a asumirlo en una edad adulta.
No sé si más joven tendría alguna experiencia, mis recuerdos comienzan a la edad de cuatro años, estábamos recién mudados al edificio que seria mi hogar durante los siguientes veinte años. Eran unos edificios recién construidos, con apartamentos entregados en obra limpia en su mayoría, ubicados en un sector de Caracas que daba sus primeros pasos a la urbanización. Cuando comenzamos la mudanza apenas si se tenían los servicios básicos, electricidad y agua, estaban por instalar el servicio de gas directo, prácticamente terminaron la construcción con los residentes habitando el edificio.
Por la noche, no entendía la razón, se me dificultaba mucho el sueño. Solía despertar de madrugada, en las que a veces veía a un desconocido en la puerta de mi cuarto viéndome dormir, una forma humana difusa como si de una sombra se tratase, que al percatarse de mi mirada prestándole atención, salía corriendo. Yo era un niño muy temeroso, no me costaba nada gritar y entrar en llanto que siempre era respondido por mi madre, que siempre llegaba a averiguar que me pasaba y se quedaba conmigo hasta que me volvía a dormir.
Este incidente se repetía muchas veces, ya cuando tenia cinco años lo veía como algo normal. Mi madre siempre fue de muy mente abierta con ese tipo de cosas a diferencia de mi padre, que se molestaba cuando despertaba a media noche con mis gritos. Ella en su propia curiosidad y para darme una explicación de lo que ocurría, comenzó a averiguar sobre posibles incidentes en la construcción del edificio, encontrando que tres obreros habían fallecido durante la construcción en el piso 9, justo donde vivíamos. En diferentes momentos y circunstancias, la vida de esas personas había culminado en ese espacio, su reflejo aferrándose a la existencia por ellos conocida era lo que yo veía por las noches, o sus fantasmas, quienes probablemente negaban el hecho de que ya no pertenecían a este mundo.
Las apariciones fueron vista por mis hermanos también, mi mama nos enseño a rezar y comenzamos a hacerlo todas las noches, hasta que un día simplemente no las vimos más. Quizás porque dejamos de prestarle atención, o quizás esas almas pudieron asumir que ya no pertenecían a este lugar. Con el pasar del tiempo todos olvidamos el asunto, aunque a veces lo recordamos en nuestras reuniones familiares.
Pero esa no fue la única experiencia sobrenatural que tuve en mi niñez, en otro momento quizás se las cuente.
Gracias a @JuanyChelme por haberme motivado con sus historias paranormales a contar las mías. Un cálido abrazo desde la distancia.
Muy interesante esto de las almas aferradas a su antigua existencia. Espero continúes relatando más de tus experiencias paranormalaes.