Tal como se ha planteado en múltiples ocasiones por diversos autores,
investigadores y estudiosos; la ética es en resumen la manera de ser.
Es considerada una reflexión sobre la moral. Busca los fundamentos y
legitimación de los comportamientos; por lo que el razonamiento sobre
lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto se hace base y
finalidad en el estudio del comportamiento individual y social.
Dicho esto, y para una comprensión más amplia del tema se hace
necesario recapitular sobre diversos enfoques, que pretenden
establecer el origen y fin último de la ética como parámetro de
comportamiento social.
Por ejemplo las virtudes son consideradas rasgos de carácter no
innato; y al referirse a ellas, los estudiosos plantean que las hay
intelectuales y morales. Las primeras son características de quienes
procuran el perfeccionamiento de las acciones y la comprensión de la
verdad; pero los hábitos morales son los que llevan a tomar, con una
adecuada disposición de ánimo, decisiones buenas y correctas en todas
las circunstancias de la vida.
Según Aristóteles los valores responden a una conciencia moral
natural. En contraposición se encuentra Thomas Hobbes, quien plantea
que los actos humanos están inspirados en intereses propios
individuales (egoísmo sicológico).
Según David Humes, sólo las emociones motivan a actuar moralmente.
Si se observa la trayectoria de los estudios realizados al respecto se
concluirá que un código de ética universal es algo a sobre lo que no
se ha podido llegar a un consenso; pues las tendencias que plantean
las acciones basadas en intereses individuales y las que formulan que
las acciones y sus normas están fundamentadas en la búsqueda del bien
colectivo; son círculos infinitos.
Para hablar de ética y el compromiso moral de las organizaciones, es
preciso establecer sus definiciones.
¿Qué se entiende por Ética y Moral?
Se entiende por ética a una parte de la filosofía que trata de la
moral y de las obligaciones del hombre y como moral, la ciencia que
trata del bien en general y de las acciones humanas en orden a su
bondad o malicia (Soto y Cárdenas, 2007).
Etimológicamente la palabra ética proviene del griego ethos, que
significa “costumbre” y la palabra moral se deriva del latín mos ó
moris que significa igualmente “costumbre”. De acuerdo al sánscrito,
ética (Satyan), significa “esencia”, mientras que moral (ma),
significa “medir”, por tanto se puede concluir que la ética se inclina
más hacia la teoría mientras que la moral más hacia la práctica (Soto
y Cárdenas, 2007).
La ética es una de las tres áreas de la filosofía. Las otras son la
epistemología y la metafísica. El campo de estudio de la ética es el
juicio moral. Es un campo propio de la filosofía y no puede ser
asignado a otro especialista debido a que el juicio moral no es una
actividad para expertos, sino que es un campo en el que todos tienen
autoridad. La ética estudia sistemáticamente los conceptos axiológicos
como el “bien” o “mal” y los principios generales que justifican su
aplicación en alguna acción, por lo que puede condicionar la conducta
de las personas.
La ética en los negocios también se rige por una serie de principios
morales que condicionan el comportamiento de los miembros de la
organización y de la organización misma. Esto, por supuesto tiene una
influencia directa sobre las decisiones, estableciéndose diferencias
entre una decisión común y una decisión ética, la cual estaría
representada por los valores presentes en los juicios de tal decisión.
Los problemas más comunes en la toma de decisiones éticas corresponden
a conflictos de intereses, confidencialidad en las relaciones de la
organización, la honradez, la justicia y la integridad de las
actividades de comunicación de la empresa (Soto y Cárdenas, 2007).
Por lo tanto se podrían tomar decisiones diferentes en problemas
éticos similares, debido a los factores anteriormente nombrados y
además de acuerdo al desarrollo cognoscitivo de lo moral por parte de
los gestores de la decisión. Además, se establece una influencia
marcada de los valores personales, las diferencias culturales, la
cultura empresarial, la estructura organizacional, entre otros.
Como es obvio, la presencia de los dilemas éticos en las
organizaciones es un problema rutinario. Pero, ¿Qué son los dilemas
éticos? Según Hosmer (citado por Soto y Cárdenas, 2007), “los
problemas éticos son verdaderos dilemas gerenciales porque representan
un conflicto entre el desempeño económico de la organización (medido
por las ventas, costos y beneficios) y su desempeño social (expresado
en términos de obligaciones a las personas, tanto dentro como fuera de
la organización)”.
Para la mayoría de los gerentes o entes decisorios no es fácil tener
que resolver un dilema ético, en especial cuando intervienen las
emociones. Estas situaciones generalmente causan molestias y
frustraciones para quienes tienen la difícil tarea de resolverlas. Se
dice que son situaciones con diversos matices, donde las leyes, los
reglamentos o las verdades absolutas no dan la pauta.
Entonces es válido preguntarse ¿cómo tomar una decisión ante tanta
incertidumbre? La respuesta no es trivial, depende de muchos factores,
como se han mencionado anteriormente, y en algunas ocasiones, el no
tomar una decisión, podría ser un camino.
En relación al razonamiento moral y los dilemas éticos simplemente y
más allá de la complejidad del tema, se trata de elegir entre lo
correcto y lo bueno; entre dos cursos de acción posibles y en el hecho
de que cada uno de ellos requiere realizar una acción que resulta
moralmente inaceptable. En realidad, a veces se trata de tener que
elegir entre dos males o, tal vez, entre dos bienes, por lo que los
enfoques no deben ser vistos como opuestos sino como formas
alternativas de organizar los factores que intervienen en el proceso
de razonamiento moral.
Cabe destacar que la ética en los negocios no sólo debe ocuparse de
identificar potenciales conflictos éticos y comportamientos
incorrectos, como cuestiones de corrupción, ambientales y de derechos
humanos: sino también transmitir a través de la misión, la visión, las
reuniones periódicas y otras actividades; los ideales y valores a los
cuales se deben adherir como elementos clave de la organización y de
la sociedad.
A nivel interno influyen en el conocido clima organizacional los
líderes morales y los que no lo son, pues siendo directores y
planificadores de las estrategias, sus principios y valores influirán
directamente en las acciones de la organización.
La mayor dificultad en la actualidad deriva de la globalización, pues
la diversidad de culturas, principios y valores hacen imposible que el
comportamiento “ético” de unos sea considerado como tal por otros.
En conclusión la ética y el razonamiento moral están íntimamente
relacionados, pues siendo la ética un factor en mi opinión,
fundamental para la armonía de las relaciones interpersonales e inter
empresariales no puede concebirse sin la lógica y los dilemas
derivados de ella; que hagan posible la evolución de las sociedades.
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