En Venezuela mi amado país, somos un pueblo paciente, pero hiper pacientes, no sé, cómo llamar a la gente que rebasan esa palabra, desde mi persona en adelante, tenemos una cultura de paciencia grabada en la sangre, sabran lo que implica, les cuento: ir a un hospital, sin medios de transporte cercano a tu casa, sin dinero en efectivo, a las 5:00 a.m. y esperar parada, para que el médico te atienda a las 9:00 a.m. y debas llevar: dos pares de guantes de látex esterilizados, hisopos ginecológico, un envase de urolab, y 5 hojas blancas, tamaño carta; para que te vean una afección ginecológica, ósea que paciencia, debemos tener todos los Venezolanos, desde todo el personal administrativo, de salud y todos los pacientes que nos atendemos allí, trabajando con las uñas, nosotros buscando la salud y los corruptos gozando y robando, entre otras alimañas y etc, de condiciones infrahumanas que padecemos aquí. Creo que esto, lo dice todo y ni hablar, cuando llegan las parturientas.
Yo soy intensa, y me desespero rapidito, y tengo que hacer introspección, meditación, respiración boca a boca (jijijiji) y cualquier cosa que me calme, para continuar desarrollando lo que tenía pautado. Debo reconocer que del apuro, lo que queda es el cansancio, y debo calmarme y la verdad no tengo paciencia, en ciertas cosas.
Sin embargo, debo hacer nota, por lo menos en sitios públicos y hasta ahora me da pena, hacer berrinche o algo parecido, ayer estaba en el banco y había una sola persona y luego yo, mientras llenaba la planilla de retiro de fondos, llego una señora y dijo a todo pulmón: “yo estaba aquí y vengo después de usted” señalando al hombre que se encontraba en la taquilla. ¿Y yo?, me pregunte -para mis adentros- No existo, soy invisible. Me dije: cálmate, es una sola persona, total, pero estaba molesta, tuve paciencia y espere que la Señora, hiciera su transacción, que era pagar impuestos de 38 tiendas, oseaaa…. Y menos mal, que la cajera le dijo: “estoy sola, y lo voy hacer poco a poco” así que déjeme pasar a otro cliente, y me dije: gracias universo, espere unos minutos, pase y luego me fui.
Son tonterías, pero en el agitado mundo de hoy, donde todos tenemos las correas cortas, debemos tener la virtud de la paciencia, no, solamente quedarnos calladas, que fue lo que hice yo, no sé, si para bien o mal, cortésmente debemos exigir nuestro derecho, pero es un temor interno que tengo, que no me gustan los escándalos, y soy híper controlada.
En el mundo laboral, recuerdo que la paciencia, me llevo a que me consideraran fría y calculadora, y luego que me conocían, se desbarataba esas etiquetas, ya que por mi carácter afable, yo tenía la paciencia, de explicar con mucha calma, y mucha empatía, alguna diferencia o situación, en cuanto sueldos y salarios, que es un tema álgido.
Mi profesionalismo, me hacía pensar en muchas ocasiones que yo era responsable de mantener los hogares de mis trabajadores, ya que si no pagaba a tiempo la nómina, se atrasarían los pagos de casa, comida, educación, diversión y etc. Y por ello, yo tenía 300 jefes, a los cuales debía complacer y mostrar respeto y en ese orden de ideas, podía yo exigir de vuelta el mismo trato, y gracias a dios, me funciono, en esa etapa de mi vida laboral.
En las relaciones personales, soy tajante, cuando no me interesa la persona y hace algo que me incomoda, simplemente la descarto, mis amistades me conocen y saben que por las buenas pan y mantequilla pero por las malas, aplico el más nunca, aunque me arrepienta luego y diga: ya ni me acuerdo, porque te dije más nunca, y vuelvo a ser tu amiga.
Somos animales de costumbres y somos durísimos con nosotros mismos, y creemos ser políticamente correctos, sin embargo hay que quitarse esas ataduras y lo digo por mí misma, yo creo que es una salida elegante el hablarle solo lo mínimo necesario a una persona, que simplemente no me cae bien, y ya, para mí un hola y un chao, es suficientemente, charla con esa persona. Y tengo la suficientemente paciencia y moral para soportar que también me lo hagan a mí, es más, es que, no le doy chance. Simplemente esa persona, es trasparente para mí, que siga con su vida y que le vaya como tenga que irle. Y ya.
Pero a veces, las personas son inmaduras y no entienden o se hacen las tontas cuando otra persona, no quiere compartir contigo, yo eso lo huelo, y me quiero tanto, que tengo la virtud y la paciencia para analizarlo y entender que no soy monedita de oro para caerle bien a todo el mundo, y que simplemente el mundo sigue, y a otra cosa mariposa. Y no todo, es acerca o sobre mí. Gracias a dios. Yo tengo una vida que me interesa y ocupo mi mente y mis intereses en personas que realmente lo merecen y me satisfacen. A estas alturas de mi vida no sufro por esas nimiedades. De lo humano y lo divino todos tenemos un poco.
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Apreciados todos, reciban un cálido abrazo, continuando con la dinámica de 30 temas en 30 días, propuesto por @SaraEscribe
Gracias a todos, por leerme, reciban caluroso abrazo. Saludos especiales y cordiales a @SaraEscribe. Un abrazo.. y gracias por todo.
Holaaa! y gracias por opinar, es que tengo doble y triple y etc. de personalidades, por eso doy paso, a la que le gusta la personalidad paciente, y luego sale, la que no tiene paciencia, y debo equilibrar,.. por eso, hay gente en cárceles, hospitales, escuelas y etc, de sitios locos o cuerdos, recuerda que la locura es un hilo delgadito, que todos podemos romper en cualquier momento.
Quien dice ¿qué es lo normal o lo loco?
Por eso la sanidad mental, debe acompañarnos siempre.. Yo, utilizo mucho el humor, porque me encanta reir.. Y cuando hay que ser centrada, pues ni modo, el sombrero de equilibrada fluye en mí.. y así, creo que todos los humanos, somos así.. No somos tan conceptuales.. Nos adaptamos y complementamos, según el tango que nos toque bailar. Saludos Cordiales, apreciada Sarita!