Hola, quiero contarte mi experiencia con un paciente depresivo. Alguna vez haz escuchado a alguien hablar sobre la Depresión? Muchas personas piensan que estar deprimido es no querer salir hoy a compartir con un amigo, no ir a trabajar porque te sientes cansada (o), o simplemente no te provoco comer ese día. Te explico que la depresión no se trata de eso, va mucho más allá de un simple no querer hoy.
La Depresión es un trastorno emocional que causa un gran sentimiento de tristeza y una pérdida de interés de hacer las actividades diarias como: comer, hacer tus necesidades fisiológicas, bañarse, ir al trabajo, ver tv, salir a compartir con tus amigos, hacer los quehaceres del hogar, entre otros.
Este trastorno afecta el comportamiento del ser humano, sus pensamientos y sentimientos, por lo que conlleva a afectar tanto la condición física como emocional de la persona. Ahora bien, te preguntarás quién es el culpable de causar depresión en el ser humano? he aquí una gran pregunta y algunas respuestas.
Nadie está exento de sufrir un trastorno depresivo. Existen algunos factores que pueden desencadenar o aumentar el riesgo de sufrirla, como por ejemplo: tener un autoestima muy baja, problemas económicos, familiares, amorosos, maltrato físico, abuso sexual, muerte o pérdida de un ser querido, familiares consanguíneos con historial de sufrir depresión, situaciones estresantes y traumáticas, abuso del alcohol y drogas entre otros factores
AHORA TE CONTARÉ MI EXPERIENCIA CON UN PACIENTE DEPRESIVO.
Hace aproximadamente 4 años, mi mamá una mujer de 68 años para ese entonces, comenzó con un problema de salud, ella comenzó a sentir un malestar en su recto bajo, la llevamos al médico y le realizamos todas las pruebas pertinentes, al hacer un exámen llamado colonoscopia se pudo observar una especie de tumor en el recto, los médicos alertaron y mandaron hacer estudios más profundos, como toma de muestra y biopsia.
Al terminar dichos estudios esperamos los resultados de la biopsia arrojando este un CA o cáncer de recto bajo, mi mamá se enteró de ello y en menos de una semana, dejo de comer, de bañarse, de hacer sus actividades cotidianas e incluso sus necesidades fisiológicas , no hablaba, permanecía 24 horas en la cama sin pararse de ella. Su mente sufrió un ataque tan fuerte con tal noticia que se bloqueo por completo y cayó en un estado de Depresión Psicótica mayor. Este trastorno es más grave de lo esperado. El paciente comienza a sufrir de alucinaciones y delirios, acompañado de desesperanza, culpa y ganas de no querer vivir más.
A los días algo me dijo que debía repetir las pruebas y me fui a consultar con otro especialista, se le volvieron a repetir todos los estudios, y cual es el resultado, no se trataba de un CA de recto, era un pólipo, un tumor benigno que crecía en su recto, así lo arrojó la biopsia y otros nuevos estudios.
Pero ya el mal estaba hecho, mi mamá ya sufría de un trastorno mental bastante complicado. Yo me trabajo sola viviendo con ella, mi hermana está fuera del país desde hace mucho tiempo, la lleve a psiquiatras, psicólogos y la medicaron con Alpram, Risperidona y Escitalopram. Cada vez que se le dada el medicamento era una constante lucha, no quería tragarlo, lo botaba o lo metia debajo de la almohada. Mamá cada vez estaba en peor condición.
Los médicos me decían que tenía que internarla, que estaba muy mal, que se iba a morir, pero ella aún reconocía a sus seres queridos. Aunque tuviera la mirada perdida. Yo me arme de valor y de esa fuerza que Dios me dió y comenzó hacer un plan bien elaborado. Leía mucho en las noches mientras estaba sedada. A la mañana siguiente, le preparaba batidos de proteínas porque había perdido mucha masa muscular, llegó a pesar 34 kilos, porque no le provocaba comer absolutamente nada.
Le daba sus pastillas en las mañanas y en las noches mientras me sentaba a ver como deambulaba por la casa y me hablaba de sus alucinaciones. Me sentaba hablarle, y le decía tú puedas salir de eso mamá, eres una mujer fuerte, pero cada vez que se lo decía, notaba que me respondía NO LO VOY HACER, ME QUIERO MORIR, NADIE ME QUIERE. Alli comence a notar que todos sus pensamientos eran muy negativos.
Al transcurrir de los días podía notar que los efectos de las pastillas no eran los esperados, algunas la ponían muy agresiva y comencé a cambiar de médicos y de medicamentos y no veía resultados, cada vez era peor.
Decidí iniciar terapias con mamá, soy una mujer que va más allá de lo convencional y de mucha fé, me gusta estudiar las ciencias del alma. Así que comencé a darle masajes con cremas de ajonjolí y miel de abejas en la planta de sus pies, esto recomendado por un médico naturista.
Luego todas las mañanas, le preparaba su desayuno de avena, batidos de proteínas y cereales para mantener estable su estado de salud con respecto a la alimentación y que no se complicara más de lo que ya estaba.
Luego de su desayuno esperaba que el efecto de las pastillas se le pasara, eran sedantes muy fuertes. Me sentaba con ella en una mesa, ya la noche anterior, tenía preparado una serie de caligrafías, afirmaciones positivas para su bienestar emocional, ella escribía muy feo y no se le entendía mucho producto de la enfermedad, hasta eso se le había olvidado (escribir ) pero con el tiempo y el pasar de los días fue mejorando su letra y sus pensamientos. Incluso comencé a notar resultados positivos en ella, ya todo no era negativo, algo estaba sucediendo. Y eso me hacía pensar que lo estaba haciendo bien. Después pasamos a la lectura, necesita tener su cerebro ocupado para que la lluvia de pensamientos no se apoderaron de él. Poco a poco notaba una gran mejoría, pero el proceso era lento, muy lento.
Te preguntarás cuánto tiempo mamá estuvo así, fueron 3 largos años, deje de llevarla a los médicos, y comencé yo a trabajar en ella, empecé a hacer terapias yo misma, no soy especialista ni nada por el estilo, Soy administradora de profesión, no soy médico ni psicólogo. En la noche antes de acostarnos, le leía algunos versículos de la biblia y oraba junto a ella y le pediamos a Dios que se llevara tal enfermedad.
Todos los días me levantaba con mucha fe, la bañaba, le daba de comer, la ponía hacer sus caligrafías, a leer libros de autoestima y meditación, me sentaba hablar con ella de nuestros planes a futuro y le decía que juntas íbamos a vencer la depresión.
NO estábamos solas en esa situación, Dios estuvo todo el tiempo presente. Quizás fué una dura prueba que me puso en el camino para ver de qué estaba hecho mi corazón, pero el amor de madre nunca debe abandonar y eso lo aprendí. Madre solo hay una y hoy me siento orgullosa de poder haberla ayudado a salir de ese trance tan amargo.
Ante cualquier situación que te encuentres o un ser querido, clama a Dios con mucha Fé y serás escuchado, hoy mi madre está sana, disfrutando además de el mayor regalo que me pudo dar Dios. Mi recompensa, mi hijo.Tenía 7 años casada y no podía tener hijos. Al recuperarse mi mamá, comenzando el año 2019 y estar totalmente sana, me entere que estaba en estado, un niño crecia en mi vientre. Y hoy tiene 19 hermosos meses.
Hoy disfrutamos de la presencia de mi madre, sana y salva de aquella terrible depresión, un hecho que sin duda marcó mi vida para siempre. Pero que hoy en dia me ha hecho una mujer más fuerte y con una Fé intacta en Dios.
Gracias señor por tu amor y comprensión, gracias a ti mi madre tiene 72 años hoy y está feliz con sus nietos.
