Una vez más me perdí en la distancia de los recuerdos.
Posado en una nostálgica mirada, quise, de manera ingenua, palpar lo mucho que podría haber olvidado el sabor de tus palabras en mis labios.
¡Que tontería! Una inmensa locura rozo el pensamiento. ¿Pensará aun en mi?
Me desconozco. La tarde: fría, sola y llena de fragancias naturales hizo recordarme de ti.
Inesperadamente me vi atrapado en una terrible sensación de cercanía, encuentro y aproximación.
¿Ese aroma? Era sin duda, el perfume (Dulce, cítrico y lleno de intensa suavidad) unido a la fragancia natural de su piel. Esto que me esta pasando no es fácil contarlo.
En fin, su compañía (inentendible) me es grata. A merced de su mirada, sabia que poco a poco perdía el control, con desespero salte a su cabellera mientras rosaba su cuello. Profundas inmersiones en esta intensa cercanía llevaban a cien por mil mis respiraciones y los pálpitos irrumpían de manera interminable en mi pecho.
¡Te he esperado tantas lunas!
Su tibia mano me toma con dilatada dulzura. Sus labios tibios, amplios y llenos de un brillo inusual tomaron prestado un poco de mi aliento. <<Hermoso gesto>> pensé, pero realmente deseaba ahogarme en su boca, acallar mis miedos y cubrir la ausencias con el encuentro de nuestro silencio mientras dibujábamos besos densos. ¿Por qué te alejas? Por mas que intentaba aferrarme, no quería dejarla partir. Luchaba con todas mis fuerzas. ¿Por qué?
Dime por que renunciaste a mi amor.
En su rostro se desvanece una lágrima fugaz. La noche se había esfumado. Las ventanas de par en par. La mano en su pecho reguarda su mayor tesoro. Una sonrisa acompañada de una mirada infinita. Es su vigésimo quinto aniversario. Lo fuera si no hubiera ocurrido aquel terrible desenlace. Solo pueden encontrarse en el ensueño de embriaguez que dia a dia él propone porque sabe que esta a un paso más cerca de ella.