¿A quién no le gusta tener su propio dinero? Ese dinero que luego nos permitirá darnos los gustos que queramos.
Es muy diferente al tener dinero de un tercero. No se siente lo mismo. Tal vez, pueda tener millones y millones pero si no son míos, no me sentiría a gusto.
Saber cuánto te costo obtenerlo, cuánto tiempo y esfuerzo le dedicaste a un proyecto para obtener un retribución por ello.
Siempre digo que todos vemos los valores del dinero de distinta manera. Por ejemplo: Para una persona 20 dólares le resulta muchísima. Pero para otra persona, esos 20 dólares, no representan nada.
¿A qué se debe esto? Se debe al simple hecho de que cada persona sabe lo que le costó obtener esos 20 dólares. Para la primera persona, esos 20 dólares, equivalen a 100 dólares. Y para la otra persona, esos 20 dólares, equivalen lo que es. Esto se debe al tiempo, esfuerzo y dedicación que trabajamos para lograrlo.
Por esta razón, no estoy de acuerdo con las ideas políticas de los socialista o populistas. La famosa, redistribución del ingreso. La justifica social. Que significa sacarle un porcentaje de las ganancias que obtuve X personas para dársela a otros. No me parece algo justo.
Yo que soy una persona que gana poco dinero, se me tiene que quitar cierta cantidad de mis ingresos, para dársela a otros. ¿Les parece justo eso?
Después de todo el tiempo que me pasó trabajando para darme unos pocos gustos, el Estado, deciden quitarme parte de mis ingresos. El tiempo vale oro. Para mí, nada es gratis. Los gobiernos nos hacen creer que lo son, pero no es así. Todo lo financia el contribuyente.
Se habla de la solidaridad, pero a ustedes ¿les parece solidaridad cuando el gobierno te obliga a que pagues impuestos, porque si no los pagas, podes ir a cárcel?
En esta pandemia, escuchaba al gobierno hablar de solidaridad, pero ¿saben qué? No se bajaron ni un porcentaje de sus sueldos. Al contrario, se los aumentaron. Pero ojos, nosotros, los pobres trabajadores que ganamos miseria, tenemos que ser solidarios.
Para el gobierno es fácil hacer caridad con el bolsillo ajeno. Ellos no saben lo que le costó a cada persona obtener sus pequeños ingresos.
Tuve la oportunidad de recibir un subsidio del Estado, pero ¿saben qué? No lo acepte. Porque ese subsidio era financiado por medio de los trabajadores. Me hubiera servido, pero mantuve mis principios, ideales y valores. No quise formar parte de esa masa. Si no es dinero fruto de mi trabajo, nunca lo voy aceptar.
Cada vez que obtengo al menos 1 centavo de ganancia, me siento feliz, porque fue gracias a mi esfuerzo. Nadie me regalo nada. Y no quiero que nadie me regale nada. Me lo quiero ganar.
Díganme si no sienten la misma satisfacción y felicidad al ver en su cuenta bancaria su dinero obtenido por su trabajo? Esos números me motivan a seguir adelante. A ir en busca de más y más. Me motivan cada día. Y como dije en artículos anteriores, no es el dinero lo que me da felicidad, es las cosas que puedo hacer con ello.
Se acerca Navidad y Año Nuevo. Estoy feliz que cuente con dinero para poder comprar cosas y compartirlo con mi familia. Es eso lo que me hace feliz. No el dinero, MI FAMILIA.
