Te imaginas que tus padres puedan ver todo lo que hagas desde un dispositivo móvil, decidiendo por ti, qué ver y que no ver, en qué cosas debes acceder y en qué cosas no, que situaciones debes pasar y cuáles no? …
Vengo inspirado sobre este tema luego de ver una capítulo de la serie de Black Mirror, titulado “Arkangel”. Una serie al cual, se los recomiendo al 100%.
Es muy difícil para los padres, darles libertad a sus hijos y hijas, ya que asumen que se pueden equivocar y sufrir por ello, tal como han experimentado ellos en su momento. De alguna manera, los padres se equivocan en esto, en querer evitar que sus hijos, en todos los sentidos, no pasen por este tipo de situaciones, los que los lleva a un cuidado en exceso sobre ellos.
Bien sabemos, que todo en exceso, es dañino. Y el control por demás, no es una excepción.
Cuando los padres o madres, ven a sus hijos/as equivocarse, les ocasiona una preocupación, impotencia, rabia, enfado, con lo cual, ellos creen que no es necesario que tengamos que pasar por un situación así, dando lugar al “control excesivo”, es decir, evitar que pasemos por malas situaciones.
El control, en cierto modo, es normal. No podemos culpar a nuestros padres/madres por querer lo mejor para nosotros, pero si que tengan cuidado de que ellos decidan en todo sobre sus hijos de lo que ellos creen que es lo mejor para ellos.
Creo que las experiencias de sus vidas, les hace creer que los hijos/as no merecen pasar por tal situación. Es decir, las malas experiencias que vivieron, no creen que deba ser necesario que sus hijos pasen por lo mismo. Y es aquí el error, porque gracias a esas experiencias, son las personas que son. Gracias a las experiencias que vivieron en su momento, aprendieron y pusieron en marchas las distintas capacidades que tenemos los seres humanos de afrontar los problemas y las malas situaciones de la vida. Al controlar a sus hijos/as por temor a que sufran, se le está privando de valiosas experiencias que les ayudara a su aprendizaje y desarrollo.
Con esto, no estoy queriendo decir que los chicos/as deben hacer lo que quieran, no. Es mantener un equilibrio estable de controlarlo.
Una cosa es, que noten tu aliento en el cogote. Y otra, que te pille espiándolo, ya que puede que la relación se rompa de forma traumática; porque habrás levantado una barrera que costará derribar y hasta es posible que la comunicación se rompa para siempre.
El control y el acompañamiento de los padres hacia sus hijos es necesario durante el crecimiento, donde debe ser un proceso de confianza mutua, se deben establecer ciertos límites, normas y una disciplina, pero a su vez dándole su espacio.
Un niño se puede equivocar, todos los hemos hecho, pero eso no significa que le cortes su libertad.
El episodio de Arkangel muestra la parte extrema del control excesivo. Responde esa incógnita acerca de lo que sucedería si los padres controlaran de manera excesiva a sus hijos y como un mal uso de la tecnología, puede desencadenar consecuencias catastróficas.
Exelente contenido. Sigue asi!