Domingo 28 de Septiembre de 2008, Tierra del Fuego, Argentina.
María Elena Delgado que estaba embarazada y Fabián Herrera decidieron ir a pasar un día un camping junto a su hija de 3 años y 8 meses, Sofía.
A las nueve de la mañana de ese domingo la familia Herrera pasó por un supermercado llamado la anónima y compraron algo de carne.
Luego pararon en una estación de servicio para cargar agua para el mate. Ahí una foto en esa estación en donde se encontraron con dos amigos que los acompañarían Noemí Ramírez y Silvio Giménez quienes iban con sus dos hijos y el hermano menor de Noemí, Néstor, de 6 años.
Luego partieron por la ruta 3 rumbos al camping John Goodall que queda a 60 km de Río Grande a la vera de la ruta. Cuando llegaron al camping alrededor de las 11 de la mañana pagaron 15 pesos al cuidador del lugar Alberto Urrutia y estacionaron cerca de un alambrado pegado a la ruta 3.
Una vez que estacionaron Fabián Silvio y todos los chicos incluida Sofía, se fueron a buscar leña y un lugar para hacer asado. María Elena y Noemí se quedaron en los vehículos esperando las indicaciones para saber si dejaban el auto ahí o se adentraban más en el camping el lugar estaba completamente calmo, no había otras personas. Las dos familias estaban solas o al menos eso creían.
Pasados tan sólo nueve minutos desde que Fabián y Silvio se fueron decidieron volver a los vehículos. En ese momento notaron que Sofía no estaba con ellos pero pensaron que simplemente se dio la vuelta y volvió con su madre. Sin embargo, cuando llegaron a los autos, Sofía tampoco estaba ahí. Rápidamente comenzaron a llamarle, a buscarla incluso hasta dentro de la casa de Urrutia, el cuidador pero no le encontraban por ningún lugar
A las 12 de la mañana y después de unos 30 o 40 minutos, sin rastros de Sofía, María Elena llama a la policía a través de la radio del cuidador. La policía recién llegó al camping después de 2 horas.
Nadie tomaba noción de lo que había pasado. Nadie se imaginaba que algo así, podía pasar.
Buscaron todo el día pero nada se sabía de Sofía. Recién a las 11 de la noche, se avisó a la frontera sobre esta situación y se pidieron controles. Quizás demasiado tarde. Fabián, el padre de Sofía se quedó 7 días enteros en el camping buscándola.
Mientras que María Elena tuvo que ir a hacer la denuncia y por recomendación de un médico, recordemos que estaba embarazada, quedó bajo control.
Esos 7 días se buscó por literalmente todo el camping y las cercanías.
Por ejemplo: se recolectaron todos los parabrisas rotos, que estaban al costado de la ruta para contactarse con los dueños, ya que se sospechaba que quizás alguien chocó a Sofía, pero no se asomaba ni siquiera una pista sobre el paradero de la niña.
Además, se buscaron dos modelos específicos de autos que habían sido vistos cerca del camping. Los dueños de esos vehículos se presentaron por cuenta propia a declarar y se descartaron rápidamente como sospechosos porque ninguno tenía nada que ver, sólo estaban esperando a otras personas.
Se sobrevoló la zona una y otra vez y nada. Se buscó con georradares en todo el camping y nada. Se llevaron perros rastreadores de todo tipo y hasta de diferentes provincias y casi todos marcaron la misma zona: un alambrado a lado de la ruta. Una vez que los perros cruzaban el alambrado perdían el rastro. Comenzaron a surgir algunos falsos llamados extorsivos. La mayoría solo entorpecía la investigación.
Pasaron los años y todavía no se sabía nada del paradero Sofía.
Se sumaron la Interpol y la FBI a la investigación.
Se busco en 21 provincias, inclusive hasta en Chile,
Aún no se tiene nada en concreto, Sofía sigue desaparecida. Ya pasaron 12 años sin ningún rastro.
¿Dónde está Sofía?
