¿Sabías que en los años 80, Coca-Cola casi desaparece?
Te cuento…
En el 74, Pepsi lanzo el Pepsi Challenge que consistía en darle a la gente en supermercados dos latas de gaseosas sin etiqueta. Una era de Pepsi y la otra era de Coca, donde la gente tenía que votar cuál era la que más le gustaba.
En total la gente elige a Pepsi en un 15% más que a Coca.
Esto también se hizo en Argentina del 96. Lo hizo Julián Weich y Pepsi salió elegida más que Coca en un 53%
Volviendo , los catadores yanquis también eligieron a Pepsi y eso a Coca lo molestó. Lentamente, Pepsi empezó a escalar comercialmente y Coca cotizaba cada vez menos en el mercado.
En el 85, el entonces CEO de Coca Cola, Roberto Goizueta ordenó a los químicos de la empresa, reconfigurar y variar un poco el ingrediente secreto de Coca-Cola.
Básicamente quería cambiar el sabor de la Coca-Cola, después de casi 100 años y hacer que se parezca un poco más al de Pepsi. Una locura.
Finalmente, crearon la “New Coke”. Hicieron algunas pruebas internas y a la mayoría le gustó.
Esa misma mañana, el anuncio de la “New Coke” ya estaba en todos lados.
Pepsi no se quedó callado y sacó anuncios por todos lados, incluso utilizaron el eslogan: “Cocacola cambia su sabor por el de Pepsi”
De repente, cientos de llamados a Coca. La mayoría negativos. Empezaron a aparecer grupos como la “Sociedad para la preservación de la Coca Real” que querían llevar el tema a la justicia.
La gente mandaba cartas, protestaban, hasta comparaban el cambio de Coca como escupir en la bandera. Incluso un par de eventos de la compañía fueron colapsados por manifestantes. Llevaban carteles que decían cosas como “Mis hijos jamás sabrán lo que es refrescarse”
Tras 79 días de puro caos, Coca-Cola anunciaba el fin de la New Coke pidiendo disculpas al público, mientras la Coca original, volvía a las estanterías pero bajo el nombre de Coca-Cola Classic.
Algunos, hoy en día, sospechan de este “reemplazo y campaña fallida” fue toda una estrategia de marketing.
Otros expertos en publicidad dicen que si Coca-Cola cambiaba solamente su sabor y no el nombre ni la lata, quizás la gente podría haber aceptado el cambio más fácilmente, pero fue un cambio muy abrupto.
Hasta hoy en día, esta historia es estudiada en universidades y empresas de marketing
Es bueno aceptar los errores de vez en cuando, independientemente de quien se trate... Buen texto, educativo y entretenido!