La magia de Bogotá
Es la primera vez que yo visito la hermosa ciudad de Bogotá, admiro su energía su dinamismo y el potencial que tiene.
Le dicen la nevera,a pero no solo por esa temperatura tan baja que lo obliga a uno a abrigarse y a tomar bebidas calientes, pero también porque nutre a los que la habitan y la visitan.
Cuando el sol logra colarse entre las nubes es una bendición calentarse un poquito.
En esta visita a Bogotá he conocido excelentes personas, los hermanos nativos-americanos en cuyo hogar me estoy alojando, con su espiritualidad y su bondad hacen que uno se sienta en un plano de existencia superior.
También la gente amable de la ciudad, que con mucho cariño y su acento característico lo van guiando a través de la inmensidad de esta metrópolis.
Invito a todos los miembros de esta comunidad a que en algún momento de sus vidas vengan y conozcan este lugar mágico y pujante.