Aventura Ensueño -
Torre Infinita
Basado en experiencias de la vida real.
Solo una luz nos acompaña, puede ser de una antorcha, linterna de mano o una lámpara artesanal de esas que hacíamos en la casa con un pote metálico, pedazo de tela de algodón y kerosene, los más adecuados eran los potes de liga para freno de los vehículos. Nadie lleva esa luz en la mano, posiblemente, en algún momento vi que la primera persona de la fila de tres quienes vamos subiendo por una escalera de piedra en forma de caracol en dirección a la cima de una torre, por cuyos escalones torpemente subimos debido a la escasa iluminación. Cada paso suena como un golpe que rompe la inmensa y silenciosa penumbra, cuyo espeso manto se reanuda incesante cual bucle de tiempo.
No mires detrás de ti me repite una señora de avanzada edad que va sujetándose de la mujer joven que nos guía y parece saber a dónde va, me preocupa no verle siempre la luz, tampoco veo sus manos en realidad ni siquiera las mías, pero la luz siempre está ahí, no mires para atrás insiste la anciana, más cada advertencia se vuelve un aviso para voltear precipitadamente esperando ver… no sé qué, no veo nada solo escalones o la idea de ellos la luz no llega hasta allá, detrás de mí sólo hay un hoyo negro.
La verdad me siento extraño porque en mis vivencias oníricas siempre estoy sólo es decir nunca nadie me volverá a hablar en un sueño, voy a estar solo, más este no es el primero, no sé con cual comenzó todo esto.
Absorto estaba cuando me doy cuenta que las escaleras son más angostas y es más fácil caer, también ahora se puede ver el abismo tubular en que estamos metidos, sólo hay escalones arriba y abajo, cada vez son más angostos, ahora siento el tropezar de la pared de rocas en mi hombro izquierdo aunque… a veces del lado derecho, por momentos un destello o una especie de espejo frente a mí me permite ver reflejada toda la pequeña procesión, la anciana siempre con el gesto constante en desaprobación por estar mirando atrás.
La insistente acción de voltear es una sensación de persecución, se intensifica con cada paso que doy, volteo por un tiempo más prolongado, vuelvo la mirada al frente, no puedo verlas se alejaron sólo el sonido de los pasos, trato de correr sin saber dónde piso estoy seguro alguien me persigue lo escucho que se acerca corriendo igual que yo, volteando para saber quién es ahora tengo la luz veo claramente su rostro pero caigo al abismo, mientras lo sigo viendo, extiende su brazo tratando de ayudarme, caigo, su rostro ese rostro, ¡es el mío, soy yo! Despierto.
El despertar es la fase más difícil, es el trance de fantasía y realidad, donde la magia se vuelve agonía. Cuando abro los ojos veo mi cuerpo allí tendido y al mismo tiempo siento que algo yace sobre mí, y no me permite moverme, en una ocasión un amigo me envió una información sobre el Íncubos y súcubos. Imagínate que te despiertas, pero no puedes moverte. Eres capaz de oír y percibir lo que sucede a tu alrededor, pero no puedes reaccionar, lo que desencadena en gritos sordos ahogados por la desesperación.
Me interesé respecto a Íncubos y súcubos. En la edad media se tomaba muy en serio estos sobrenaturales y estos demonios no eran la excepción, son conocidos como los fantasmas del sueño, se presentan en la noche mientras dormimos. Pueden paralizar, tocar o apoderarse de su víctima, que presencia el suceso completamente indefenso. Aunque al parecer no todas esas experiencias son terroríficas, en todo caso su presencia era considerada una señal de mal augurio,
Anteriormente, se contaba que esta experiencia tenía una especificidad respecto al género de la persona es decir, las mujeres se veían afectadas por los íncubos, que incluso llegaban a sentarse en el pecho, impidiéndoles todo movimiento y provocándoles pesadillas. En algunas ocasiones, incluso las fecundaban, dando a luz a nuevos monstruos.
En el caso de los hombres eran asaltados por los súcubos, demonios intangibles femeninos que los seducían durante el sueño.
Claro hasta este punto todo lo descrito pertenece a los mitos y leyendas de la época, que dan origen al seguimiento que este tema ha tenido hasta la actualidad
Muchas personas podrían creer que los íncubos y súcubos no existen, que sólo son producto de la imaginación en algunas personas, sin embargo hay quienes realmente sienten que han atacado mientras duermen y lo han asumido como un fenómeno real, la ciencia plantea la parálisis del sueño una afección que muchas personas podrían padecerla, una rara y angustiosa enfermedad. Afortunadamente, es una situación transitoria que dura pocos minutos.
En ese trance siempre despierta mi esposa quien al inicio se levantaba exaltada, pero ya se ha ido acostumbrando y me toca suavemente o me sacude para que despierte, de acuerdo a la profundidad y agonía que percibe, ya sabe cómo hacerlo, en estos casos la verdad, es bueno tener alguien al lado que te ayude a reaccionar y sobreponerte, no sé qué pasaría si me sucediera durmiendo solo.
Cuando ya vuelvo a mi al 100% los recuerdos en ocasiones son vagos, pero en mi caso son vividos y casi detallados, si logro hacer el ejercicio de rememorar al día siguiente tendré lo sucedido fresco como si acabara de suceder, obviamente con la certeza de que todo lo ha creado mi mente y ello es susceptible a algunos elementos confusos, en cuyo proceso pueden ser sustituidos por otros o cancelados y al final de la historia en su inicio, desarrollo, clímax y el desenlace pude estar inmerso en un poco más de fantasía, entendiendo como realidad la vivencia neuroespiritual vivida por la persona a través de estas Aventuras de Ensueño.
Cómo texto inicial me permite la osadía de escribirlo en primera persona a modo de presentación, hecho esto, en lo sucesivo los capítulos siguientes estarán en tercera persona, me siento más cómodo y más recursivo.
Si alguna persona deseas compartir algún sueño pero tienes alguna duda al respecto estoy en disposición de colaborar en lo que esté a mi alcance, mediante condiciones que acordaremos mutuamente, iniciando por aclarar siempre cuanto el texto es de mi experiencia o no.
Referencia Bibliográfica
https://lamenteesmaravillosa.com/incubos-y-sucubos-los-fantasmas-del-sueno/
También pueden encontrarme en:
https://noise.cash/u/ElDiscursodelasManos
Félix Díaz Durán
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