El Internet, la world wide web, ese lugar del que más de un 30% de los trabajos tanto bajo contrato o no del mundo dependen y donde todos vamos no solo a entretenernos, sino a manejar cuentas de banco, correos de negocios, comunicaciones personales, información sobre actualidad, investigaciones para estudios, en estos momentos de pandemia hasta el estudio como tal y mucho… pero mucho más… es increíble pensar que incluso cuando muchos de ustedes de la audiencia ya habían nacido, esta herramienta era casi inutilizada y prácticamente nadie dependía de ella para poder subsistir, y todo esto fue hace no más de 20 años… pero si hoy en día, por alguna razón esta maravilla de la tecnología llegase a desaparecer… sin duda alguna… el caos reinaría en la tierra… y esto no es una exageración.
La verdad es que es prácticamente imposible que el internet dejase de funcionar así como así. Aunque países como Turquía, China e Irán tienen un killer-swicht algo así como un botón de apagado para el Internet en caso de revueltas sociales, en aspectos generales no es como si hubiese un router gigante que alimente a todos los dispositivos del mundo… El Internet es tan masivo e importante que hay servidores y antenas alimentándolo por todo el mundo, es por eso que si en Irán por ejemplo, lo desconectan, no pasaría nada con la conexión de los países vecinos. Realmente la única forma posible de que el Internet dejase de funcionar globalmente seria por una llamarada solar tan fuerte que logre freír los circuitos de casi cualquier aparato electrónico.
La organización ICANN (Corporación para la Asignación de Nombres y de Números en Internet), es la que posee una de las tareas más complejas e importantes de todo el mundo, básicamente aseguran todo el Internet y las paginas dentro de este.
Lo que debemos comprender que cada página web que podamos visitar en Internet posee un código, una dirección IP. Ahora imaginemos que cada página es una puerta, una casa tiene dos puertas, la primera abre a la zona común donde entra toda visita y es de acceso abierto, pero la segunda da al cuarto del dueño, algo totalmente privado que solamente el dueño tiene su acceso. La dirección IP es la dirección de la casa y la llave de la primera puerta. En cambio la segunda llave tiene una dirección distinta, donde abres la base de datos y se guardan información privada, ya sea cuentas bancarias, usuarios e información personal, entre otros. Esta dicha dirección IP solamente tiene una sola copia y son entregadas a su dueño. La producción de esas llaves tanto públicas como privadas recae meramente en la ICANN ellos son los cerrajeros, los productores del Internet. Pero esta organización también necesita llaves para funcionar. La cuestión es si alguien logra descifrar toda la llave privada de ICANN tendría el poder de adueñarse, borrar o publicar las llaves privadas de todas las páginas web del mundo.
Existe la nueva posibilidad de crear páginas otra vez, pero se perdería todo lo creado hasta el día de hoy. Desapareciendo todas esas páginas que visitar al día de hoy. Como en el pasado grupos piratas han logrado hackear paginas específicas ¿Cómo hace la ICANN para proteger esas llaves? Bueno, el número correspondiente a la llave de esta organización está separado en cuatro grupos, cada grupo está guardado en uno de cuatro módulos de seguridad físico, algo así como un disco duro separado del Internet, dicho modulo se encuentran en cajas de seguridad similares a una pequeña caja fuerte. Para abrirla se hace falta siete tarjetas de seguridad, también dentro de cajas fuertes, también para acceder a estas necesitas siete llaves convencionales. De esta forma evitar un posible hackeo. Estas son resguardadas por ingenieros de la ICANN alrededor del mundo. Cuyos nombres hasta lugar de residencia hasta total de acceso público dentro de la propia página de la ICANN para mostrar total transparencia. Es posible decir que es muy difícil hasta imposible que sea… si existe una forma de no solo apagar el Internet y todas sus páginas, si no de secuestrarlas. Por lo que simplemente alguna mente maestra y macabra lograra acceder a esta, tumbaría toda la world wide web.
Luces de transito, GPS, plantas de tratamiento de agua, electricidad, sistema bancario, tarjeta de crédito y débito, los medio de comunicación, caerían. La comunicación con los satélites se perderían, muchos proveedores de servicios telefónicos dependen de dichos satélites para prestar sus servicios. Solo proveedores más locales que dependen de antenas en vez de satélites podrían seguir aceptando llamadas pero no por mucho.
Cientos de personas a nivel mundial no podrían trabajar o revisar sus estados bancarios o siquiera conducir a lugares desconocidos sin la ayuda de mapas físicos.
La solución viable para el mundo es deshabilitar las claves robadas y crear una nueva, aunque podría tardar semanas o meses. El mundo se pararía, no podrían trabar, pagar facturas debido a la inutilización del dinero digital y tarjetas de débito o crédito. Se podría seguir pagando con efectivo y retirar dinero físico de bancos pero estos serian con turnos y fechas específicas para evitar la aglomeración de miles de personas. El resto de nosotros tendríamos que seguir viviendo sin Internet, cambiaría drásticamente nuestro estilo de vida, orden, restricciones, paquetes de ayuda y además serian entregados y también restringidas nuestras libertades que tenemos. Pero el golpe económico lo tendría el sector publicitario, trabajos digitales, plataformas de entretenimiento, entre otras. Pero pues, no sería un mundo post apocalíptico como muchos se lo imaginasen.
Poco a poco se irían reactivando algunas páginas prioritarias con nuevos códigos de seguridad, entre ellas aseguradoras, bancos, hospitales, medios de comunicación, etc. Habría solución y podríamos volver a la normalidad, es cuestión ordenarse, ser paciente y tener muchas películas descargadas para pasar el rato.
Sé que dejamos muchas cosas fuera, pero debido a que casi todo en el mundo se vería afectado directamente por una situación así, pues toco ser más conciso.