Las derrotas duelen demasiado, pero tener que aceptarlas duele aún más, esto es así porque nuestro ser necesita metas y cumplirlas para estar bien, por eso cuando logramos algo que nos hemos propuesto nos sentimos llenos.
Lamentablemente, este mundo está hecho para lastimarnos tanto y tan fuerte, que no siempre lograremos todo en la vida como solían decirnos nuestros padres cuando éramos niños, aun así, si logramos algunas cosas, y para estar bien, no lo conseguiremos. Debe centrarse en estas batallas ganadas para continuar.
Todos pasamos por cosas difíciles, es cierto, pero enfocarnos en lo malo, solo trae más cosas malas, al contrario, pensar en positivo atraerá solo lo bueno, suena cliché lo sé, pero realmente funciona así en la vida, más simple de lo que pensamos, solo tenemos que aprender a ver lo bueno en la vida, en las personas y especialmente en nosotros mismos.
Creo que es la parte más difícil, ver lo bueno en nosotros mismos, pero ya sabes, para verlo realmente, somos bastante severos cuando se trata de nosotros mismos, día a día no solo exigimos más y más de nosotros mismos sin respiro, sino nos juzgamos a nosotros mismos sin ninguna consideración. ¿Pensarás y qué? al fin y al cabo soy yo mismo, es cierto, pero esto nos afecta mucho, nos vuelve tan inseguros poco a poco que no nos permite ni siquiera ver lo bueno que hay en nosotros mismos.
Cuando no nos amamos a nosotros mismos, no nos cuidamos a nosotros mismos ya los nuestros y es comprensible, ya que desde la infancia se nos enseña a amar y cuidar a los demás, de hecho es algo natural para nosotros, pero nunca lo somos. enseñamos cómo amarnos a nosotros mismos, y cómo no hacerlo puede afectar todas nuestras otras relaciones.
Sin embargo, nunca es tarde para aprender a amarnos a nosotros mismos, no de manera excesiva, sino de manera razonable, al hacerlo estamos luchando por nosotros mismos, por tener la fuerza para luchar por los demás, ¡y qué lindo sentimiento!
Entonces, es hora de comenzar a luchar por nosotros mismos, porque nadie más lo hará, este será el comienzo de una larga lista de relaciones saludables y amistades duraderas, para cambiar el mundo, primero debemos hacer un cambio nosotros mismos.
El amor propio es fundamental para nuestro desarrollo y avance como ser humano. Ser consientes de lo que nos merecemos y de la importancia que tenemos como individuos nos permite crecer como adultos maduros capaces de luchar y crear sus sueños